Menuda DESCOJONACIÓN.
El pánico se ha desatado por la calle. Todas las farmacias con carteles de "no hay tests" y con colas, todo dios con mascarilla por la calle, todo el mundo como pollo sin cabeza. En mi entorno cercano, media docena de contagiados. De ellos, una persona sin vacunar con síntomas de catarro leve, el resto todos vacunados con síntomas de catarro fuerte a muy fuerte. Todo el mundo tosiendo y moqueando por todas partes.
Ómicron es esto: indistinguible de un catarro e insensible a las vacunas, que se revelan inútiles ante esta nueva variante que está pillando to quisqui.