Hugo Soulinaque
Aborto de Forero
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- 22 Jul 2008
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Soy masoca. Eso es algo que se desde mi más tierna infancia, ya con seis o siete años sentía placer cuando alguien me pegaba, recuerdo que siendo un preadolescente creía que con el tiempo se me pasaría pero cuando llegué a la adolescencia lo que hasta el momento había sido simple placer pasó a ser excitación sexual cuando el que me pegaba era una mujer. Siempre he tenido claro que la raíz de mi masoquismo proviene de las constantes palizas a las que me sometían mis siete hermanos, yo era el más pequeño de todos y siempre fui el objetivo de sus macabros "juegos", ellos lo llamaban "jugar a humor amarillo" y siempre empezaba con un simple juego infantil, parchís, escondite, scalextric... cualquiera servía, la cuestión era que yo perdiese (porque siempre perdía y sino ya se encargaban de que perdiese) para así tener una excusa para torturarme. Más de una vez acabé en el ambulatorio, casi pierdo un ojo por culpa de un cinturonazo (se me clavó la hebilla en la pupila) y estuve a punto de perder la vida en dos ocasiones, una por ahogamiento en la piscina y otra por asfixiamiento al quedar atrapado debajo de 10 colchones durante más de media hora. Mis hermanos eran crueles conmigo aunque nunca les he guardado rencor, al contrario, soy consciente de que gracias a ellos hoy soy lo que soy, pues ellos fueron los que moldearon mi personalidad, mi carácter e incluso mi forma de entender la vida, ellos, los 7, fueron mis senseis y mis maestros espirituales, además de hacerme casi inmune al dolor físico me enseñaron a pelear gracias a un arte marcial inventado por ellos mismos que mezclaba ciertas técnicas del karate, del boxeo, del vale tudo e incluso de la gimnasia rítmica (este toque se lo dieron mis hermanas), a esta especie de arte marcial la bautizamos como Karate de corral o Karatekorral (siempre entrenábamos en el corral) e incluso escribimos un libro con las reglas y las técnicas. Todo este royo os lo cuento para que entendáis el origen de mi masoquismo, que yo creo que no hay que ser psiquiatra para saber que que es ahí donde empieza todo porque es evidente. Quiero dejar claro que no es que me guste que me aticen con barras de hierro ardiendo, ni que me peguen palizas hasta romperme todos los huesos o dejarme en coma, no es cierto que cuanto más daño me hagan más placer siento, no es tan sencillo como eso, me gusta que me maltraten físicamente pero hasta cierto punto, también me gusta que me humillen, que me ridiculicen, que me insulten y que me desprecien. Cada vez que me masturbo tengo que auto flagelarme porque sino no me cuesta mucho excitarme, todavía soy virgen pero tengo muy claro que la mujer con la que pierda la virginidad tendrá que pegarme porque de lo contrario dudo mucho que consiga siquiera empalmarme.