En Francia te llevas a los críos al cine por Navidad y te montan la película en la propia sala:
Polis armados pidiendo el pasaporte covid a las abuelas y a los críos que han ido a ver los minions o lo que cojones se estrene estas navidades en ese país de mierda (añádelo a Australia y Canadá
@RogueTrade27).
Luego para darse una vuelta por La Castellane de Marsella ya es que les pilla mal y tal.
La verdad es que parece todo un poco demasiado orquestado para joder a los de piel clara, aburrirles con restricciones y vacunarles para extinguirles.
Se necesita un nuevo líder, un guía, un senescal. Un hombre en el que los pueblos europeos puedan confiar ciegamente. Un libertador de los cristianos caucásicos. Alguien dispuesto a reducir esta mierda china a cenizas y encarcelar a quienes toman por tontos, atemorizan a poblaciones enteras y ponen en riesgo la salud de gente sana e inocente con un vil pinchazo inservible. Alguien que se juegue el todo por el todo para defender un continente asolado hasta las trancas por el marxismo cultural y el globalismo pro-vacuna.
Por qué hay tanto interés oculto en controlar de un modo y otro a la población. De acallarla, de someterla, de reducir su juicio sobre la realidad, se no dejarle ver lo que sucede a su alrededor.
No hay conspiración. Es realidad. La misma realidad que concluye que de tres vacunados y uno no, enferman los tres que están vacunados y el que no sale indemne.
Seguiremos la luz de la estrella. La estrella que alumbra el nacimiento del Dios único y verdadero en Belén. Al silenciado bebé Rey de la cristiandad. El rey de Reyes. El único salvador de la tiranía que se está ejerciendo sobre los piel claras Europeos.
No hay derecho a seguir así. Basta ya de restricciones. Rezo por Noleck y su regreso a la vieja Europa. Los australianos, europeos piel clara también padecen el sufrimiento mundial del bicho de los cojones. Una locura a la que nos enfrentamos todos. No desde el miedo. Desde el valor que la fé, la religión y las armas nos dan.
Necesitamos una salvación. Un momento de comunión con Dios. Poner fin a esta farsa.
No podemos seguir poniendo el otro brazo para que nos vacunen con más y más dosis. Nadie va a parar esto. Alzad la voz hijos del verdadero Dios.