Supongo que lo del crush juvenil es una fantasía recurrente, pero yo siempre he preferido a gente más mayor que yo.
Realmente no le veo aliciente ni sexual, ni sentimental, a una personalidad que todavía está a medio formar, carente de reflexión y poso vital. Que están en todo su esplendor físico, sí, pero los miro como el que admira el paisaje, con aprecio por la belleza, pero sin intención o interés alguno en hollarla.
No tengo traumas de haberme perdido mi juventud como para tener que volver a ella a través de un romance annebancroftesco con un adolescente.
Y mi vida actual no carece de frescura y novedades, así que por aportarme algo que me haga falta, tampoco.