Uno de los momentos más bochornosos de la televisión Española de los últimos años ha sido la entrevista de Hristo Mejide a Amarna.
Hay un momento de pura vergüenza ajena en el que la putita viene a decir que es muy culta y a colación se pone a repetir como un loro amaestrado un párrafo de cualquier libro de historia del arte de secundaria.
Momento este de un nivel casi de ficción infantil, como si "Annie" u "Oliver" demostrase sus habilidades ante un millonario que se plantea adoptarla. Unos segundos reales de puro Dickens en versión chusco, porno, amarillismo televisivo, vanidad cruda y sin complejos ahí, sin filtros, directa en vena.
Pasan los meses, el personaje ya forma parte de un olímpo de putas y entonces, (ya en plot twist admirable para cualquier guionista actual), la niña empieza a salir por YouTube y decir que es muy feminista.
Y llegamos al tercer acto. La putita tiene un accidente por idiota y se pone a pedir limosna tirando de fanbase pajillera, imagen mediática y puta desvergüenza femenina al mostrarse desvalida y pedir al heteropatriarcado que le pague el impass puteril. La mujer fuerte, independiente y decidida que pregona feminismo ahora saca, sin ningún atisbo de incoherencia, pingües beneficios de la sociedad que la "maltrata".
Juego, set y partido para la España del 2017. Esto supera a Pallahniuk, a Márquez, a Lindeloff... No hay mente capaz de crear un personaje así. Atesoremos a la puta esta porque el predecible despropósito que va a ser su vida y el argumento atroz contra todo feminismo trasnochado que nos da a cada segundo es valiosísimo.