del CARISMA bizantino, damas y caballeros...

Don Jaume

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2 Dic 2005
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Tanto en Bizancio como en los ambientes que gozaron de su influencia, las imágenes tenían un alcance preciso: eran la expresión de la FE.

Por su elección y por su disposición formaban un comentario pictórico de la liturgia y del simbolismo de esa liturgia (al tiempo que del simbolismo de la iglesia como edificio, vraiment...). No hay que olvidar, tampoco, cómo las imágenes sagradas, al ser portadoras de una parte de la energia divina, invitaban a su contemplación por los beneficios que reportaban cara a la salvación de los fieles.

Tengo en mi mente ahora mismo los bellos monasterios del siglo XI de Hosios Meletios, en el Himeto, cerca de Mégara... Quizá uno de los lugares más HERMOSOS que conozco...

Al parecer, a los ojos de los teólogos, la iglesia contaba con dos lugares de honor. En la cúpula, que figura el Cielo, aparecía Cristo, imagen del Dios invisible rodeado de la milicia angélica. En la concha del ábside, la Virgen sostiene al Niño sentado entre ambas rodillas, recordándonos la Divina Encarnación de Dios Nuestro Señor. La conexión entre ambas representaciones se produce por medio de una composición original, la Hetimasía: en un trono vacío, preparado para el Juicio Final, están dispuestos los instrumentos de la Pasión. Es el recuerdo de la primera venida de Cristo al mundo y el anuncio de la segunda.

El resto del santuario está dedicado al misterio que se celebra cada día tras las puertas cerradas del iconostasio: la EUCARISTÍA. La escena más notable es la Divina Liturgia: Cristo, servido por los ángeles que llevan los atributos de los diáconos, celebra por sí mismo la liturgia, o da la comunión, bajo las especies del pan y del vino, a los Apóstoles alineados en dos filas a derecha e izquierda del altar. En los muros, cerca del altar, se sitúan los grandes sacerdotes del Antiguo Testamento que prefiguran a Cristo: Abraham, Aarón... En los ábsides laterales, escenas que se relacionan con el divino sacrificio.

Las naves se dedican, esencialmente, al ciclo de las doce grandes fiestas de la Iglesia, que resumen toda la enseñanza del dogma. En el nártex, temas alusivos a la vida de la Virgen Nuestra Señora (frecuentemente inspirados en los evangelios apócrifos). En el timpano de la puerta que va del nártex a la iglesia, figura la Deesis. Allí, la Virgen y San Juan interceden ante Cristo por la humanidad (se ha permitido la presencia del fundador de la iglesia, humildemente arrodillado...). Finalmente, numerosísimas figuras de monjes, mártires, obispos, profetas, santos y venerables personajes están repartidas por todos los muros según estrictísima jerarquía. De tales figuras, las más atractivas (y, también, las más nuevas) son esos retratos de anacoretas, de padres del desierto, de larguísima barba, mejillas hiper-hundidas y mirado tope fija (los monjes sienten, de siempre, particularísima devoción por estos ascetas en los que se veían y se ven reflejados...).

Se trata, mes amis/es, de un programa cristiano cuidadosamente establecido y deliberadamente elegido. Las imágenes que decoran estos edificios (como los de CUALQUIER edificio religioso ortodoxo) tienen por objeto REPRESENTAR, cada una en su preciso lugar, a los habitantes del reino de Dios Nuestro Señor. Y como éste no comprende la Tierra y el género humano más que desde la Divina Encarnación, que, renueva místicamente cada misa celebrada por los hombres. La Historia de la Encarnación (ergo, un ciclo de imágenes evangélicas) se añade a continuación con el objetivo de recordar el retorno de la Humanidad a la unión con Dios Nuestro Señor y su derecho en adelante a un lugar en el Universo que representa cada iglesia de la ortodoxia.

Todas estas obras se distinguen por la limpieza de la composición, por los grandes espacios vacíos juiciosamente dispuestos alrededor de las figuras y por la transformación de las propias figuras en el eje y módulo de toda representación.

Las imágenes, al estar concebidas como un espejo en el cual se refleja el mundo inteligible, han de EVITAR todo aquello que recuerde la tierra como tal: la tercera dimensión, la perspectiva, los adornos perturbadores y los paisajes evocadores de lo lejano. Incluso a veces se prescinde por completo del paisaje, para que no haya nada que rompa la unidad del fondo de oro. Las proporciones, los ritmos, los equilibrios que definen una composición pintada son efectivamente determinados de esta manera.

Pero, el programa de la pintura bizantina debe otro tanto al manejo de los colores (y, en este dominio su MAESTRÍA todavía nos deja a cuadretes escoceses púrpura hasta hoy). El color sirve, NO para imitar la tonalidad de las cosas, sino para componer frases o melodías que, aplicadas a un tema que definen las líneas, las armonizan y las reflejan a su manera. Y, en ocasiones, se utiliza como un leiv motiv aplicado a personajes determinados: Cristo y los tonos blue y rojo cereza; San Pablo con el verde y el rouge Bordeaux.

Aparte de rasgos más generales del Arte de la época, se pueden observar también las divergencias que dan un acento peculiar a cada uno de los monumentos del conjunto señalado en particular... En Hosios Lucas, el colorido es apagado y la composición se funda en una simetría solamente interrumpida por el ritmo agitado de las vestiduras. En la Nea Moní de Quío, el dibujo encuentra aquí una nueva capacidad: fuertes círculos negros localizan los personajes y determinan la acción; ésta, por su parte, se ve influida por el movimiento enérgico de los planos de color que se encuentra, avanzan y retroceden en el espacio luminoso.

Una cincuentena de años separa, por lo que me dijeron los que allá te explican.., la decoración de Quío de la más célebre de Dafni (que, se fecha alrededor de 1100...). A la audacia brutal y al rigor de Quío, Dafni opone la belleza graciosa de un Arte humanista; es el momento del feliz equilibrio entre la fuerza monumental y el refinamiento de la forma. En las escenas cristológicas puede verse de qué modo Bizancio expresa la "unión sin mezcla" de Dios Nuestro Señor y la Humanidad. En la Natividad, la impasibilidad divina de la Virgen Nuestra Señora responde a las imágenes emotivas de la espera de San José y el Anuncio a los pastores.

El movimiento de humanización hallaría su expresión más grandiosa en los hermosísimos frescos que Alejo Comneno, sobrino del basileus Manuel, hizo ejecutar en 1164, en el convento de Neresi, obra de refinadísimos artistas profesionales procedentes de la corte. Las pinturas de Neresi marcan un hito en la Historia de la pintura tanto por la bella distribución de los vacíos como por la intensidad casi mágica de los rostros. Aquí, mes amis/es, se encuentran los FUNDAMENTOS de la pintura italiana del XIII y, también un camino más libre y espontáneo, que caracterizará las artes cromáticas en la siguiente etapa artística (la misma trayectoria puede observarse en el esmalte o el libro ilustrado, puesto de moda por los basileus; el Salterio de París o el Menologio de Basilio II -1100- jalonan fehacientemente meo quidem animo esta dinámica artística).

Es decir: que, NO conocer Hosios Meletios y pretender hablar, pongo por caso.., del Renacimiento es como pretender hablar de la dinastía de los Borbón si no se sabe que Felipe V era, antes, duc d'Anjou.

Aviso...

Siempre, sin duda, a su disposición.



post scriptum.- justo es decir que, de una manera general, puede, sin duda, decirse que el Arte bizantino NO tuvo la irradiación que podía esperarse de su gran y continuado prestigio, de su innegable superioridad durante siglos y siglos y de su vigorosísima personalidad... Ser ubre renacentista, en realidad, para lo que podía, en justicia, esperarse, es, realmente, POCO... Donde, sí, la influencia bizantina fué verdaderamente grande fué en los países eslavos con un fondo religioso común. El hecho inicial es de todo quisqui conocido: en el último tercio del IX, San Cirilo y San Metodio, griegos originarios de Salónica, partieron para evangelizar Moravia y Bohemia; y, las conquistaron definitivamente para la ortodoxia. Gracias a su misión, los pueblos balcánicos, serbios y búlgaros se sometieron a perpetuidad al dominio espiritual de Constantinopla ("allí, ¡oh!, Dios Nuestro Señor mora entre los hombres..; ¡no podremos JAMÁS olvidar tanta y tanta belleza!"; escribió un enviado de Kiev en 980...). Si bien fueron aceptadas algunas pocas licencias en el terreno constructivo, al igual que con la incorporación de la escultura monumental, en particular en los monasterios del Anillo de Oro ruso, NO ocurrió lo mismo con la pintura, siempre fiel a su origo bizantino. De un extremo a otro de ese gran espacio geográfico -Batchkovo en tierra de magiares, Vladimir en tierras rusas...-, volvemos a encontrar los mismos temas, tratados del mismo modo y situados en el mismo orden (¿saben?; en Hosios Lukas y en Santa Sofia de Kiev casi se puede superponer a los Apóstoles...). La sorprendente homogeneidad ha de atribuirse, sin duda, a la severísima vigilancia de la Iglesia y al rigor de la concepción icónica de la imagen.
 
La verdad es que el centro religioso citado NO está muy presente en la Red..; y, las imagénes que de él están presentes NO le hacen, ¡en modo alguno!, justicia..; pero, voy, en cualquier caso, a permitirme la libertad de citarles un par de páginas donde algo, sí, pueden ver. Por ejemplo, a saber:

https://www.artandarchitecture.org.uk/images/conway/0234e0ff.html?ixsid=hSKniLtcv46

La fotografía de la cita anterior puede ampliarse , sí.

También, claro, citar la página al caso del Ministerio Helénico de Cultura, donde, entre otros, se habla del citado famoso centro religioso. Se trata de:

https://www.culture.gr/2/21/218/218bf/e218bf7.html

¡No se preocupen..!; no les he puesto la versión en griego, sino la inglesa.

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.
 
Bizancio es una gran desconocida en Occidente y es objeto de mi último apasionamiento histórico. Siempre la había visto como algo decadente hasta que no comprendí a figuras como Justiniano o el papel que jugaba ante el avance turco. Es curioso, pero llevo una semana documentándome sobre el tema y ahora aparece este post. Cuenta, cuenta...
 
Grandioso post.

Bizancio debe ser reconquistada, los turcos han de ser arrojados a las estepas de las que jamás debieron salir.

Leed la "Vida de los emperadores de Bizancio" de Pselo y también "La historia secreta" y "La historia..." de Procopio.

PD: Don Jaume, le ruego que se ponga un avatar.
 
Como lo cortés no quita lo valiente, hay que reconocer que es un buen hilo (no como sus lamentables encuestas).

Ahora bien, dado que es un subforo sobre libros, se agradecería que pusiera alguna bibliografía sobre el tema.
 
Juvenal rebuznó:
Como lo cortés no quita lo valiente, hay que reconocer que es un buen hilo (no como sus lamentables encuestas).

Ahora bien, dado que es un subforo sobre libros, se agradecería que pusiera alguna bibliografía sobre el tema.

Dice (sic) "encuestas", mes amis/es...

Le queda, digamos.., mucha leche que mamar y mucho, sigamos diciendo.., recorrido para saber ¡alguien como usted, mon petit!, quién, qué, cómo, cuándo y dónde mantiene en la Red conversaciones y/o, si se tercia, debates con alguien como yo... Usted es un infantil parvenu de tres al cuarto con más ínfulas que ortografía, ¡está más que claro..!; ¿QUÉ va a saber, pues?

¡Mira que salirnos con (sic) "lo cortés no quita lo valiente"!; ¡y, en tono fantasmonamente displicente el infeliz!

Va, va, va...

Acuéstese a dormirla, pocholín...


Una simple curiosidad, damas y caballeros...

¿Serán los asquerosos tipejos de marras unas mamonas gordas, calvas, tope cardos, con pánico a un outing que, con su plumerín, no precisan para nada, de las que quieren ver maricón hasta a su propio papá y que, cuando le meten mano -con nocturnidad y por lo bajini- al primo, al sobrino o al hermano -o, a papá, si se da la oportunidad...-, quieren verse a sí mismas como una especie de hermanita de la Caridad tope altruista y tal y tal porque, al fin y al cabo, es lo que el primo, el sobrino, el hermano -y, papá- están deseando como agua de mayo aunque cuando sale el thema de la mariconería y demás sólo escupen de ASCO una y otra vez; o, serán unas mamonas con la polla hiper-peque, caries a espuertas y ejerciendo full time de parásitos sociales que, mientras se la pelan convulsivamente ENVIDIANDO a los que tienen más cojones que ellas incluso en la proletaria tele gratuita, maquinan mil y una maneras de conseguir que les den marcha como sea a ese lado masoca que, cuando se lo curran, si consiguen que alguien se enrolle y les bien dadas, hasta les pone lo suficiente como para correrse y olvidar un mísero instante el ASCO que se dan a sí mismas?

Simple curiosidad, ya les he dicho...

¡No más, por Dios bendito!

Lejos, lejos, lejos la BASURA..; ¡por supuesto!

Ése -como el otro, vaya...-, afortunadamente, es de una hez que NO abunda en ningún lado.

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.
 
A qué coño viene esta mierda, maldito?

Tú mismo te has encargado de joder un hilo cojonudo.

PONTE AVATAR, COJONES.

En cuanto a lo otro, haré como si no hubiera visto tu último post, donde cuestionas abierta y gratuitamente a un "moderador". Ya decidirá Juvenal sobre eso.

Ya sabes como se castigaba a los conspiradores o a los caídos en desgracia en Bizancio, en vez de matarlos se les cegaba. No despiertes la cólera del Basileus.
 
Ya, ya; que, en mi pueblo, quiere decir algo así como "abuela"...

Volvamos al thema.

Dios Nuestro Señor, damas y caballeros, OBSERVA...

Porque, ¡el Altísimo conoce perfectamente la diferencia radical que hay entre VENERACIÓN y ADORACIÓN!

Y, SÍ: como toca y procede, no hace excepciones.

Por muy, digamos.., bueno que sea el show que le monten quienes, en el fondo, ¡oh, sí!, lo único que pretenden es, ¡insensatos/as!, ni más ni menos que ¡vender la moto a Dios Nuestro Señor!

Acompáñenme, damas y caballeros..; ¿quieren?

Miren: hoy día es un suburbio descuidado y sucio, separado de las antiguas glorias de Istanbul por la incesante y caótica circulación en el boulevard de Ataturk. Los postigos de las desvencijadas casas de madera están cerrados, las calles son agobiantemente ASQUEROSAS y poco transitadas, excepto por los críos buscavidas, por las pandas de adolescentes expertos en cualquier vicio con su griterío procaz y algún que otro desalentado vendedor de fruta. El ENORME monumento que domina el barrio esta mugriento y desnudo. Sus muros exteriores, de un rosáceo apagado, se pandean por los años y el peso. Las calles adyacentes, ¿se fijan, mes amis/es?, están construidas sobre parte de sus ruinas. Debió de ser, en tiempos, INIMAGINABLEMENTE enorme. El núcleo central, que sobrevive, como ven, aún hoy, de la iglesia del Pantócrator, da la impresión, ¿verdad?, de hallarse allí a desgana, ¡no sólo por lo DESOLADO del lugar!, sino porque está fuera de escala con cuanto la rodea.

¡Ah!; fué construida, damas y caballeros, en los años '20 del XII por el basileus Juan II de la dinastía Conmena y su esposa Irene, una princesa húngara a la que sus súbditos veneraban allanadamente como a una santa. Los rostros de la imperial pareja destacan en un mosaico en la catedral de Santa Sofía..; Irene con la aureola de su cabello rojizo, Juan II envuelto en ropajes dorados. Sereno y sublime, el basileus exuda RIQUEZA y CONFIANZA al extender hacia la imagen del Redentor un gran saco lleno a rebosar de oro.

La iglesia del Pantócrator se concibió como el MÁS generoso de sus dones a Dios Nuestro Señor; y, dado que debía ser también mausoleo y monumento a la dinastía, como el más vanidosamente OSTENTOSO... ¡Ah!; la decadente ruina que tenemos, damas y caballeros, ante nuestros ojos conserva, aquí y allá, vestigios del ESPLENDOR con que sus fundadores la dotaron. Queda, ¿ven?, el mármol del ábside de la más meridional de las tres naves conectadas entre sí; están, ¡oh, sí!, INTACTAS las profusas tallas de mármol de los marcos de los pórticos del nártex, y ¡qué alivio ver a los/as restauradores afanados/as full time en sacar a la luz el IMPONENTE mosaico geométrico del suelo! El sarcófago clásico en que se enterró a la emperatriz Irene en 1124 subsiste también; pero, ha sido trasladado a Santa Sofía.

La Historia del ascenso y la caída de esta maravilla de templo refleja, mes amis/es, la grandeza, la crisis y el COLAPSO de la Nueva Roma desde comienzos del XII hasta mediados del XV. Además de albergar los/as muertos/as de dos dinastías, incluía un ENORME monasterio, que proporcionaba a la Nueva Roma su lugar principal de retiro, hospital y manicomio. Era un centro de beneficiencia, un centro de PODER del culto imperial y una escuela de identidad bizantina; desde la cual, en el XV, el sacerdote Genadio desafió los planes imperiales de aceptar la primacía del Padre Santo, allá en el caput mundi ¡que, ya bárbaro, NO hablaba griego!

En el siglo XIII, damas y caballeros, cuando el imperio de la Nueva Roma se vió obligado por los "peregrinos" de la llamada IV Cruzada a abandonar su capital, el Pantócrator se convirtió en el palacio de los gobernantes latinos usurpadores. Cuando los bizantinos reconquistaron la ciudad, en 1261, sus aliados genoveses INCENDIARON la mayor parte del edificio. Los monjes, de regreso, albergaban, ¡naturalmente!, una profundísima AVERSIÓN por todo lo latino. Cuando la última dinastía que imperó en la Nueva Roma, la de los Paleólogos, restauró la antigua influencia del lugar, adoptándolo como mausoleo de su propia familia, se convirtió en un baluarte de la PUREZA ortodoxa de una Iglesia cada vez más dispuesta, frente a la hiper-creciente amenaza de los aparentemente invencibles conquistadores turcos, a llegar a compromisos con potenciales aliados de la Cristiandad occidental. La legendaria preferencia de Genadio, entre el Padre Santo y el sultán, en favor de éste, la compartían muchos/as de sus conciudadanos/as, lo cual, mes amis/es, ayuda a explicar por QUÉ Istanbul es una capital turca islámica, hoy, y no griega o cristiana. La pregunta de una viaja canción: "¿por qué lo pasó mal Constantinopla?", recibe la respuesta correcta en la misma tonada: "fué cuestión de los turcos y de nadie más".

La muerte de la Nueva Roma, sin embargo, fué lenta, lenta, LENTÍSIMA, con síntomas diversos..; y, sería altamente INGENUO, damas y caballeros, ¡suponer que la, digamos.., medicina occidental la hubiese salvado! La gravedad de los problemas del imperio y el amplio alcance de su identidad pueden percibirse, síganme.., en la que fué hermosísima iglesia de San Salvador, en Kora, entre las murallas de Constantino I y las teodosianas. Como el Pantócrator que acabamos de admirar, mes amis/es, fué fundada por los Conmenos; pero, su período de GLORIA, durante el cual volvieron a decorar los muros y la bóveda con espléndidas pinturas y maravillosos mosaicos que la hacen FAMOSÍSIMA hoy en día, tuvo lugar en los años '20 y '30 del XIV. Para entonces, los futuros conquistadores del imperio llevaban más de una generación establecidos en su antiguo territorio... A los cinco años de la solemne consagración de la iglesia, la ciudad cercana de Bursa se convirtió en la capital otomana. La Nueva Roma se hallaba rodeada.

El protector que tan generosamente dotó la iglesia de Kora en tiempos TAN y tan angustiosos era, damas y caballeros, un genuino representante de los caballeros bizantinos de su tiempo, excepto en lo ENORME de su magnificencia. Teodoro Metoquita poseía los gustos del erudito y la vocación del hombre de Estado. Su carrera en el servicio imperial culminó en 1321, año en que se terminó la nueva decoración del templo de Kora, con su nombramiento de Gran Logoteta -de hecho, el jefe del gobierno imperial-. Sus escritos, sobre devoción, Teología, Astronomía y crítica literaria, sufrieron, acaso, por el tiempo que le robaban sus deberes oficiales... Pero, fueron notables por su abundancia y, en sus comienzos, por su incesante recherche de la ORIGINALIDAD y su nulo interés por los themas ya agotados por los classiques. Afirmaba que el objetivo de su enciclopédica erudición consistía en "conducirse con INDEPENDENCIA, como los planetas; y, no meramente en observar sus movimientos". Llegó a deplorar la vida que llevaba como político "arrastrado por la demente ambición". Escapó de sus estrechos confines, al comienzo de su carrera, gracias a su trabajo literario, que le daba la esperanza de la INMORTALIDAD en esta vida; más tarde, orientó sus esfuerzos hacia la DEVOCIÓN y su visión hacia el CIELO. Cuando un golpe le quitó el acceso a la potestas en 1328, buscó consuelo en la religión... En 1330, se hizo monje de su propio monasterio, aunque Kora había sido, ya mucho antes, su refugio intelectual y espiritual. "Este monasterio -declaró- ha significado para mí MÁS que cualquier otra cosa en el mundo. Fué una obra de noble amor por las cosas buenas y hermosas... Pensar en este monasterio era lo único que ponía mi mente en una mejor disposición, elevándola por encima de todas las preocupaciones, haciéndola sentirse LIBRE de agobios y en paz, y permitiéndole funcionar BIEN".

Su AMOR por Kora, damas y caballeros, era especialmente intenso; pero, sus sentimientos tenían muchos paralelos y su vocación era MUY típica. Su amigo íntimo, Miguel Tornikes, compartió la trayectoria de su vida, desde la gloria mundana al retiro monástico, tras una hiper-triunfante carrera militar en los años '20 del XIV. La tumba del viejo soldado está, acompáñenme.., aquí, en el paraeclesión de Kora, rodeada, como ven, por una serie de pinturas que celebran los textos que se leían en las festividades de Nuestra Señora la Virgen María, y por "retratos" de santos cuyas fiestas se compartían con las de la Madre de Dios Nuestro Señor. Lean, lean... "Por muchos aplausos que se reciban en este valle de lágrimas -dice la inscripción funeral-, cuando todos estén MUERTOS, Tornikes, hombre de una miriada de victorias, Gran Condestable, que yace enterrado aquí, los AVENGONZARÁ, amigo que esto lees, como un león avergüenza a los simios que lo imitan".

¡Oh!; a este arrebato de infinito ORGULLO sigue, como pueden ver, una impresionante lista de la virtudes del muerto... Pero, la inscripción, como pueden leer, termina así: "y, dejando semejante gloriosa vida como un espléndido EJEMPLO, aquí yace entre humildes y anónimos huesos un pobre monje".

¿Saben?; en opinión de la inmensa mayoría de los/as ciudadanos/as de la Nueva Roma, el imperio dependía de la protección de la Santa Virgen María; que, había mantenido a los invasores -árabes, rusos, búlgaros...- más allá de las murallas de la capital, y en la que podía confiarse para que rechazara, ya que no derrotara.., a los tártaros y turcos que, con el permiso divino, habían causado estragos en otros pueblos pecadores. la Nueva Roma ¡no estaba exenta de castigo por el azote de Dios Nuestro Señor!; pero, se había salvado gracias a la intercesión de la MÁS poderosa de las protectoras celestiales. La palabra Kora -que, dicho sea de paso, significa "lugar de morada celestial"- probablemente aludía al vientre de Nuestra Señora, "el contenedor de lo incontenible", como dice, ¿se han fijado?, un mosaico del nártex del templo.

La decoración ordenada (y, pagada) por Metoquita reunía la colección MÁS completa de imágenes marianas: en el ciclo dedicado a ella, diecinueve escenas de la vida de Nuestra Señora se anteponían a la Historia del nacimiento del Redentor. El nacimiento de la Santa Virgen María está precedido, fíjense.., como el del propio Redentor, por una anunciación. En las crujías del nártex interior aprende a caminar, los sacerdotes la bendicen, sus padres la acarician, los ángeles le dan de comer y, por elección divina, recibe lana púrpura para hacer un velo con destino al templo. Después de su boda con San José, éste la deja sola en su casa y, lean la inscripción.., le dice: "mira, te dejo en mi casa mientras me voy a construir". A su regreso, San José se enfrenta a un problema muy humano: "María, ¿qué es lo que has hecho?" Las pinturas y mosaicos, como ven, fueron ejecutados por unos ARTISTAS con una brillantez para nada superada e inspirados por su patrón con humanidad y dramatismo inigualados.

Vamos a ver face to face a Metoquita... Es aquí, en el mosaico que corona la puerta occidental de la iglesia... Postrado comme il faut a las plantas de Dios Nuestro Señor, con un sobrecogido rostro levantado a medias, sí..; pero, ¡NO era tan y tan humilde como para presentarse con la cabeza descubierta, mes amis/es! Lleva, ostentosamente, su skiadion, el tocado propio de su altísimo cargo, una prenda exótica, blanca, muy y muy abultada, que hace que parezca, ¿no, damas y caballeros?, al menos a los ojos inexpertos.., ¡Cristo crucificado, un turco!

¡Ah!; a pesar, mes amis/es, de las enormes, GIGANTESCAS diferencias culturales que separaban la Nueva Roma de la horda otomana -la de conciencia cristiana e identidad islámica, la de experiencia imperial y tradición nómada, la de ADORACIÓN sin trabas de la mujer y valores de la virilidad...-, estos vecinos hostiles se iban pareciendo MÁS y más unos a otros, a finales de la llamada Edad Media; e, intercambiaban las influencias, como don Quijote y Sancho Panza o como los chinos y los khitan. Incluso mientras rodeaban el territorio cada vez más reducido del imperio, los turcos se contuvieron largo tiempo antes de destruirlo. Halagaba la vanitas otomana mantener a emperadores de pretensiones ¡universales! como simples clientes que dependían, única y exclusivamente, de su misericordia. El basileus Juan V, que sufrió la abracadabrante INDIGNIDAD ¡de que lo detuvieran por deudas en Venize, en 1379!, en su camino de regreso tras su conversión contemporizadora a la santa fe católica, apostólica y romana, ¡tuvo que contar con la ayuda turca para recobrar su trono!

¿Saben?; en 1403, un embajador de la piel de toro de paso por la ciudad pidió que lo acompañaran en una visita de la Nueva Roma, "de la villa, los templos y las reliquias". Su primera impresión fué de RIQUEZA; producida por las innumerables columnas y los muros de purísimo mármol y bellísimo jaspe, los hermosísimos tapices de seda, tantos y tantos mosaicos tan y tan rica y delicadamente labrados, las reliquias sin cuento montadas en oro y pedrerías y, ¡oh!, las dimensiones de la iglesia de Santa Sofia, de modo que "si el visitante regresara día tras día, mirando todo lo que pudiera, al día siguiente SIEMPRE tendría nuevas cosas que ver"... Luego visitó las defensas de la ciudad, "encerrada por una muralla fuerte y alta, defendida por muchas torres poderosas"... Pero, ¡ay!, al ir avanzando en su visita, percibió signos de evidente decadencia: los barrios despoblados, abandonados a los trigales y huertos, los muchos y muchos edificios monumentales arruinados... "Es EVIDENTE, sin embargo -concluyó-, que en tiempos pasados, cuando Constantinopla se hallaba en su condición original, era una de las capitales más nobles del mundo". El embajador iba de camino hacia la corte del jefe bárbaro Timur; que, había aliviado la presión de los turcos sobre la Nueva Roma, al derrotarlos y ENJAULAR al sultán. El alivio, por eso, era, ¡ay!, sólo transitorio, damas y caballeros..; y, la sombra de los otomanos todavía parecía proyectarse amenazadoramente sobre la ciudad... El embajador admiró especialmente la enorme estatua de bronce de Justiniano I (cuatro veces el tamaño natural...) que se alzaba delante de la catedral, en un alto zócalo. Le dijeron que se conmemoraba con tanto esplendor al emperador ¡"porque en su día llevó a cabo muchas hazañas luchando contra los turcos"! En realidad, como saben, las campañas de su reinado fueron contra los persas, los vándalos y los ostrogodos; y, hubieron de transcurrir dos siglos antes de que apareciera un pueblo al que los griegos llamaron turco.

Cuando finalmente los otomanos perdieron la paciencia con la Nueva Roma, el golpe se produjo rápida e INEVITABLEMENTE. el ascenso al sultanato de Mehmet II en 1451, a la edad de diecinueve años, puso término a los consejos de prudencia... Se resentía por el dominio extranjero de una fortaleza que controlaba un estrecho vital para las comunicaciones de su imperio. Se veía a sí mismo el joven y ambicioso sultán como un imperator romano. Se preparó la toma de la ciudad con TODOS los artefactos del arte de la ingeniería de sitio. A ambas orillas del Bósforo se erigieron ENORMES fuertes a los que llamaron castillo de Europa y castillo de Asia, a fin de cortar el acceso al estrecho. Para abatir las legendarias murallas teodosianas se empleó la artillería MÁS pesada que jamás se hubiera fundido hasta entonces. Se transportaron por tierra, ¡desmontados!, los buques que debían rebasar las barreras de los defensores... Pero, a fin de cuentas, damas y caballeros, lo que resultó DECISIVO fué la enorme diferencia en el número de combatientes... Los atacantes atravesaban las brechas pasando sobre los cuerpos de sus camaradas muertos. El cadáver del último basileus, un valiente que goza de fama inmortal, se pudo identificar únicamente por las águilas grabadas en las grebas de su armadura y, sobre todo, porque su calzado y su ropa interior era, como toca y procede a la sangre azul que remonta su timbre y su pedigree al mismísimo gran César, de inmaculada PÚRPURA.

NO: no hubo ni un sólo signo que Nuestra Señora estuviese por la labor, no...

Quizá -es sólo una suposición íntima...- porque, si bien es cierto que ¡NADIE veneró jamás como la Nueva Roma! (¡oh, el Pantócrator!, ¡oh, Kora!, ¡oh, Santa Sofía!); también es verdad como que hay sol que alumbra todos los días que, ¡ay!, se ADORARON paganamente (¡¡ay, ciego Metoquita!, ¡ay, infeliz Tornikes!, ¡ay, dementes basileus!) a dioses que NUNCA han estado ni estarán en el empireo.

Y, Nuestra Señora sabe que el primer mandamiento dice taxativamente: "NO tendrás otro DIOS que Dios Nuestro Señor".

Y que, lo demás, ¡oh, lo demás..!, ¡tanto y tanto ABSURDO gasto en lo demás, damas y caballeros!; que, ¡no llega ni a pobre atrezzo!

Siempre, en cualquier caso, a su disposición, damas y caballeros.
 
No se sulfure, buen hombre, que le va a dar un jamacuco como a su amigo Seperiza.

No le niego el valor y mérito a sus hilos tanto aquí como en Música, de verdad.

Lo que sí le ruego es que se ponga avatar antes que se lo coloque algún administrador.
 
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