Chester_Arthur
Veterano
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Y van bastantes años viviendo lejos de casa y dependiendo de mi buena mano no solo para darme placer onanista, sino para desarrollar el noble arte de la cocina. Yo, que siempre había pensado que la comida surgía directamente de la mesa espontáneamente, el primer día de soledad me di cuenta de la cruda realidad, y uno se puso al tajo.
A grandes males, grandes remedios, enseguida descubri la pasta, ¿quien en su etapa de estudiante no ha adorado la pasta?, esa incansable compañera de fatigas, que es tan imprescindible en la vida del estudiante como los libros, los porros o los jueves por la noche.
Con el tiempo he ido perfeccionando el modo de prepararla, al principio todo es entusiasmo y adrenalina, por el hecho de crear algo, te sientes como un Dios. Le vas poniendo cosas, su cebollita picada, un poco de jamón serrano, carne picadita, etc... Pero al final vas pasando y hay veces que, directamente ni escurres la pasta.
Otro imprescindible en el piso son las salchichas de frankfurt y las pizzas precocinadas, en todo piso que se aprecie hay un pequeño altar en honor a Hacendado.
Pero hay temporadas en la universidad donde puedes llegar a comer verdaderas porquerías, yo una vez estuve subsistiendo con una pizza familiar del telepicsa durante cuatro días sin salir apenas de la habitación.
Finalmente cuando has llegado al punto de haber engordado 12 kilos y estar al borde del infarto de miocardio te replanteas seriamente tu rutina, y acabas haciéndote verduritas, y en ese punto me hallo, en el de la judía verde.
Así que amigos, iluminadme con vuestra experiencia y contarme que mierdas os hacíais u os hacéis para comer los que os tenéis que haceros vuestra comida.
A grandes males, grandes remedios, enseguida descubri la pasta, ¿quien en su etapa de estudiante no ha adorado la pasta?, esa incansable compañera de fatigas, que es tan imprescindible en la vida del estudiante como los libros, los porros o los jueves por la noche.
Con el tiempo he ido perfeccionando el modo de prepararla, al principio todo es entusiasmo y adrenalina, por el hecho de crear algo, te sientes como un Dios. Le vas poniendo cosas, su cebollita picada, un poco de jamón serrano, carne picadita, etc... Pero al final vas pasando y hay veces que, directamente ni escurres la pasta.
Otro imprescindible en el piso son las salchichas de frankfurt y las pizzas precocinadas, en todo piso que se aprecie hay un pequeño altar en honor a Hacendado.
Pero hay temporadas en la universidad donde puedes llegar a comer verdaderas porquerías, yo una vez estuve subsistiendo con una pizza familiar del telepicsa durante cuatro días sin salir apenas de la habitación.
Finalmente cuando has llegado al punto de haber engordado 12 kilos y estar al borde del infarto de miocardio te replanteas seriamente tu rutina, y acabas haciéndote verduritas, y en ese punto me hallo, en el de la judía verde.
Así que amigos, iluminadme con vuestra experiencia y contarme que mierdas os hacíais u os hacéis para comer los que os tenéis que haceros vuestra comida.