Animales de costumbres... hasta cierto punto, coño

  • Iniciador del tema Iniciador del tema LeChuck
  • Fecha de inicio Fecha de inicio

LeChuck

RangoFreak total
Registro
18 Ago 2010
Mensajes
17.252
Reacciones
16.400
Más de una vez me habréis leído relatando las muchas neuras de mi padre.

Hoy lo pondré como ejemplo de vida rutinaria.

Mi padre, ya jubilado, si no esta enfermo, o hay algún motivo que le tuerza la rutina, lleva por lo general un día a día clónico. Lo que hizo la semana pasada lo hizo exactamente igual hace cinco años.

Se levanta más o menos a la misma hora, desayuna café con galletas, bizcocho o similares, hace recados, pasea unas dos horas, y a la hora de la comida pone siempre lo mismo dependiendo del día de la semana.

Lunes: Caparrones de cosecha propia
Martes: Arroz de marisco o pollo
Miércoles: Macarrones con tomate, queso y chorizo
Jueves: Carne y verduras (dos o tres tipos, no hablo de un mundo de posibilidades)
Viernes: Garbanzos
Sábado: Algún potaje con patatas y alubias
Domingo: Cordero o pollo

Este menú semanal es el mismo ahora que hace 15 años. Puede variar un día cada dos meses, tal vez. A mi padre jamás se le ocurriría hacer albóndigas o pasta con atún. Ni cambiar los garbanzos por guisantes, ni hacer arroz con tomate. No se le ocurriría desayunar una mini tortilla o un sandwich de pavo. Ni comprar una palmera de chocolate o un donut en la panadería. Ni comprar algo ya hecho en una tienda de precocinados, ni comprar cacao en polvo para desayunar chocolate de taza, aunque le apetezca.

Es una persona absolutamente cuadriculada. Puede pasar décadas comprando el mismo queso y el mismo jamón de york para picotear o cenar cuando no hay otra cosa. Pero creo que nunca en su vida ha comprado pavo.

Pasea dos horas por el día y dos por la tarde por las mismas calles de una ciudad que ya podrá recorrer con una venda en los ojos, todos los días de la semana, todas las semanas del año.

Parar fregar el suelo usa agua con un chorro de lejía, aunque apesta y yo le haya comprado varias veces friegasuelos que huele de puta madre.

Compra la misma cerveza siempre, tiene los mismos hábitos pero no desarrolla ninguno nuevo, no tiene interés por nuevas aficiones. Solo ve lo que ponen en la tele, no me pide que le encuentre una película o un libro. Tiene una docena de discos de hace 20 años y con eso le sobra, y se lamenta de que ya no pueda escuchar sus cintas de jotas y de cantautores argentinos.

Se fue un mes el año pasado a Argentina porque tiene un hermano allí, pero hasta ese día llevaba 12 años sin salir de Logroño, más que para ir a la huerta (un día a la semana), siguiendo esa rutina de andar cuatro horas por una ciudad pequeña.

Hace igual 10 años mi padre compró Coca Cola por primera vez. Le gustó y siguió comprando Coca Cola hasta que yo llegué a cogerle asco. Esa nueva rutina ya era pedir mucho. Nunca compró otro refresco que no fuese Coca Cola.

No sé. Hoy he pasado por una tienda gourmet y he pillado un poco de dos fiambres que nunca he probado y un bote de mermelada de limón, que tampoco. Ahora en seguida, mientras me hago la cena picotearé un poco de esos fiambres y mi día tendrá un poco más de sentido. Me mola probar cosas nuevas. Cuando compro cervezas son siempre diferentes. Me encanta experimentar recetas nuevas, me relaja meterme en la cocina. Siempre estoy buscando músicas y estilos nuevos que me estimulen, me aburre soberanamente pasear demasiado por las mismas zonas. Siempre tengo curiosidad por hobbys nuevos, por hacer cosas nuevas.

Llevo unas semanas pensando si no debería proponerle a mi padre algún viaje, encargarme yo de todo para que no tenga más que mover los pies, porque me da un poco de pena que prácticamente vaya a vivir así el resto de su vida. Igual me manda a tomar por culo. Igual si nunca ha ido a otro sitio que Argentina es porque le da asco viajar y lo que le mola es la huerta y pasear por lugares familiares pensando en sus cosas.

Cuando yo desayuno café, al mes ya tengo que cambiar el desayuno porque se me cierra el estómago. La rutina de mi padre me llevaría al suicidio en cosa de 8 o 10 meses.

Y vosotros qué. Sois de rutina o sois culos inquietos. Sois cuadriculados o tenéis flexibilidad en vuestro día a día. Os gusta variar o saliendo de vuestros hábitos diarios os sentís perdidos e incómodos.
 
Pero Lechugino (es una broma, no me odies), si tu padre es un robot con una programación inalterable y tú eres innovador u te gusta variar las costumbres...

Por qué insistes en hacer que tu padre cambie o haga otras cosas?

Hazlas tú. Independizarte de él. Vive tu vida y pasa de tu viejo.

Entiendo tus críticas pero si le gusta su rutina pues qué le vamos a hacer.



En cuanto a tu pregunta, pues me gusta cambiar de hábitos, de aficiones, de actividad.

Pero al mismo tiempo tengo algunas costumbres fijas de las que no me suelo cansar, o que dejó y retormo al tiempo.

Por ejemplo, los días que estoy en casa me gusta preparar la cena (o pedirla a domicilio) y ver una película o serie.

Odio salir, y me han propuesto tiempo ha el ir a sitios selectos a gastos pagados con final feliz en puticlub de lujo, o tías de decirme (hace eones) de ir a su casa a follar, y declinar dichas ofertas con tal de estar tranquilo en casa con cena + peli.
 
Última edición por un moderador:
Soy un ser rutinario, lo necesito, entro otras cosas, porque soy maniático. Desayuno lo mismo siempre, me visto siempre en el mismo orden. Echo la llave primero, doy la luz y luego cierro el cerrojo fac.
Para el curro, lo mismo. Tengo mi parada a la que voy siempre, y según donde deje a los clientes, cojo los mismos caminos que me llevan a la parada.
Para estudiar era igual. Me gustaba hacerlo en una determinada postura, empezar a una misma hora y dejarlo a la misma hora.
Pienso que si hago algo en diferente orden el día se va a joder por eso. Alguna vez he tenido un día malo siguiendo todas mis pautas y me he cabreado tanto que al día siguiente he cambiado algo pero al poco la rutina vuelve a imponerse.
Fíjense hasta dónde llega el tema que por error el primer día en el tapsi puse el despertador a y 32 en vez de a y media, me fue muy bien mi primer día de curro y desde entonces me despierto a y 32.
Sin embargo sí me gusta probar cosas nuevas, viajo mucho y para foshar cambio de postura sin problema. La rutina se ciñe más bien a mi ámbito laboral.
Debe ser un infierno vivir conmigo. HALLUDA
 
Última edición:
Lunes: Caparrones de cosecha propia
Martes: Arroz de marisco o pollo
Miércoles: Macarrones con tomate, queso y chorizo
Jueves: Carne y verduras (dos o tres tipos, no hablo de un mundo de posibilidades)
Viernes: Garbanzos
Sábado: Algún potaje con patatas y alubias
Domingo: Cordero o pollo

Este menú semanal es el mismo ahora que hace 15 años. Puede variar un día cada dos meses, tal vez. A mi padre jamás se le ocurriría hacer albóndigas o pasta con atún. Ni cambiar los garbanzos por guisantes, ni hacer arroz con tomate. No se le ocurriría desayunar una mini tortilla o un sandwich de pavo. Ni comprar una palmera de chocolate o un donut en la panadería. Ni comprar algo ya hecho en una tienda de precocinados...

¡Qué vergüenza! ¡Eso es intolerable! ¡Es que me indigno!...

:benitooo:


A ver, que son viejos. Ser viejo, envejecer, es eso, va asociado a eso, es un síntoma, huir de la novedad, de los cambios. Lo que viene siendo ser conservador. ¿Qué son de más? Bueno, pon tus barbas a remojar...

Los míos, principalmente él, también. Aunque no tan metodicos en la comida, no hay dias prefijados, segun lo que vayan comprando, lo que les apetezca, lo que se eche a perder, pero vamos que, compran siempre sota caballo y rey.

Música creo que ya no les gusta. Noticias y el tiempo él, está obsesionado con el clima, tiene que ver todos los reportes de todos los canales todas las veces.
Telenovelas ella. Y alimentación, ahora le ha dado desde hace unos años con eso, y lee libros y revistas y siempre está con que si comiste no se qué, ahora tienes que comer no sé cual para fijar a pascual...
 
Es cómodo tener una rutina.

Yo por ejemplo estuve haciendo durante seis meses la misma ruta de ida y de vuelta, parando en los mismos sitios, cargando y descargando idem... Y encantado de la vida.

Es algo que se hace cómodo, seguro y que te permite un día a día planificado y sobre todo tranquilo y sin sorpresas. Lo que no tiene precio.

Comer siempre lo mismo no podría, en cambio, aunque hay platos que me gustan y no tengo inconveniente en repetirlos, pero no el mismo día ni todas las semanas.
 
Última edición por un moderador:
Su viejo, con el debido respeto, es el típico jubileta logroñés. Paseo, huerta y cabezabuquismo conservador. (¿Ahorrador en exceso o pepero convencido quizás?) Mientras no le imponga sus mierdas, todo bien.

En mi caso, a piñón fijo en lo de ir a nadar cuando puedo, previo con leche y tragaperras en el bar más cercano. Piñón fijo en hábitos de higiene, peinado, colores y ciertas prendas. Masuneo in de nait como razón de ser.

Ahora bien, trato de echarle imaginación a la dieta añadiendo variedad o exotismo. Eso sí, esa variedad va por semanas. Un ingrediente nuevo lo uso sin descanso durante semanas para luego abandonarlo y pasarme a otro. Ahora ando entre la albahaca y el pesto, habiendo dejado atrás semanas de latas y latas de alegrías riojanas.

Y para terminar, diré que hay gente tan jodidamente predecible que si ahora mismo programamos tirarle un misil dentro de cinco años, seguro que le apagamos el sigarro sin matar a naide más.

Hijo de puta.
 
Otra. La primera (y última) vez que salí al extranjero con amigos paramos en dos o tres ciudades durante menos de 24 horas. Yo estaba loco por salir a ver cosas pero ellos se metían en un bar y se tomaban una cerveza de dos horas hablando de yo que sé. De fútbol.

Cojones, si vas a estar en un sitio unas pocas horas una vez en la vida no hagas lo mismo que haces en tu casa casi a diario. Aquella experiencia siempre me viene a la cabeza. Nunca lo he entendido.
 
Celine Dion, cada vez que sale al escenario, toca una replica de la mano de su marido finado de cáncer.
Bueno, no se si es réplica o disecada
1517917912_660972_1517918279_sumario_normal_recorte2.webp
1517917912_660972_1517918348_sumario_normal_recorte2.webp

Gñe
 
Pero Lechugino (es una broma, no me odies), si tu padre es un robot con una programación inalterable y tú eres innovador u te gusta variar las costumbres...

Por qué insistes en hacer que tu padre cambie o haga otras cosas?

Hazlas tú. Independizarte de él. Vive tu vida y pasa de tu viejo.

Entiendo tus críticas pero si le gusta su rutina pues qué le vamos a hacer.



En cuanto a tu pregunta, pues me gusta cambiar de hábitos, de aficiones, de actividad.

Pero al mismo tiempo tengo algunas costumbres fijas de las que no me suelo cansar, o que dejó y retormo al tiempo.

Por ejemplo, los días que estoy en casa me gusta preparar la cena (o pedirla a domicilio) y ver una película o serie.

Lo que yo me pregunto a menudo sobre mi padre, y otra gente, es si hacen eso porque les gusta así o porque se han acomodado y sacar un pelo fuera de su zona de confort les parece un mundo. ¿A mi padre le gusta ver lo que hay en la tele, o le parece más que suficiente, o le gustaría ver películas pero no sabe ni como funciona un reproductor de DVD?

¿A mi padre no le gusta viajar o la idea le sobrevuela la cabeza pero le viene grande? ¿O no piensa en viajar porque no tiene con quién y ni se plantea hacerlo conmigo porque paso de su culo y yo siempre me voy de vacaciones solo?

En resumen, la vida que lleva mi padre es la que el quiere, o quiere otra que esta fuera de su zona de comfort.

Este tipo de cosas las pienso habitualmente. Pero bueno, ahí se desvía el tema hacia mi vida personal y prefiero que nos centremos en los hábitos de cada uno.

Estas preguntas os las podéis hacer vosotros también. Igual uno quiere apuntarse a escalada indoor, no se atreve y se queda en su casa jugando a videojuegos. Por lo tanto, esa rutina la tiene porque quiere o porque no es capaz de cambiarla. Preguntas.
 
Otra. La primera (y última) vez que salí al extranjero con amigos paramos en dos o tres ciudades durante menos de 24 horas. Yo estaba loco por salir a ver cosas pero ellos se metían en un bar y se tomaban una cerveza de dos horas hablando de yo que sé. De fútbol.

Cojones, si vas a estar en un sitio unas pocas horas una vez en la vida no hagas lo mismo que haces en tu casa casi a diario. Aquella experiencia siempre me viene a la cabeza. Nunca lo he entendido.

Acuerdate de la próxima vez que quieras hacer algo que a ti te apetece realmente marcharte solo.
 
Lo que yo me pregunto a menudo sobre mi padre, y otra gente, es si hacen eso porque les gusta así o porque se han acomodado y sacar un pelo fuera de su zona de confort les parece un mundo. ¿A mi padre le gusta ver lo que hay en la tele, o le parece más que suficiente, o le gustaría ver películas pero no sabe ni como funciona un reproductor de DVD?

¿A mi padre no le gusta viajar o la idea le sobrevuela la cabeza pero le viene grande? ¿O no piensa en viajar porque no tiene con quién y ni se plantea hacerlo conmigo porque paso de su culo y yo siempre me voy de vacaciones solo?

En resumen, la vida que lleva mi padre es la que el quiere, o quiere otra que esta fuera de su zona de comfort.

Este tipo de cosas las pienso habitualmente. Pero bueno, ahí se desvía el tema hacia mi vida personal y prefiero que nos centremos en los hábitos de cada uno.

Estas preguntas os las podéis hacer vosotros también. Igual uno quiere apuntarse a escalada indoor, no se atreve y se queda en su casa jugando a videojuegos. Por lo tanto, esa rutina la tiene porque quiere o porque no es capaz de cambiarla. Preguntas.

Pues esperate a tener su edad y tener cada vez menos ganas de que te te toquen los cojones con ideas espontáneas. O a saber, igual tú tienes ya preestablecidas unas costumbres las cuales tu aún no eres consciente.
 
Lo que yo me pregunto a menudo sobre mi padre, y otra gente, es si hacen eso porque les gusta así o porque se han acomodado y sacar un pelo fuera de su zona de confort les parece un mundo. ¿A mi padre le gusta ver lo que hay en la tele, o le parece más que suficiente, o le gustaría ver películas pero no sabe ni como funciona un reproductor de DVD?

¿A mi padre no le gusta viajar o la idea le sobrevuela la cabeza pero le viene grande? ¿O no piensa en viajar porque no tiene con quién y ni se plantea hacerlo conmigo porque paso de su culo y yo siempre me voy de vacaciones solo?

En resumen, la vida que lleva mi padre es la que el quiere, o quiere otra que esta fuera de su zona de comfort.

Este tipo de cosas las pienso habitualmente. Pero bueno, ahí se desvía el tema hacia mi vida personal y prefiero que nos centremos en los hábitos de cada uno.

Estas preguntas os las podéis hacer vosotros también. Igual uno quiere apuntarse a escalada indoor, no se atreve y se queda en su casa jugando a videojuegos. Por lo tanto, esa rutina la tiene porque quiere o porque no es capaz de cambiarla. Preguntas.

Pero, hijo... ¿Qué te impide preguntarle todo eso a tu padre? Quizás te lleves una sorpresa y veas que es eso, que estaba en la zona de confort. Y podrás cambiarle la vida a sus ochenta y tantos, como aquella abuelita que se cayó por el barranco por conducir a su tan temeraria edad.
 
Miércoles: Macarrones con tomate, queso y chorizo

Los macarrones con chorizo. Los putos macarrones con chorizo. Ese COCIDO de macarrones, porque no se le puede llamar de otra manera a pasta que se pasa toda la mañana en el agua, como si fuesen lentejas. Con ese liquido menstrual que lo cubre y que inunda el fondo del plato, mezcla del medio litro de aceite, la grasa del chorizo, el pimentón y el tomate de brick que tiene la misma densidad que el agua Milli-Q. Servido en un plato de duralex sobre un mantel de hule con estampado de frutas, para añadir +12 points de anacronismo a la escena. Satanás se relame con es muestra del mal absoluto y sin justificación alguna que son los macarrones con chorizo.

Espero que se muera tu padre y cualquiera que siga engendrando eso a día de hoy.
 
A mi se me antojan las cosas novedosas, estoy probando cosas nuevas constantemente, así he hecho grandes descubrimientos...y me he llevado grandes chascos. En diciembre probé por primera vez en mi vida los arándanos rojos, que ya voy a comer siempre que encuentre. Me iba a comorar una marca de zapas nueva, hube de posponer, me he comprado una marca distinta de pantalones de montaña, me gusta ir a sitios nuevos. Cuando iba a correr procuraba rutas nuevas, a veces por ir descubriendo la ruta, por ver que había despues de la siguiente curva subida o bajada me llegué a meter en kilombos importantes para volver. Me gusta la sensacion de descubrir algo grandioso.

La vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza.

Pd Un viejo comiendo macarrones con tomate todas las semanas:terieh?::pesho:
 
Última edición:
La rutina da sosiego, tranquilidad, apacigua la mente. Nosotros... seres luminosos somos. Y no esta materia bruta.

A mi me sucede que, en cuanto a ocio, es un mucho mayor el porcentaje de lo que revisito que de lo que veo por primera vez. Si me pongo una peli, un 90% de las veces elegiré una que ya he visto y no una nueva. Si voy al McDonals me pillaré 95 big macs por cada 5 nuevos sabores.

Este mes he visto Verónica de Paco Plaza por vez primera, pero también por enésima vez Sleepers, la del hockey de Emilio Estevez, el Moñeco Diabólico, The Warriors... Pero no me cierro a nada, me autoimpongo una cuota de nuevas obras y mi instinto y referentes me suelen llevar a cosas que me placen.

Decía Tolkien que los hobbits disfrutaban sobre todo de las historias que ya conocían, de dejarse llevar por ellas, por sus giros, aunque bien conocieran el final. Disfrutaban sobre todo de los placeres pequeños y poco o nada de las sorpresas y lo inesperado. Y se les veía felices.
 
Última edición:
Ya soy casi tu viejo pero con 32 años, madre mía.

Hago siempre los mismos platos, desayuno lo puto mismo todos los días (café con leche y dos tostadas) y tengo como 12 o 13 piezas de ropa que repito continuamente, odio cambiar.

Que trabajo voy a dar de viejo.
 
Es que la costumbre es algo bueno. Da sentido a la vida, ordena el mundo y lo hace entendible y hasta habitable. ¿Os imagináis un mundo donde nada fuera previsible, donde no durmieras dos noches seguidas en la misma cama, donde cada día tuvieras tu hogar en un sitio, donde no volvieras a ver esa cara que hoy te agrada mirar, donde supieras que esa canción, esa película o ese sabor iba a ser la primera y la última vez que iba a impactar vuestros sentidos? Un mundo donde mañana es una quimera, un vacío, lo ignoto. Un mundo donde los mapas están en blanco y no tienes seguridad en nada, en nadie, ni siquiera en ti, porque si todo cambia y nada permanece, ¿quién serás mañana? ¿Quién querría vivir en este mundo? Ya os lo digo yo: nadie. Sólo los locos o los inconscientes. Ese mundo es invivible.

La rutina nos dice quiénes somos. El padre de Lechuck sabe que él es él porque hace lo que hace, y sabe que hoy es miércoles porque hay macarrones para comer. El padre de Lechuck ha construido su mundo en torno a sus hábitos, él lo domina y en él es el rey. Ya puede hundirse el universo que mientras haya macarrones los miércoles él sobrevivirá. Su zona de confort no es su zona de confort. Es su castillo, sus muros que lo aislan del mal y lo protegen en su regazo; en su castillo de horarios y macarrones los miércoles nadie le toca los cojones, nadie le molesta, y eso, a determinadas edades, es lo que uno quiere. Quitarse de encima coñazos, servidumbres, cotidianeidades impuestas por otros. ¿Es mejor acaso fichar de nueve a dos y de cuatro a seis y los viernes de ocho a tres? Porque al fin y al cabo los horarios del padre de Lechuck son los horarios del padre de Lechuck, mientras que esos son los que te comes porque lo dice otro. ¿No es más libre el padre de Lechuck siguiendo SU horario que nosotros siguiendo otros? Yo diría que sí.
 
Tanta innovación y probar cosas nuevas tampoco creo yo que sea la panacea, o a ese paso acabaremos hablando de quedar para darnos por el orto unos a otros, que hay que probarlo todo y salir de la zona de confort.


Si pudiera pasaría el resto de mi vida DURMIENDO, así día y noche hasta palmarla.
 
Llevo unas semanas pensando si no debería proponerle a mi padre algún viaje, encargarme yo de todo para que no tenga más que mover los pies, porque me da un poco de pena que prácticamente vaya a vivir así el resto de su vida. Igual me manda a tomar por culo. Igual si nunca ha ido a otro sitio que Argentina es porque le da asco viajar y lo que le mola es la huerta y pasear por lugares familiares pensando en sus cosas.

Cuando yo desayuno café, al mes ya tengo que cambiar el desayuno porque se me cierra el estómago. La rutina de mi padre me llevaría al suicidio en cosa de 8 o 10 meses.

Y vosotros qué. Sois de rutina o sois culos inquietos. Sois cuadriculados o tenéis flexibilidad en vuestro día a día. Os gusta variar o saliendo de vuestros hábitos diarios os sentís perdidos e incómodos.

No seas cabrón y deja a tu padre con sus rutinas que seguro las disfruta, le quiere matar o qué?
Mi padre era parecido, no salía del puto barrio. Porque era virgo, lo mismo tu padre también lo es, son gente rutinaria que se descoloca cuando varía horarios y sitios.

A mi me gusta probar cosas nuevas lo que pasa que llegado un punto te cansas de chorradas, al fin y al cabo la novedad tampoco es imprescindible para vivir.
La comida... me gusta la carne pero no voy a comer todos los días chuletón porque no es sano; el jamón, uno de vez en cuando... el atún rojo, dicen que no es sano comer peces grandes por el mercurio. Lo bueno de la comida es la cocinera, que te la preparen bien con hamor, no la novedad de esta o la otra pijadita.

Por ejemplo Madrid, de joven es divertida la ciudad, ves mucha gente, tiendas, restaurantes...
Pasan los años y te das cuenta de que lo principal es integrarte en la naturaleza y que la ciudad es una puta mierda prescindible a menos que hayas establecido unas relaciones humanas muy difíciles de conseguir en una gran ciudad llena de gente hablando por teléfono incluso conduciendo y ávidos de follar (los tíos sobre todo) consumir y aparentar (para follar más los tíos o con tíos de pasta, las mujeres).

Por eso la rutina de tu padre de caminar tantas horas por una ciudad tan pequeña tiene bastante de entrañable, seguro que en su paseo habla con gente, no con zombies sistémicos como los que pueblan Madrid que solo esperan al fin de semana o las vacaciones para escapar a otro lugar a hacerse selfies para aparentar más aun en las RRSS.

Porque no nos engañemos, la vida es mucho más simple que buscar novedades, lo difícil es conformarte con tu vida, encontrarle gusto. Por ejemplo el menú de tu padre me parece muy variado, qué quieres que coma susi?
 
Última edición:
Con que él sea feliz se debería tener suficiente. Incluso te diría más, esas rutinas en las comidas, o cualesquier otras les ayudan en su salud mental. Si lo cambias de casa, de comidas, es posible que se descoloquen. El único problema que veo es que es un consumo masivo de calorías y en verano por ejemplo el menú debería ser más ligero, pero si todavía anda por la huerta y hace ejercicio lo llevará bien.

Además, es un padre. No tiene porqué tener los mismos gustos que los hijos. Es lo más normal del mundo, yo diría que lo obligado. Y no gustarle el sushi, la cerveza artesana o delicatessen varias es lo que toca. Vivamos y dejamos vivir, hay gente que necesita rutinas y otras son más de experimentar, más anárquicas, y en el fondo todos hacemos lo mismo, sobrevivir. Yo probaría a ir introduciendo poco a poco pequeñas novedades, cosas casi imperceptibles, unos vasos, un mantel, algo para picar antes. Ya lo de gustos musicales y demás, a lo mejor eres de esos pesados que siempre te vienen con novedades y prueba esto y lo otro, y se molestan si no les haces puto caso. Poco a poco.
 
Aunque suene raro hay qente que vive feliz y tranquila cumpliendo sus rutinas diarias a rajatabla. Les da seguridad y por ende es un elemento que elimina preocupaciones e inquietudes.

Y no creo que por eso sea peor que el que se come el mundo todos los días con una cosa nueva que hacer o descubrir.

Atendiendo a un ejemplo que ha puesto Le Chuck con un viaje con colegas, que mientras sus colegas disfrutaban las pocas horas en una ciudad bebiendo una birra, mientras que él como un kamikaze iba a ver cosas, pues lo siento Le Chuxk, lo que era mejor hacer era imitar a sus colegas. Qué viste? Lo disfrutaste?

Y le doy un ejemplo de mi mismo. El mejor viaje que he hecho hasta la fecha, New York, estuve todo el viaje como un loco de un lado para otro, comiendo como si hubiera robado la comida, administrando el tiempo con el objetivo de poder ir a ver todo lo que nos habíamos propuesto y más. Vi muchas cosas, nos reventamos a andar, fuimos muy eficaces en aprovechar los días, pero haciendo balance del viaje días después, me quedé con una espina clavada. La espina era haber pasado un día tranquilo, como en tu barrio, tomar un café, sentarte en una terraza y ver la gente pasar y disfrutar de la ciudad con tus normas por decirlo de alguna manera.
 
No haga caso a esos agoreros. Vaya a ver a su padre, vaya. Y háblele de todo aquello que le inquieta y nos consulta. Es que es absurdo, joder, ¿es que además de viejo, se ha vuelto mudo? ¿Qué sentido tiene venir aquí, teniendo la respuesta ahí fuera?

Una vez lo haya hecho, ya puede venir y contarnos. Pero, mientras, deje de montarse películas. Que se está buscando una colleja.
 
Aunque suene raro hay qente que vive feliz y tranquila cumpliendo sus rutinas diarias a rajatabla. Les da seguridad y por ende es un elemento que elimina preocupaciones e inquietudes.

Y no creo que por eso sea peor que el que se come el mundo todos los días con una cosa nueva que hacer o descubrir.

Atendiendo a un ejemplo que ha puesto Le Chuck con un viaje con colegas, que mientras sus colegas disfrutaban las pocas horas en una ciudad bebiendo una birra, mientras que él como un kamikaze iba a ver cosas, pues lo siento Le Chuxk, lo que era mejor hacer era imitar a sus colegas. Qué viste? Lo disfrutaste?

Y le doy un ejemplo de mi mismo. El mejor viaje que he hecho hasta la fecha, New York, estuve todo el viaje como un loco de un lado para otro, comiendo como si hubiera robado la comida, administrando el tiempo con el objetivo de poder ir a ver todo lo que nos habíamos propuesto y más. Vi muchas cosas, nos reventamos a andar, fuimos muy eficaces en aprovechar los días, pero haciendo balance del viaje días después, me quedé con una espina clavada. La espina era haber pasado un día tranquilo, como en tu barrio, tomar un café, sentarte en una terraza y ver la gente pasar y disfrutar de la ciudad con tus normas por decirlo de alguna manera.

Pues mire, eso de tomarse un café y mirar tranquilamente la ciudad pasar, como que tampoco. Parece un rollo, sinceramente. Pero también parece un rollo lo que estaba haciendo, el turisteo compulsivo. Ni lo uno ni lo otro, pues son extremos. Yo practico la virtud: ni correr ni estar parado, sino pasear calmadamente por zonas que sé que me van a ofrecer lo que estoy buscando. Por ejemplo, si estoy buscando sitios underground, no voy a hacer cola para subir a la estatua de la Libertad. O, si busco gastronomía típica, no voy a ir al teatro de Broadway. Hay que saber lo que uno quiere y anhela encontrar, sólo así creo que se aprovecha plenamente cualquier tipo de viaje.
 
Arriba Pie