emfo88
Forero del todo a cien
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- 22 Nov 2004
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Esta mañana, me he levantado a las 9.30, me he afeitado, me he puesto mi after-shave “Baron Dandy” y me he ido al centro como cada 1 de enero, para quitarle la cartera a los borrachos indefensos que se hubieran quedado dormidos en algún parque, cajero o banco…
Cual ha sido mi sorpresa al no encontrarme este año a ninguno de estos inofensivos y decrépitos seres. Hacía algo de sol, y el panorama estaba desértico…Bueno, también es cierto que no me he puesto a buscar demasiado. Me he limitado a observar.
He aparcado con facilidad en una zona donde normalmente está petao, y hasta le he sacado una foto a mi vehículo en solitario, para la posteridad. Luego, me he paseado la ciudad, a solas, y al principio me he encontrado con muy poca gente, la mayoría treintones y cuarentones con abrigo, alguna que otra pareja… me preguntaba si serían gente como yo, que se habían levantado con la fresca para observar desde la tranquilidad lo que quedaba el “día después”.
Después de tomarme un café con un muffin en el Starbucks de turno y leer un rato, he salido de nuevo para descubrir que la ciudad pareció activarse de nuevo, había más coches y gente por la calle… pero era gente como apagada, sin espíritu, algo tristona vamos… ¿quien podría decir que hace tan sólo unas pocas horas esos mismos individuos estaban bañándose en cava, lujo y jolgorio?
Aquello parecía la “mañana de los zombies”, gente con el ceño fruncido, con el frío en los huesos, y muy, muy tranquilos. Todavía vestidos de carnaval, por supuesto.
Me pregunto porqué, cada año, y después de la supuesta “megafiestaquetecagas” en la que te lo tienes que pasar bien por cojones, la mañana del día 1 de enero es la mañana de la tristeza, la impotencia y la depresión…
Cual ha sido mi sorpresa al no encontrarme este año a ninguno de estos inofensivos y decrépitos seres. Hacía algo de sol, y el panorama estaba desértico…Bueno, también es cierto que no me he puesto a buscar demasiado. Me he limitado a observar.
He aparcado con facilidad en una zona donde normalmente está petao, y hasta le he sacado una foto a mi vehículo en solitario, para la posteridad. Luego, me he paseado la ciudad, a solas, y al principio me he encontrado con muy poca gente, la mayoría treintones y cuarentones con abrigo, alguna que otra pareja… me preguntaba si serían gente como yo, que se habían levantado con la fresca para observar desde la tranquilidad lo que quedaba el “día después”.
Después de tomarme un café con un muffin en el Starbucks de turno y leer un rato, he salido de nuevo para descubrir que la ciudad pareció activarse de nuevo, había más coches y gente por la calle… pero era gente como apagada, sin espíritu, algo tristona vamos… ¿quien podría decir que hace tan sólo unas pocas horas esos mismos individuos estaban bañándose en cava, lujo y jolgorio?
Aquello parecía la “mañana de los zombies”, gente con el ceño fruncido, con el frío en los huesos, y muy, muy tranquilos. Todavía vestidos de carnaval, por supuesto.
Me pregunto porqué, cada año, y después de la supuesta “megafiestaquetecagas” en la que te lo tienes que pasar bien por cojones, la mañana del día 1 de enero es la mañana de la tristeza, la impotencia y la depresión…

