Creo que hay un insulto todavía más hiriente para la virilidad masculina, y es el que pone en entredicho el tamaño y habilidad para dar placer a la que cuelga. Es mucho más despectivo que "vírgen", porque al fin y al cabo a estos especímenes a los que acusan de llevar una vida monacal y tener el pito inutilizado no los consideran ni hombres como tal, sino parodias andantes a los que ni siquiera se dignan a tratar ni mucho menos dirigirles la palabra.
Las tipas cuando quieren son muy crueles en este sentido, y si los foreros tuvieran acceso regular a muchas de ellas, y no me refiero a madres o hermanas (además de otras filiaciones), probablemente terminarían suicidándose masa provocando un verdadero holocuesco foril. Cuando quieren hacer daño pueden llegar a ser muy incisivas en sus insultos, y hurgar con mucha malicia si detectan puntos débiles.
Yo no suelo enfrentarme a ninguna de ellas, porque nunca he tomado demasiado en serio a las jamelgas, pero cuando alguna se me ha cabreado ha soltado improperios de todo tipo, mientras yo me partía de risa o directamente pasaba de ellas. Como decía mi tío Antonio, que espero que el Altísimo haya acogido en su seno, a las mujeres hay que follarlas y dejarlas. Aunque debemos reconocer que practicando cierto desapego en el trato con ellas, al final el cimbel no puede prescindir del calorcillo que proporciona el interior de un buen mollete viscoso. Somos víctimas de nuestra propia biología.