Peter Falk
Veterano
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- 25 Nov 2024
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Llevo tiempo dándole vueltas a sugeriros abordar este asunto. Va turra, sorry.
Es agradable compartir un encuentro gozoso con una dama implicada del que salimos satisfechos. Según vamos conociendo las personalidades de los distintos compañeros podemos tomar como referencia su experiencia para incluir la susodicha en nuestra agenda de futuribles más o menos inmediatas. Cuando comprobamos que la recomendación es para nosotros igualmente satisfactoria, lo reflejamos. Así el foro se va nutriendo y los parroquianos nos regocijamos en el sexo placentero que es de lo que se trata.
Hay compañeros que prefieren unos perfiles u otros, casas o indepes, precios, tipos de encuentros, unas determinadas prácticas o bien otras distintas. Unos se expresan de manera más atildada, otros más certeros o bien humorados, los hay más rudos tambíen. En fin que con el tiempo este foro librepensador y libertario va tomando forma para decepcionados de otras negras cavernas o nuevos allegados que acuden a aportar sus experiencias.
Mis cuitas tienen que ver cuando la experiencia no cumple nuestras expectativas. ¿Qué hacer? Si expresamos una crítica en caliente, en plena decepción por los cuartos gastados que no nos han aportado el placer requerido corremos el riesgo de ser censores en exceso. Unos comentarios no satisfactorios de un forero reputado pueden hacer mella en la tropa y perjudicar la agenda de una deteminada profesional. Cierto es que hay que ser cautos en la palabra, justos en el reproche. Pero al tiempo gocemos de la libertad de expresarnos como nuestro sano juicio nos aconseje para advertir sobre la falta de implicación de una dama.
No es menos cierto que pocas cosas habrá más subjetivas que nuestra opinión basada en nuestra experiencia. Pero el sesgo si se arrincona lo suficiente no debe nublarnos el juicio ni impedirnos la equilibrada reprobación si así lo estimamos oportuno. Aunque buena cosa es al tiempo, reflexionar sobre cual fue nuestra actitud durante la cita.
Aconteció un reciente episodio en el foro a cuenta de una señorita airada en modo sumo y se montó un buen pitote. La dama fue sin duda desmedida en los agravios para con los usuarios del foro pero me dió que pensar sobre las repercusiones de las opiniones negativas sobre ellas.
Sus atenciones cuando las ofrecen a plena satisfacción convengamos que son un raro privilegio. Por el que pagamos buenas monedas bien cierto, pero que nos brinden su intimidad de manera plena y gozosa personalmente lo considero una gracia. Aunque para ellas sea bussines, en algunos casos al menos nos hacen creer que hay conexión real.
Hay quien diga: yo pago, yo ordeno, yo exijo. Y como quiera que pago están a mi pleno servicio. Soy el ciente yo pongo las condiciones y si no que no se anuncien.
Mi opinión es que el servicio que ofrecen dista mucho de ser el de un restarurante, el de un hotel o un chófer. El sexo es energia, expresión íntima, comunicación de piel, goce entre dos. No es algo mecánico, prefabricado o maquinal.
Con el paso del tiempo y las experiencias soy más exigente conmigo mismo a la hora de expresar una decepción y trato de ser lo más honesto posible antes de verter una crítica con una chica. Es complicado el equilibro. Gracias por leer.
Es agradable compartir un encuentro gozoso con una dama implicada del que salimos satisfechos. Según vamos conociendo las personalidades de los distintos compañeros podemos tomar como referencia su experiencia para incluir la susodicha en nuestra agenda de futuribles más o menos inmediatas. Cuando comprobamos que la recomendación es para nosotros igualmente satisfactoria, lo reflejamos. Así el foro se va nutriendo y los parroquianos nos regocijamos en el sexo placentero que es de lo que se trata.
Hay compañeros que prefieren unos perfiles u otros, casas o indepes, precios, tipos de encuentros, unas determinadas prácticas o bien otras distintas. Unos se expresan de manera más atildada, otros más certeros o bien humorados, los hay más rudos tambíen. En fin que con el tiempo este foro librepensador y libertario va tomando forma para decepcionados de otras negras cavernas o nuevos allegados que acuden a aportar sus experiencias.
Mis cuitas tienen que ver cuando la experiencia no cumple nuestras expectativas. ¿Qué hacer? Si expresamos una crítica en caliente, en plena decepción por los cuartos gastados que no nos han aportado el placer requerido corremos el riesgo de ser censores en exceso. Unos comentarios no satisfactorios de un forero reputado pueden hacer mella en la tropa y perjudicar la agenda de una deteminada profesional. Cierto es que hay que ser cautos en la palabra, justos en el reproche. Pero al tiempo gocemos de la libertad de expresarnos como nuestro sano juicio nos aconseje para advertir sobre la falta de implicación de una dama.
No es menos cierto que pocas cosas habrá más subjetivas que nuestra opinión basada en nuestra experiencia. Pero el sesgo si se arrincona lo suficiente no debe nublarnos el juicio ni impedirnos la equilibrada reprobación si así lo estimamos oportuno. Aunque buena cosa es al tiempo, reflexionar sobre cual fue nuestra actitud durante la cita.
Aconteció un reciente episodio en el foro a cuenta de una señorita airada en modo sumo y se montó un buen pitote. La dama fue sin duda desmedida en los agravios para con los usuarios del foro pero me dió que pensar sobre las repercusiones de las opiniones negativas sobre ellas.
Sus atenciones cuando las ofrecen a plena satisfacción convengamos que son un raro privilegio. Por el que pagamos buenas monedas bien cierto, pero que nos brinden su intimidad de manera plena y gozosa personalmente lo considero una gracia. Aunque para ellas sea bussines, en algunos casos al menos nos hacen creer que hay conexión real.
Hay quien diga: yo pago, yo ordeno, yo exijo. Y como quiera que pago están a mi pleno servicio. Soy el ciente yo pongo las condiciones y si no que no se anuncien.
Mi opinión es que el servicio que ofrecen dista mucho de ser el de un restarurante, el de un hotel o un chófer. El sexo es energia, expresión íntima, comunicación de piel, goce entre dos. No es algo mecánico, prefabricado o maquinal.
Con el paso del tiempo y las experiencias soy más exigente conmigo mismo a la hora de expresar una decepción y trato de ser lo más honesto posible antes de verter una crítica con una chica. Es complicado el equilibro. Gracias por leer.
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