Está claro que hay mecánicos de barrio y mecánicos especializados en Maseratti.
Pero eso no quita para que haya quien te pueda encuadernar las cartas que se mandaban tus abuelos a tu gusto, con las medidas que quieras, el papel o la tela que te guste para las tapas, y la costura y el cierre que te de la gana. Y por lo que yo conozco es un trabajo fino, bien hecho y único.
Lo que quiero decir es que entre lo malo y lo excepcional hay un nicho de público muy justito dispuesto a apoyar el trabajo de los buenos artesanos. Los excepcionales dependen de escasos clientes que a veces son insuficientes.
No conozco a tu artesana de confianza y, como dije, no la meto en ningún saco. Voy a hablar de lo que sé y de lo que he visto.
No estoy hablando de excelencia o de encuadernación de lujo (dentro de que, a día de hoy, y por desgracia, la encuadernación de lujo es un producto de lujo).
Alguna vez me he encontrado alguna página/blog con nivel, pero los videos de Youtube que he visto (dentro de que ni quito mérito ni me parece mal) solo he encontrado un producto muy rústico, en la mayoría de los casos demasiado, y lo mismo puedo decir de los artesanos que he visto que a día de hoy se dedican a esto. Son personas que han aprendido (o improvisado/inventado) un par de técnicas y venden el producto derivado de ellas (que me parece perfecto).
Mi viejo se pasó la adolescencia ayudando en un taller y aprendió un oficio, que es de lo que yo hablaba al referirme a la encuadernación. Luego puedes ser mejor, excepcional o peor, dedicarte a materiales de lujo o no, pero tienes unos conocimientos.
En muchos casos vez que cogen un cordel, atan unas hojas, hacen dos mierdas más y tienen un libro/diario/cuaderno. No, hablo de que, el producto final es un libro de bastante mejor calidad que cualquier buena edición que puedas encontrar en una librería, sumando la mano y el alma del que lo ha hecho.
Hace unos años mi padre encuadernó un archivo de un ayuntamiento, la encuadernación más económica y rápida. Imitación piel (waflex o algo así se llama)... ves la biblioteca y parece cualquier despacho antiguo con sus libros bien hechos. Todos los libros iguales, ordenados, con el lomo dorado (título, numeración y pollas), abres un tomo y lo notas.
Que no digo que esa señora no sepa encuadernar o que mi padre sea la hostia (ni ha trabajado de ello nunca, ni le pone el mimo que un puto enfermo como yo pone a esas cosas), pero el oficio está prácticamente perdido y la mayoría de las cosas que puedes encontrar como encuadernación no se pueden considerar como tal. Sin menospreciarlas en lo más mínimo, solo que hablamos de cosas distintas (dentro de que el oficio de encuadernador incluye y te capacita para hacer cuadernos de todo tipo y calidad).
Comprás un libro que te gusta y lo mandas encuadernar bien, poniéndole una tapa de piel solo por el placer de leerlo así (tocar un libro encudernado en piel es un placer) o para tenerlo en la estantería y que se vea que es importante. Se empieza a joder un libro y lo llevas a encuadernar... Por poner dos ejemplos... ¿quién hace ya esto? y ¿quién lo paga?
Y que me parece de puta madre que compres cuadernos artesanales, como dije todo el mundo debería hacerlo (y se los debería poder permitir, que esa es otra). Ni me metía contigo, ni con la señora... que igual es una buena encudernadora o, sin serlo, hace cosas que merecen la pena... y aun que no las haga si gustan y se venden bien está. Pero el oficio está muerto, si no de qué iba a estar yo aquí comiendo espaguetis pudiendo estar en pijama en el trastero jugando a hacer libros... (esto último es una gilipollez, tengo pensado darle salida al taller en algún momento, ya encontraré el mercado, pero quiero hacer también libros no solo cuadernos).