Siga el video a continuación para ver cómo instalar nuestro sitio como una aplicación web en su pantalla de inicio.
Nota: Esta función puede no estar disponible en algunos navegadores.
si eras un chaval un poco de la calle
Joder mi nivel de gamberrismo era tocar los cojones en los telefonillos de los vecinos,hacer bombas de salfumán,que nos enseñara el chochete alguna vecinilla que se dejara y hacer que mi madre baraja a las diez de la noche a subirme a ostias a casa...
Subias contraste,bajabas brillo y casi veias en blanco y negro las folladas en primer plano...en los planos generales estaba más jodida la cosa.Hasta que en el año 97 mis padres pusieron el plus el plan era ver a que hora empezaba la porno y levantarme como un ninja sin hacer ruido a verla.Los 90 fue también una buena época de gayolearse con los anuncios de los teléfonos eróticos.
Jamás faltaba a mi cita viernes y sábados noche.
Los noventan también chanaban.
Lo de encontrarte porno por ahi tirado,si eras un chaval un poco de la calle, era algo bastante común.
Me acuerdo una vez en el colegio, que dejaron una revista porno troceada
Esto parece una competición de quien se ha meneado la sardina con cosas más viejas y raras.
En una ocasión una vecina, con a, que a la sazón se estaba follando al batería de Los Rodriguez, se dejó, al mudarse, unas cajas llenas de lo que los obreros que hicieron la reforma del piso tras su marcha llamaron "libros" entre risas. Ve, ve, tú que eres de leer mucho, seguro que hay alguno que te interese, guiño guiño codazo codazo, decían. Y yo creí que efectivamente iban a ser libros, hasta que al ver su contenido cual no sería mi sorpresa que me las encontré llenas, pero llenas, de porno. Ojo, eran tres cajas cada una de al menos un metro de alto. Una cantidad tal de revistas con la que hubiera estado haciéndome pajas hasta los treinta y seis, una cosa loca. Cogí todas las que pude, pero no era plan que el colchón levantara dos metros del somier, así que me vi obligado a dejar el 99% de ellas allí.En mi barrio un menda tiro al contenedor una caja enorme,de tv de las antiguas, llena de revistas porno.Eso era lo mas cerca que he estado de sentir que te toque la lotería.
En cuanto asomo la liebre todos los chavales nos pusimos a afanar porno de la caja como si fuésemos rumanos al cobre,algún abuelete revolviendo los restos con un palo también había y recuerdo a una señora despistada que preguntaba si había algún cuento para sus hijos.Me daba palo subir a casa con porno como una enciclopedia larousse de gorda, así que se las acabé dando (las revistas) al chatarrero del barrio por unas canicas.
Lo de encontrarte porno por ahi tirado,si eras un chaval un poco de la calle, era algo bastante común.
Biblioteca pública donde tenían "el jueves" y luego en casa tirar de memoria
Utilizamos cookies esenciales para que este sitio funcione, y cookies opcionales para mejorar tu experiencia.