cuellopavo
Frikazo
- Registro
- 23 Abr 2006
- Mensajes
- 14.944
- Reacciones
- 8.345
La mujer ha sido objeto de los más ocurrentes y a veces disparatados asertos por parte de los hombres, que por muy sabios que hayan sido siempre han sucumbido ante este enigma de la Naturaleza.
Me propongo en este hilo ir desgranando algunas de las "perlas" que sobre ella han vertido los más sesudos pensadores de todos los tiempos, sin eludir a los más misóginos, que son, si no los más perspicaces, sí los más chistosos.
El desconcierto que la condición femenina ocasiona en muchos hombres, lleva a algunos a salirse por la tangente:
"Las mujeres parecen primero ángeles, luego supone uno si serán demonios, y poco a poco empieza uno a comprender, que son hembras, como las yeguas, como las vacas..." Pío Baroja
Tampoco nuestro gran Cervantes se queda manco, por más que lo fuera, a la hora de declarar su desconcierto ante la enigmática y "mudable" -uno de los tópicos- condición femenina:
"Pero, ¿quién hay en el mundo que se pueda alabar que ha penetrado y sabido el confuso pensamiento y condición mudable de una mujer? Ninguno, por cierto".
Ni en su tono más poético no abandona su finísima ironía:
"Es de vidrio la mujer;
pero no se ha de probar
si se puede o no quebrar,
porque todo podría ser.
Y es más fácil el quebrarse,
y no es cordura ponerse
a peligro de romperse
lo que no puede soldarse.
Y en esta opinión estén
todos, y en razón la fundo:
que si hay Dánaes en el mundo,
hay pluvias de oro también".
Sobre que no hay mujer fea, nos dice:
"Ninguna es fea, como tenga bríos. Feo es el diablo".
Y a mí me parece lo mismo, que a la mujer le pasa como a los libros, que no hay ninguna que por fea que parezca no contenga alguna hermosura, del mismo modo que no hay libro tan malo que no contenga nada bueno. Y no me refiero sólo a las gracias que se ocultan bajo los más íntimos ropajes.
El arma principal de la mujer, según creen muchos, siempre fue su belleza, y para realzarla nunca ha escatimado esfuerzos, por más que hoy algunas progres, tras el correspondiente viaje a la India, no se depilen el bigote y se dejen crecer los pelos del sobaco... Eso hasta los cuarenta como mucho, si no quieren quedarse para vestir santos.
Anacreonte abunda en el tema en su “Oda a la belleza”:
“Zeus concedió los cuernos al toro, los cascos al caballo, las patas ligeras a la liebre, la boca armada de dientes al león, las espinas a los peces, las alas rápidas a los pájaros y al hombre la razón. Nada le quedó para ser concedido a la mujer. Y entonces le otorgó la belleza, para que dispusiera de ella en lugar de las garras, las alas o cualquier otra cosa. He aquí por qué las mujeres hermosas vencen incluso al hierro y al fuego”
Y esto lo dijo un personaje cuyo nombre no recuerdo, y ustedes tampoco:
"La mujer fea es más fuerte que la mujer bella, pues la fea se alía con la astucia para encontrar la maldad y la doncella acaba siendo esclava de su belleza"
No podía faltar el cacareado y misógino Oscar Wilde:
"En el mundo hay dos clases de mujeres. Las feas... y las que se pintan".
La feminidad... Siempre me han gustado las mujeres "muy femeninas". Otra cosa es que sepa en qué consiste eso de la feminidad, que debe ser algo alado, como las compresas.
Veamos lo que decía el sesudo moralista Fernández de Moratín:
"La mujer que gusta de domar caballos, despídase de enamorar corazones: toda acción de fuerza es extraña a ellas, y en tanto son amables, en cuanto nos parecen débiles".
Alfonso el Sabio: "Non es guisada nin honesta cosas que la mujer tome oficio de varón"
Y esta, de Rousseau "Una mujer letrada será soltera toda la vida, mientras haya hombres sensatos en la tierra"
Me propongo en este hilo ir desgranando algunas de las "perlas" que sobre ella han vertido los más sesudos pensadores de todos los tiempos, sin eludir a los más misóginos, que son, si no los más perspicaces, sí los más chistosos.
El desconcierto que la condición femenina ocasiona en muchos hombres, lleva a algunos a salirse por la tangente:
"Las mujeres parecen primero ángeles, luego supone uno si serán demonios, y poco a poco empieza uno a comprender, que son hembras, como las yeguas, como las vacas..." Pío Baroja
Tampoco nuestro gran Cervantes se queda manco, por más que lo fuera, a la hora de declarar su desconcierto ante la enigmática y "mudable" -uno de los tópicos- condición femenina:
"Pero, ¿quién hay en el mundo que se pueda alabar que ha penetrado y sabido el confuso pensamiento y condición mudable de una mujer? Ninguno, por cierto".
Ni en su tono más poético no abandona su finísima ironía:
"Es de vidrio la mujer;
pero no se ha de probar
si se puede o no quebrar,
porque todo podría ser.
Y es más fácil el quebrarse,
y no es cordura ponerse
a peligro de romperse
lo que no puede soldarse.
Y en esta opinión estén
todos, y en razón la fundo:
que si hay Dánaes en el mundo,
hay pluvias de oro también".
Sobre que no hay mujer fea, nos dice:
"Ninguna es fea, como tenga bríos. Feo es el diablo".
Y a mí me parece lo mismo, que a la mujer le pasa como a los libros, que no hay ninguna que por fea que parezca no contenga alguna hermosura, del mismo modo que no hay libro tan malo que no contenga nada bueno. Y no me refiero sólo a las gracias que se ocultan bajo los más íntimos ropajes.
El arma principal de la mujer, según creen muchos, siempre fue su belleza, y para realzarla nunca ha escatimado esfuerzos, por más que hoy algunas progres, tras el correspondiente viaje a la India, no se depilen el bigote y se dejen crecer los pelos del sobaco... Eso hasta los cuarenta como mucho, si no quieren quedarse para vestir santos.
Anacreonte abunda en el tema en su “Oda a la belleza”:
“Zeus concedió los cuernos al toro, los cascos al caballo, las patas ligeras a la liebre, la boca armada de dientes al león, las espinas a los peces, las alas rápidas a los pájaros y al hombre la razón. Nada le quedó para ser concedido a la mujer. Y entonces le otorgó la belleza, para que dispusiera de ella en lugar de las garras, las alas o cualquier otra cosa. He aquí por qué las mujeres hermosas vencen incluso al hierro y al fuego”
Y esto lo dijo un personaje cuyo nombre no recuerdo, y ustedes tampoco:
"La mujer fea es más fuerte que la mujer bella, pues la fea se alía con la astucia para encontrar la maldad y la doncella acaba siendo esclava de su belleza"
No podía faltar el cacareado y misógino Oscar Wilde:
"En el mundo hay dos clases de mujeres. Las feas... y las que se pintan".
La feminidad... Siempre me han gustado las mujeres "muy femeninas". Otra cosa es que sepa en qué consiste eso de la feminidad, que debe ser algo alado, como las compresas.
Veamos lo que decía el sesudo moralista Fernández de Moratín:
"La mujer que gusta de domar caballos, despídase de enamorar corazones: toda acción de fuerza es extraña a ellas, y en tanto son amables, en cuanto nos parecen débiles".
Alfonso el Sabio: "Non es guisada nin honesta cosas que la mujer tome oficio de varón"
Y esta, de Rousseau "Una mujer letrada será soltera toda la vida, mientras haya hombres sensatos en la tierra"