Das Ich
Clásico
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- 24 Jun 2005
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Hace años que leo en varias revistas y web's distintos artículos sobre este fenómeno. En ellos se cuenta la historia de personas que murieron calcinadas, al parecer, por un terrible calor que les surgía del interior del cuerpo y aparentemente sin motivo.
Un famoso ejemplo es el del doctor J. Bentley.
El doctor J. Bentley, un médico retirado, vivía en la planta baja de un edificio en Coudersport, Pennsylvania. En la mañana del 5 de diciembre de 1966, Don Gosnelí entró en el sótano del edificio para leer el contador del gas. Vio extrañado que en el sótano flotaba un extraño humo azul claro de olor desagradable.
Gosnelí descubrió casualmente, en un rincón, un montón de cenizas. Cuando entró nadie había respondido a su saludo, de modo que decidió ir a echar un vistazo al anciano. En el dormitorio había el mismo humo extraño, pero ni rastro del doctor Bentley. Gosnelí miró en el cuarto de baño y se enfrentó con una visión que no olvidará nunca.
El suelo estaba quemado y en él se abría un enorme hoyo por donde se veían las tuberías y vigas que habían quedado al descubierto. Al borde del hoyo vio un trozo de pierna marrón, desde la rodilla hasta abajo, como la de un maniquí. Gosnelí huyó del edificio a toda prisa, y fue a dar parte de su macabro descubrimiento.
Todos los casos tienen características en común:
- Normalmente las víctimas son personas de avanzada edad.
- También es destacable el hecho de que la mayoría consumían alcohol frecuentemente.
- Muchas veces la ropa de las víctimas y su entorno no han sido afectados por el fuego
- En ningún caso se ha detectado ningún tipo de combustible que acelerase y mantuviese vivo el fuego el tiempo necesario para calcinar un cuerpo.
¿Que pensáis acerca de esto? ¿Verdadero o falso? ¿Creéis que es posible que un cuerpo arda de repente y no pare hasta que el cadáver se haya convertido en cenizas?
Un famoso ejemplo es el del doctor J. Bentley.
El doctor J. Bentley, un médico retirado, vivía en la planta baja de un edificio en Coudersport, Pennsylvania. En la mañana del 5 de diciembre de 1966, Don Gosnelí entró en el sótano del edificio para leer el contador del gas. Vio extrañado que en el sótano flotaba un extraño humo azul claro de olor desagradable.
Gosnelí descubrió casualmente, en un rincón, un montón de cenizas. Cuando entró nadie había respondido a su saludo, de modo que decidió ir a echar un vistazo al anciano. En el dormitorio había el mismo humo extraño, pero ni rastro del doctor Bentley. Gosnelí miró en el cuarto de baño y se enfrentó con una visión que no olvidará nunca.
El suelo estaba quemado y en él se abría un enorme hoyo por donde se veían las tuberías y vigas que habían quedado al descubierto. Al borde del hoyo vio un trozo de pierna marrón, desde la rodilla hasta abajo, como la de un maniquí. Gosnelí huyó del edificio a toda prisa, y fue a dar parte de su macabro descubrimiento.
Todos los casos tienen características en común:
- Normalmente las víctimas son personas de avanzada edad.
- También es destacable el hecho de que la mayoría consumían alcohol frecuentemente.
- Muchas veces la ropa de las víctimas y su entorno no han sido afectados por el fuego
- En ningún caso se ha detectado ningún tipo de combustible que acelerase y mantuviese vivo el fuego el tiempo necesario para calcinar un cuerpo.
¿Que pensáis acerca de esto? ¿Verdadero o falso? ¿Creéis que es posible que un cuerpo arda de repente y no pare hasta que el cadáver se haya convertido en cenizas?