Al final me temo que no será tan exhaustivo, el hombre propone y el destino dispone...
"Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla...", decía el poeta. Yo, más modestamente, recuerdo esas noches televisivas, cuando a las 22 h. Crockett y Tubbs se enfrentaban a sicarios, drogadictos y proxenetas al grito de
ALTO, MIAMI ANTIVICIO
Ya entonces se daba algo que se repetiría a lo largo de mi vida, más que el par de guaperas vestidos de Adolfo Domínguez, a mí los que me caían bien eran Zito y Switek, los secundarios cutres y leales e Izzy, el chivato que poco a poco iba ganando protagonismo. Secundario cutre y leal: Ya lo dice mi padre: "No asomes mucho la cabeza, porque te la pueden cortar (y aquí se refería a la otra)".
¡Qué jodido era el juego de Spectrum! ¿Alguien logro detener a Mr. X?
Intento mínimamente dar algo de coherencia a esto
Don Johnson... ¿qué decir de tal pollo? Una relación tormentosa con la mujer de Antoniou (sin duda, lo mejor que ha hecho el malagueño, aparte de las lays, es levantársela) marcada por las drojas y el cohol, y una carrera netamente televisiva (miento, siempre nos quedará "Tin cup", pero Costner merece un capítulo aparte, hahaha cabrón también te estás quedando calvo...).
Disculpen la digresión, ¿dónde estábamos? Ah, sí, caminando por las calles de una ciudad plagada de art-decó (¿se dice así, no?), tonos pastel y culos impagables como los de las jacas en bikini de las letras del principio.
Corrupción en Miami (a partir de ahora, CEM) se iba a llamar inicialmente MTV Cops, en el piloto, rodado en un orwelliano 1984, aparecía el teniente Lou Rodriguez (Gregory Sierra). Un tipo feo y seguramente anticastrista, quizá por eso me gustó que en los siguientes episodios apareciera alguien grande como Edward James Olmos, el teniente Castillo.
Las dos polis: Gina Calabrese (Saundra Santiago) y Trudy Joplin (Olivia Brown). Poco hay que decir de ellas, seguramente el productor las escogió por feas, y a la negra se la calzó Bruce Willis antes de casarse con Gimme More.
Jimmy Smits, antes de ser abogado en LA law (lo pongo en inglés, que queda más cool), con el careto de malfactor (perdonen, se me escapa el vernáculo) payoponi solo podia ser algo en esa serie: No, no cantaba con Phil Collins... Era de los malotes en algún episodio.
Salían cantantes ochenteros like Glenn Frey o Kate Bush y cameos de famosillos (igual, que hoy en las pelis españolas o en tertulias marcianas).
¿Se me olvida algo? Coño, el negro. Ricardo Tubbs, interpretado por Philip Michael Thomas. ¿Alguien se acuerda que hiciera algo más? Yo, por desgracia sí. Era la comparsa de Bud Spencer en "Extralargo", donde repetía similar rol a CEM. Sin duda, ha debido prodigarse en los medios: tener 10 hijos con cinco mujeres distintas supone un pico en pagar alimentos.
Pero sin duda, lo mejor de la serie es Jan Hammer. Su organillo ha vendido más discos que ningún otro. Su banda sonora sigue ostentando el cetro de ser la más vendida de una serie de televisión (destronando al Peter Gunn de Henry Mancini). Y es que lo tiene todo: el tema principal para ponerse las pilas tanto como herr pitercito cuando se conecta al msn, y el melancólico Crockett's Theme para cuando
te las van metiendo dobladas día sí y el otro también. Te pones las gafas de sol, te tumbas en el yate al lado del caimán y hala (¿va con hache, no? Yo es que de letras no me cosco mucho) a escuchar el temazo y a decir "Todas putas"...
Más datos superfluos:
El ferrari Daytona era un corvette modificado, cuando lo reventaron en un episodio, la Ferrari vio la posible publicidad y les soltó un Testarossa (¿se imaginan a Cojones con un Testarossa? Sería algo sovervio de ver, yo acudiría inmediatamente a Asuntos Internos a hablar con Andy García).
Tengo apuntados los dos tipos de yate que tenía en la serie el croqueta pero me da pereza apuntarlos. Si a alguna forera le interesan, ya sabe, me lo pida por MP y de paso les enchufo mi libidinoso msn (si es que soy más listo que el hambre).
El caimán se llamaba Elvis y el nombre de Sonny Crockett ya lo llevó un poli racista en un episodio anterior de Hill Street Blues (el guionista de ambas Anthony Yerkovich era un perrazo y no se mataba con los nombres).
Seguro que me dejo algo en el tintero (mentira, no tengo tintero). De Michael Mann, el productor, ya hablaremos otro día in extenso, cuando tenga ganas de hablar sobre su gran película "El torreón". Nazis, demonios transilvanos y Tangerine Dream... ¿Qué más se puede pedir?
Unas rubias me esperan en el bar, y no tengo ganas de que se calienten antes de beberlas.
Auf wiedersehen, mes amis
(y sin un puto emoticono)