Yo tengo dos este año: una de amigotes y otra de compañeros de clase.
A la primera, que era la que más ilusión me generaba, iré con la mosca detrás de la oreja. La razón es muy sencilla: algo que se planteó con ilusión por mi parte con la idea de reunir a los amigos (llevamos sin juntarnos todos bastante tiempo, por una cosa u otra), se ha convertido en un coñazo por culpa de una tía y algún que otro tieso.
En el caso de la tía, es una embarazada que pone pegas a TODO: no puede estar de pié, no quiere pagar para ir a un sitio en el que la bebida es abundante porque ella no puede beber alcohol, no puede comer según qué alimentos...y una larga lista de interminables "peros" que solo parecen diluirse cuando se opta por ir al sitio propuesto por ella (una pizzería de mierda). Más que una embarazada parece una niña burbuja, con tantas cosas que no puede hacer. Jamás he visto una embarazada asumir mejor su papel.
En el caso del tieso, coincide con ser el marido de la embarazada. Un amigo al que quiero muchísimo, pero que está lobotomizado desde que se casó. Se puede permitir coche, dos alquileres y tener un bebé en camino, pero la cena de navidad no puede sobrepasar los 20 pavos por barba, "que no está la cosa para derrochar". Eso sí, menú cerrado con platos a elegir y bebida. Por 20€. Y después copas.
A la segunda no sé si iré, porque me han puesto una reunión de trabajo el día antes en la otra punta del país, y porque la gente que va a ir es la que menos me apetece ver. Así de sencillo.
Edito para dar mi enhorabuena Gregory, no sabía que estuviera currando otra vez.