Respuesta obvia, sí, es cruel. Y no sólo un poco.
Pero mis otras infidelidades llegaron mucho más tarde, con ella fueron unos diez años de idas y venidas. Y no hubo otras hasta mucho tiempo después, supongo que me había acostumbrado a tener otra vida paralela y necesitaba volver a sentir eso, lo que me llevó a follarme a todo lo que se me pusiera a tiro una vez que decidimos separarnos. Ahora entraré en esa época. Pero antes, otro aspecto que me gusta de esta chica es que es cero dramática. Tiene muy claro "lo que hay" aunque esa expresión no le guste y yo ya la evite para no joderle. Lo aceptamos así y ya no nos planteamos lo que somos, lo hemos hablado mucho y sabemos que en cualquier momento que uno llame al otro volveremos a caer.
Tras casarse estuvimos un año sin apenas contacto más que algún mail para hablar de cómo nos iba en la vida laboral, todo muy cordial, pero un día, de casualidad, coincidimos en el SIMO, aquello fue toda una sorpresa y quedamos luego por el centro de Madrid, cena, un par de copas y ella tenía un carácter muy de tío para dejar claras sus intenciones. Me dijo que ahora nos íbamos a su hotel, que estaba cerca de Ifema y así sería más cómodo para los dos al día siguente. Estuvimos toda la noche follando y nos fuimos sin dormir a trabajar de nuevo. Yo a mi stand y ella de reuniones de trabajo. Por la tarde volvía y apenas tuvimos tiempo de tomar un café y despedirnos. Ahí nos volvimos a enganchar, quedando varias veces entre semana, ir a comer, ir al cine, como una pareja normal.
Si relación ya no iba bien, su marido era un pusilánime y sexualmente no le ponía. Así que yo cubría sus necesidades y seguimos meses y meses y diría que hasta un par de años, cuando ella ya pensaba dejarle volvimos a hablar y replantearnos en serio lo nuestro. En esa época ella si que llegó a presionarme y decidimos irnos juntos de vacaciones. Una semana a un hotel rural de montaña. Excursiones, piscina, sexo, todo idílico y hablamos de esperar a la última noche para decidir qué hacíamos. Le pedí más tiempo y ella entendió que no iba a dejar a mi pareja. La vuelta en coche fue muy triste y volvimos a separarnos aunque ella me iba poniendo al día de su divorcio, de que ya vivía sola de nuevo y que cuando quisiera su piso estaba abierto para mi. Acepté la "directa" y volvimos a vernos, su casa era nuestro punto de encuentro casi diario, era acabar de trabajar y estar ahí, desnudos, tomando una cerveza, disfrutando de nosotros, ella superando su divorcio junto a mi. Pero también tenía que acabar esa etapa y ella rehacer su vida, encontrar a alguien de nuevo y olvidarnls definitivamente.
Cero contacto en años y yo perdido sin ella empecé a buscarme la vida y a buscar otras mujeres casadas para sustituirla, me fue imposible hasta años después, pero en ese impass ni se la de mujeres que llegué a conocer, benditas redes sociales y mujeres insatisfechas en sus matrimonios. Era todo muy fácil, demasiado, y no solía repetir con ninguna.