Yo voy a poner un historia a modo de anecdoton para ilustrar la moraleja de que cuando salgais con mujeres no se os ocurra salir de un bar con una "mijita de ganas" de ir a mear cuando hayais meado previamente.
Estaba yo con un nutrido grupo de amigos en unas bodegas tipicas de mi ciudad cuando, de pronto, conocimos a unas burgalesas que habian venido al puente de la cruz de Mayo a conocer la ciudad. Parece ser que les caimos bien y se acoplaron con el grupo y no sabria decir quien de ellas o nosotros estabamos mas borrachos; a bote pronto llevabamos desde las 2 de la tarde bebiendo como cosacos cervezas y copas sin parar y serian las 9 de la noche. Despues de seguir bebiendo non stop en la bodega decidimos irnos a un pub a continuar con la fiesta y en nuestro caso a ver si conseguiamos introducir nuestros micropenes por alguno de sus agujeros. El sitio estaria, no se, a unos 10 minutos andando a paso normal (para los granadinos, desde las Castañeda a la Ganivet), pero claro, las tias por la calle con una parsimonia que ese trayecto lo convirtieron en 25 minutos. Yo habia salido de la bodega con unas ganas de ir al servicio que apenas hubieran dado para un chorrillo, pero ayyy amigo, que aquel dia con todo lo que habia bebido y habia ido al servicio tenia el cuerpo con culo a tope de vasopresina que es la hormona que regula el que tengas ganas de mear. La putada es que una vez que meas la primera vez estas jodido, esa hormona se libera y aproximadamente durante media hora todo el liquido que tienes en el cuerpo manda que lo eches fuera y no puedas aguantarlo y claro, nosotros no habiamos parado de beber.
El trayecto que os relato paso a ser un infierno a partir del minuto 5 aproximadamente; la burgalesa sacandome temas de conversacion y yo con unas ganas de mear que no era capaz ni de articular palabra, solo de ir recto como un palo e intentar poner cara de interesante a lo que me decia. A partir del minuto 10 aquello ya tuvo tintes dramaticos, gracias a ese año fue frio ibamos con jersey y abrigo lo cual me dio la oportunidad de quitarme el abrigo hacer como que lo llevaba en el brazo galantemente y con esa mano agarrar mi micropenis a punto de estallar; fue simplemente alargar la agonia.
Cuando quedaban apenas 20 metros y ya veia la puerta del pub sabia que no iba a ser capaz de aguantarme y tuve que dejarla con la palabra en la boca y salir corriendo como alma que lleva el diablo hacia el servicio; pero no pudo ser hamijos, cuando estaba ya dentro, cuando veia la puerta del servicio, estalle como un geiser descontrolado. Para mas inri llevaba unos pantalones de color gris donde se podia apreciar una meada que parecia un cuadro de Chillida. La situacion era horrible, el dilema desesperado, si, me habia meado encima, pero en el tiempo en que tardaba en ir a mi casa, ducharme y volver la tia que venia conmigo fijo que conocia a alguien en la discoteca y perdia mi oportunidad, asi que tuve que tomar una decision de emergencia. La ventaja es que como no habia parado de ir al servicio en todo el dia al menos aquello no olia a nada porque era agua pura y dura y bueno, pues nada, se quita uno el jersey, se lo pone elegantemente atado a la cintura tapando todo lo que se pueda del desaguisado, te desabrochas el primer boton de la camisa, te echas los puños para atras adoptando look de pepero y luego dejas que el calor del pub haga los trabajos pertinentes de evaporacion.
Todo perfecto.