Me encanta el universo Bod Esponja. Es una de mis series favoritas de todos los tiempos, me enganché a ella cuando la vi por primera vez, hace ya unos años, en la Mtv a horas intempestivas y un capítulo por semana. Cada personaje de esa serie está mucho más trabajado que todos los protagonistas de todas las series españolas y probablemente que los protagonistas de muchas novelas de las que se venden a miles. Bod esponja es mi héroe, un tipo que vive solo y no se le conoce novia, encarna la felicidad bobalicona. Y su amigo Patricio, el típico amigo o primo subnormal que todos tenemos y que aunque nos saque de quicio en el fondo le queremos. Calamardo, me identifico plenamente con él. Un solitario, vanidoso, cómodo, cascarrabias y sin ningún talento que toca el clarinete y sueña con ser una figura mundial, pero en realidad es un cuarentón envidioso de todo aquel que haya triunfado mientras él se pudre en un trabajo de mierda y en una casa en la que jamás ha pisado una fémina. Arenita, la sabelotodo, me jode no por ser lista, sino porque es la única lista de la serie y encima es hembra. Y qué decir de Don Cangrejo, alias abdomen acorazado. Me he reído con ese personaje como no me he reído con ningún otro personaje que haya visto o leído, me recuerda al viejo avaricioso de El Tartufo. Placton y su mujer computadora, sin duda un guiño al forero medio. La señora Puff, una gorda mórbida con voz y modales de solterona reprimida; Perca Perkin, el reportero multiusos; el granjero Jenkins, un retrato de la américa profunda de Trump; Tritonman y niño Percebe, dos superhéroes que viven en una residencia de ancianos luchando contra su propia demencia senil y contra la soledad y el olvido, reflejo del crepúsculo de los dioses; Larry el cachas, ese personaje siempre me ha recordado el subnormal de Black Adder, no sé el porqué. Gary, el caracol tocapelotas parásito. Perlita, la hija adolescente de Don Cangrejo, con su eterno inconformismo y sus caprichos de la edad del pavo. Y toda la puta ciudad entera de Fondo de Biquini, los personajes de los bosques, de las cavernas, el Holandés Errante. Pachi el pirata, el único personaje de carne y hueso que vive en Encino con su loro de trapo. El nexo de unión entre ese mundo submarino y la superficie. Ese universo mezcla de una playa caribeña, la periferia de una ciudad estadounidense y el imaginario de las profundidades marinas de Julio Verne. Hay otro personaje manejado magistralmente; la masa aborregada. El tumulto, las aglomeraciones, los barullos multitudinarios, son frecuentes y representan a un ente que pocas veces he visto tan bien plasmado.
Sus historias son siempre diferentes y no tienen nada que ver con el adoctrinamiento subliminal de otras serie de dibujos ñoñas, son historias reales del día a día pasados por el tamiz de unos personajes fantásticos y muy bien definidos, en un universo perfectamente construido y con el único propósito de entretener.
Personajes asexuados en su mayoría, atrapados en trabajos de mierda, mal pagados, peterpanes con figuras acuáticas, personajes que se niegan a crecer mentalmente, vidas que esconden fracasos personales y sociales, individuos que ambicionan y anhelan de día pero por las noches, al acostarse y apagar la luz, temen a la recurrente pesadilla de su existencia. Con limitaciones intelectuales claras, inestabilidades emocionales, con los miedos propios de la sociedad actual. Inmersos en un mundo delirante donde cualquier cosa puede ser posible enmarcado en una replica de la vida real contemporánea.
Disfruto mucho de esos dibujos, mucho. Me encanta verlos junto a mi sobrina y saber que a ella también le gustan, somo los dos únicos de mi familia que los vemos, aunque algunas veces hayamos reñido por culpa del mando y su capricho de querer ver Fronzen o las Monster High.
No nos olvidemos de la voz en off, magistral, y de los carteles y cortinillas para cambiar de secuencia. Sencillamente es una obra maestra toda en su conjunto. Los capítulos van rodados, los personajes lo bordan y la edición es fresca e impactante. Para mí una seria diez.
Y ahora, cantad todos conmigo en voz alta.
¿Estáis listos, chicos? ...