Jaime Ostos
Novato de mierda
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- 1 Sep 2004
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Era un miercoles por la noshe, entorno a las tres de la mañana. Venía yo de tomarme un wiskito con mi compadre el sardi, además tenía bolsa el muy golfete y nos pusimos un par de rayitas, la coca era buena.
El sardi marchó corriendo pa casa, como un gallina porque la mujer si no se enfada. Yo ya le he dicho al sardi que el que manda es el hombre, que una ostia a tiempo a veces las viene bien, hay que educarlas.
Me quedé solo y decidí ir al Selva Negra un puti bastante lujoso, para gente como yo, con bolsa y billetes.
Aquella noshe las shavalitas andaban poco calientes, no echaban caldo pero al verme se motivaron, y bastante. Es una reaccion lógica, no pueden controlarse cuando se acerca este macho que os habla. Cogí a una de una teta y la acerqué para mi paquete:
-Me gusta como hueles nena, a perra.
-Caballero, no trate así a una señorita.
-Señorita?? tu lo que eres es una puta (le retorcí el pezón).
La muy perra dió un pequeño shillido y me miró el camarero, le hice un gesto con la mano y el camarero entendió y se alejó de allí.
La putita se puso a chillar cada vez más fuerte, la muy puta no aguantaba como le retorsia yo su puto pezón. La música estaba alta pero ya me estaba empezando a inflar la punta de la polla y le tuve que pegar un puñetazo. Se me escapó un poco la mano y la dejé allí inconsciente, yo tengo bastante corason y al verla allí tirada me dió pena. Fuí a levantarla y me di cuenta de que se le veían las braguitas. Ya que la shavalita andaba dormidilla y en aquel rincón no miraba nadie le meti un poco el dedo en el shoshito: aquel chocho no tendría más de 17 años, estaba calentito y bastante caldoso, probablemente el caldo era debido a la excitasion que le produjo mi pellizquito, en el fondo le gustó a la puta. Allí en aquel rincón me bajó la gota de la rayita que me habia metido y desidi metersela un poco el nabo a la putaza. Ella seguía inconsciente sangrando, pero yo creo que esque habia bebido alcohol y se habia quedado dormida... Saqué la posha y empujé, empecé a bombear como solo yo se hacerlo, ella empezó a recuperar el conocimiento, abria los ojos y yo le puse la mano en la boca, por si gemiaa del pacer, ya me entendeis.. Toma perra, te gusta??,aqui no nos ve nadie, estas nerviosa...
Me iba a correr y desidí sacar la porra fuera pa no haserla un bombo que ya bastante me tocan los cojones los del salsa rosa entonces me di cuenta de que la tenia llena de sangre. AQUELLA PUTA TENÍA LA REGLA. Me guardé la poya en la bragueta, le quité la mano de la boca a la puta y antes de que pudiera gritar le pegué un codazo en la boca por puta y por haberme manchado. Allí se quedó la muy cerda esparramada. Me levanté del rincon y le deje la propina al camarero, porque yo a los que me respetan les respeto.
Al llegar a casa hice a mi mujer limpiarme la sangre de la poya, la regla de aquella puta, mamamela puta y no preguntes. Se comió la corrida y me fuí a dormir. Asi es la vida de un amo.
El sardi marchó corriendo pa casa, como un gallina porque la mujer si no se enfada. Yo ya le he dicho al sardi que el que manda es el hombre, que una ostia a tiempo a veces las viene bien, hay que educarlas.
Me quedé solo y decidí ir al Selva Negra un puti bastante lujoso, para gente como yo, con bolsa y billetes.
Aquella noshe las shavalitas andaban poco calientes, no echaban caldo pero al verme se motivaron, y bastante. Es una reaccion lógica, no pueden controlarse cuando se acerca este macho que os habla. Cogí a una de una teta y la acerqué para mi paquete:
-Me gusta como hueles nena, a perra.
-Caballero, no trate así a una señorita.
-Señorita?? tu lo que eres es una puta (le retorcí el pezón).
La muy perra dió un pequeño shillido y me miró el camarero, le hice un gesto con la mano y el camarero entendió y se alejó de allí.
La putita se puso a chillar cada vez más fuerte, la muy puta no aguantaba como le retorsia yo su puto pezón. La música estaba alta pero ya me estaba empezando a inflar la punta de la polla y le tuve que pegar un puñetazo. Se me escapó un poco la mano y la dejé allí inconsciente, yo tengo bastante corason y al verla allí tirada me dió pena. Fuí a levantarla y me di cuenta de que se le veían las braguitas. Ya que la shavalita andaba dormidilla y en aquel rincón no miraba nadie le meti un poco el dedo en el shoshito: aquel chocho no tendría más de 17 años, estaba calentito y bastante caldoso, probablemente el caldo era debido a la excitasion que le produjo mi pellizquito, en el fondo le gustó a la puta. Allí en aquel rincón me bajó la gota de la rayita que me habia metido y desidi metersela un poco el nabo a la putaza. Ella seguía inconsciente sangrando, pero yo creo que esque habia bebido alcohol y se habia quedado dormida... Saqué la posha y empujé, empecé a bombear como solo yo se hacerlo, ella empezó a recuperar el conocimiento, abria los ojos y yo le puse la mano en la boca, por si gemiaa del pacer, ya me entendeis.. Toma perra, te gusta??,aqui no nos ve nadie, estas nerviosa...
Me iba a correr y desidí sacar la porra fuera pa no haserla un bombo que ya bastante me tocan los cojones los del salsa rosa entonces me di cuenta de que la tenia llena de sangre. AQUELLA PUTA TENÍA LA REGLA. Me guardé la poya en la bragueta, le quité la mano de la boca a la puta y antes de que pudiera gritar le pegué un codazo en la boca por puta y por haberme manchado. Allí se quedó la muy cerda esparramada. Me levanté del rincon y le deje la propina al camarero, porque yo a los que me respetan les respeto.
Al llegar a casa hice a mi mujer limpiarme la sangre de la poya, la regla de aquella puta, mamamela puta y no preguntes. Se comió la corrida y me fuí a dormir. Asi es la vida de un amo.