Libros Dolce far niente

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Prathe

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30 Ago 2005
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Locución italiana que significa “dulce ociosidad”. Dolce viene del latín dulcis, que quiere decir “halago a los sentidos” y según el poeta Horacio equivale a “no tedioso”, a “lo que no sea forzoso deber”, a “algo que se recompensa por sí mismo”. Far niente significa “no hacer nada”, es decir, vivir en el ocio, que en este caso, se convierte en un entretenimiento o distracción del espíritu. Entregarse al dolce far niente es entregarse a una actitud hedonista con una clara inclinación a la contemplación.

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Beatus ille qui procul negotiis,
ut prisca gens mortalium
paterna rura bobus exercet suis,
solutus omni fenore,
neque excitatur classico meles truci
neque horret iratum mare,
forumque vitat et superba civium
potentiorum limina.

Ergo aut adulta vitium propagine
altas maritat populos,
aut in reducta valle mugientium
prospectat errantis greges,
inutilisque falce ramos amputans
feliciores inserit,
aut pressa puris mella condit amphoris,
aut tondet infirmas ovis;
vel, cum decorum mitibus pomis caput
Autumnus agris extulit,
ut gaudet insitiva decerpens pira
certantem et uvam purpurae,
qua muneretur te, Priape, et te, pater
Silvane, tutor finium.

Libet iacere modo sub antiqua ilice,
modo in tenaci gramine;
labuntur altis interim ripis aquae,
queruntur in silvis aves,
fontesque lymphis obstrepunt manantibus,
somnos quod invitet levis.

At cum tonantis annus hibernus Iovis
imbres nivesque comparat,
aut trudit acris hinc et hinc multa cane
apros in obstantis plagas
aut amite levi rara tendit retia,
turdis edacibus dolos,
pavidumque leporem et advenam laqueo gruem
iucunda captat praemia

Quis non malarum quas amor curas habet
haec inter obliviscitur?

Quodsi pudica mulier in partes iuvet
domum atque dulcis liberos,
Sabina qualis aut perusta solibus
pernicis uxor Apuli,
sacrum vetustis exstruat lignis focum
lassi sub adventum viri
claudensque textis cratibus laetum pecus
distentia siccet ubera
et horna dulci vina promens dolio
dapes inemptas apparet,
non me Lucrina iuvent conchylia
magisque rhombus aut scari
siquos Eois intonata fluctibus
hiems ad hoc vertat mare,
non Afra avis descendat in ventrem meum,
non attagem Ionicus
iucundior, quam lecta de pinguissimis
oliva ramis arborum
aut herba lapathi prata amantis et gravi
malvae salubres corpori,
vel agna festis caesa Terminalibus
vel haedus ereptus lupo.

Has inter epulas ut iuvat pastas ovis
videre properantis domum,
videre fessos vomerem inversum boves
collo trahentis languido
positosque vernas, ditis examen domus,
circum renidentis Lares.”

Haec ubi locutus fenerator Alfius,
iam iam futurus rusticus,
omnem redegit Idibus pecuniam,
quaerit Kalendis ponere.


Dichoso aquél que lejos de los negocios, como la antigua raza de los hombres, dedica su tiempo a trabajar los campos paternos con los bueyes, libre de toda deuda, y no se despierta como los soldados con el toque de diana amenazador, ni tiene miedo a los ataques del mar, que evita el foro y los soberbios palacios de los ciudadanos poderosos.

Así, se dedica a injertar los altos chopos con los crecidos sarmientos de las vides, o recorre con la vista el recoleto valle donde pastan los rebaños de vacas y toros; al mismo tiempo que, podando con la hoz las ramas estériles, hace más fuertes las buenas; también emplea su tiempo en llenar las ánforas con la miel exprimida, o esquila las débiles ovejas; además, cuando el Otoño enseña en los campos su cabeza decorada con las suaves frutas, cómo se le llena el corazón de alegría al recolectar las peras injertadas, y las uvas rojas como púrpura, con las que se hacen presentes a ti, Príapo, y a ti padre Silvano, protector de los límites.

Es agradable estar tumbado al pie del añoso sauce, o sobre el firme césped, mientras las aguas se deslizan entre altas orillas, y las aves lanzan sus trinos en los bosques, y las fuentes, con sus aguas claras de los manantiales murmuran e invitan a suaves sueños

Pero cuando el invierno de Júpiter Tonante trae consigo lluvias y nieves, o empuja de aquí y de allí a los jabalíes con ayuda de mucho s perros a que caigan en las trampas que los rodean, o tiende las redes que no se aprecian en los delgados palos, engaño y trampa para los voraces tordos, y con el lazo atrapa los hermosos trofeos del temeroso conejo y de la grulla migradora.

¿Quién, que tenga mal de amores, entre estos placeres no se olvida de todos ellos?

Porque si tiene una casta esposa que lleve todo lo relacionado con la casa y los tiernos hijos, que cual mujer Sabina, o aquella esposa del infatigable Apulio, quemada por el sol apareje el sagrado fuego con las maderas resecas esperando el regreso de su marido cansado y encerrando el ganado en el cercado, ordeñe sus repletas ubres, y sacando de la cuba el vino del año, prepare las comidas caseras, no me agradarían más las ostras de Lucrina, o el rodaballo o el escaro, si es que la tormenta impulsada por las olas del oriente empuja a alguno de ellos hasta este mar; no descenderían a mi vientre las pintadas aves de África, ni el francolí de Jonia con más alegría que las olivas elegidas de las mejores ramas de los árboles, o la acedera que crece por los prados, y las malvas que sirven de remedio a los cuerpos pesados, o una cordera sacrificada en las fiestas Terminales, o un cabrito librado del lobo.

Entre todos estos banquetes, cómo agrada ver las ovejas que después de pastar se dirigen a casa, a los bueyes cansados que llevan sobre el lánguido cuello el arado boca abajo, y a los esclavos de la familia, cada uno en su sitio, muchedumbre de una rica casa, alrededor de los resplandecientes Lares”.

Cuando el usurero Alfio terminó de hablar, tan decidido a volverse campesino, ha dejado su dinero para que venza el interés el día de los Idus, y busca ponerlo para las Kalendas.
 
Es importante y a la vez curioso ver cómo la influencia horaciana perpetuó en el ascetismo de Fray Luis de León, como bien muestra su "Oda a la via retirada" -que creo recordar que fue ya posteada por Molay en el divino hilo sobre poesía-. Es aquí donde el poeta expresa uno de los elementos clave de su tríada "estudio-reflexión-contemplación" que, a lo largo de su obra, se explicita.


¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado
ni del dorado techo
se admira fabricado
del sabio Moro, en jaspes sustentado.
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presa a mi contento
si soy del vano dedo señalado?
¿Si en busca de este viento
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
¡Oh monte, oh fuente, oh rio,
o secreto seguro y deleitoso!
Roto casi el navío
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.
Despiérteme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no a los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atendido.
Vivir quiero conmigo
gozar quiero del bien que debo al Cielo.
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas , de recelo.
Del monte en la ladera,
por mi mano plantado, tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
Y luego sosegada,
el, paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.
El aire el huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruido
que del oro y del cero pone olvido.
Téngame su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el álbrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna , al cielo suena
confusa vocería
y la mar enriquecen a porfía.
A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla
de fino oro labrada,
sea de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando
con sed insaciable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce acordado
del plectro sabiamente meneado.
 
Tú misma con tu abismo. Naturalmente, para construirte tu propia moral la ociosidad y la contemplación son la mejor propedéutica.
 
:?: :?: :?: :?:

ejem... que postee sobre la "dolce far niente" no supone que sea mi forma de vida, ni mucho menos. No era más que una excusa para postear los cuadros pre-rafaelistas, con una temática común. No me gustan los abismos, me dan vértigo.
 
como dijo robert louis stevenson: "si una persona no puede ser feliz mas que permanenciendo ociosa, ociosa debera quedar".....
 
"El ocio, Catulo, te es funesto, con el ocio la exaltas y te excitas en demasía; el ocio, antes que a ti, perdió a reyes y florecientes ciudades."

Carmen LI
 
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