¿Dónde y cuándo nos descarriamos, amigos queridos?

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UBP

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9 Feb 2007
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Coño, ahora no encuentro el párrafo donde ILG decía que una buena idea para un hilo sería la de postear en qué momento nuestra natural costumbre de ver películas como todo hijo de vecino empezó a convertirse en una desviación importante, afectando a nuestra personalidad y entorno de forma irremediable y trágica. Para los rezagados, ¿dónde, cuándo y por qué comenzamos a ser aficionados patológicos al cine?

Me pondría barroco as usual, pero estoy cansado y sólo comentaré que mis primeros recuerdos de cinéfilo consciente se remontan -obviando los maravillosos años de infancia- al videoclú de finales de los 80, del cual entre cantidades industriales de entrañable tralla ochentera (de la cual sobresaldrían por encima de todas Los inmortales y Jóvenes ocultos), logré extraer, aconsejado por un compañero de clase psicópata que también me inició en el mundo de los cómics, las 3 cumbres de mi adolescencia cinéfila: Blade Runner, Apocalypse Now y Birdy.

A partir de aquellos días sólo he degenerado hasta el estado en que hoy me contempláis.
 
Yo me hago pajas acordándome de aquel día, así que lo cuento. De algo me tenía que servir la cogorza.

En mi infancia yo también fuí carne de videoclub, aunque en mi caso, ya estaban entrando los noventa. Que el establecimiento perteneciera a un medio-familiar me permitía obviar las normas, tanto de tiempo de alquiler como de restricciones por edad. Por cierto que gracias a esto último ví Robocop, y el momento en que un tiro de recortada le revienta la mano al soso de Murphy coincidió con la bajada de mis huevos y el abandono de la inocencia. Pero esa es otra historia. En cuanto a lo del tiempo de alquiler, normalmente las películas se quedaban en mi casa no menos de un mes, pero no por olvido. Batman Vuelve, Willow o Rocketeer, pude verlas como 50 veces seguidas, hasta que podía recitar los diálogos en el recreo ante la vista de mis asombrados compañeros. Al menos durante esos cinco minutos no me estaban tirando piedras.

Bueno, pues así transcurrío mi vida cinéfila hasta el día en que leí en una teleguía que "Qué grande es el cine" celebraba sus 100 programas con la película "El Apartamento". Y como yo había leído ciertas referencias a esa película (en plan "...sí, es una buena comedia, pero no es El Apartamento.."), sin saber ni época ni director ni nada me propuse verla.

El programa empezó, soltaron el rollo, pusieron la peli y me dejaron destrozado, abrumado por la belleza y todas esas mierdas que se suelen decir, y más aún habiendo recibido por medio de unas letritas amarillas que cruzaban la pantalla todo el rato que "Billy Wilder acababa de fallecer, aunque el programa se grabó antes de conocer la noticia". Luego los tertulianos soltaron su rollo, sin saber que ese viejo sátrapa del que hablaban yacía frío en alguna morgue de Los Angeles.

Y eso fué todo. Me ví todo lo que pude de Wilder, de ahí salté a Kubrick, de Kubrick a Hitchcock y ya me dí cuenta que lo de tener un director favorito era un poco una pollada. Y hasta hoy. Gracias, gracias, no aplaudan.
 
Es usted bellísimo UBP. Le voy leyendo desde tiempos immemoriales y tengo que decirle que le tengo mucho más aprecio que cualquier otro forero, se lo aseguro :1


Eran los años 80 cuando, por los mismos agoreros que pioner descubriría su homosexualidad y piobobo su discapacidad, el cine iba a carcomerme sin excepción, igual que los carnívoros moriríamos como vacas locas. Fueron los años de los Back to the future, Alien, Indiana Jones, Die hard, Lethal weapon, Blade Runner, y más y más.

Para un chico obeso y con acné como yo, y como otros foreros, el CINE, tal y como se conocía, fue la mejor manera de alejarse de una sociedad que nos había rechazado por completo. Hice mis primeros hamijos; John Connor, Tony Motana, Alex J. Murphy, Batman, ET, y mis primeras pajillas; la princesa Leia y Sarah Connor, entre otras. Los años de los ojos adolescentes llegaban a su fin.

En los 90 íbamos a ahogarnos sin remedio, debíamos evitar consumir productos de inferior calidad, demostrar que no nos conformábamos con cualquier cosa. El end of the cine pudo retrasarse. Eran los años de los ojos reticentes.

Ahora le toca al Cameron, a las palomitas a tope de sal y grasa, se han comprometido a que nos tomen el pelo. Los últimos estrenos de este año parece que así lo confirman; la decadencia de la calidad del nuevo cine comercial es un hecho. Son los años de los ojos de niño.
 
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Pues yo no recuerdo un momento donde todo cambiara, simplemente cada vez alquilaba mas peliculas en el videoclub hasta que al final ya me conocian como el de las peliculas asquerosas y me preguntaban si no era muy pequeño para alquilarme ese tipo de peliculas (que por cierto, acabé currando en ese mismo videoclub). Supongo que como todo hijo de vecino me pasaba los fines de semana mirando caratulas en la seccion de terror, y con los años fui mirando tambien las otras estanterias. Un poco mas mayor me llevaba a amigos al cine a ver todo tipo de peliculas, algunas de autor pero porque veia los trailers en Lo + plus y me molaban, como cuando estrenaron Funny Games por ejemplo y el amigo que vino conmigo se cago en mi puta madre a la salida.
Ahora que lo pienso creo que empece a ir a saco al cine (unas 3 o 4 veces por semana) cuando salia con mi segunda novia, que coincidió con la primera vez que tuve un trabajo.

PD. Ah si, y tenia como libros de cabecera el Goremania de Jesus Palacios y los de Glenat y Midons sobre cine fantastico, llenos de titulos que, iluso de mi, pensaba que jamas lograria conseguir.
 
De crío llegue a tener 5 carnets diferentes de vieoclubs de diferentes partes de la isla. Me pasaba la semana alquilando películas de artes marciales y de mostruos.
 
El día en el que, yendo a clase, mis amigos y yo vimos un coleccionable de estos de cine con la película "Holocausto canibal"

Al salir de clase la compramos y fuimos a casa de un colega a verla.


Esto fue en 3º-4º de primaria creo, unos 9 años.
 
Recuerdo un día, siendo yo un crío de diez años, en el que por no sé qué motivo trasnoché bastante. Mi madre duerme poco, apenas cinco o seis horas al día, y tenía la costumbre de quedarse cosiendo o haciendo ganchillo hasta las dos o las tres, con la tele puesta de fondo. Ese día no me mando a la cama a mi hora, tampoco sé por qué, y me quedé con ella en el salón. A eso de la una se me ocurrió poner el UHF y apareció una película en B/N, y subtitulada. Me llamó la atención que hablaran en inglés y lo que decían apareciera escrito. Me puse a verla, más que nada a ver qué tal era eso. Entonces mi madre me dijo que ya iba siendo hora de irme a dormir y que le cambiara el canal a donde estaba. Protesté un poco, yo quería seguir con mi juego de seguir subtítulos e imágenes, pero mi madre terminó acostándome. De aquello recuerdo, perfectamente, que se me quedó la cosa de volver a intentar ese juego.

Años más tarde, ya más crecidito, yo estaba hasta los huevos de que en mi casa sólo hubiera una tele y de que siempre el programa que yo quería ver fuese el que no quería ver mi padre. Así pues, ahorré y me compré una tele pequeña, que aún conservo, para tenerla en mi habitación y no tener que discutir con él para ver lo que yo quería.

Cuando la instalé recordé que muchos años atrás se me quedó pendiente el ver una peli en B/N subtitulada a ver qué tal. Así pues, ese mismo día trasnoché un poco más y pillé el Cine Club de la 2, y me puse a saldar aquella cuestión viendo la peli que echaban. Recuerdo que fue "El fantasma de la ópera", y me la tragué enterita. Me fascinó. Al día siguiente repetí el experimento. Y al otro. Y al otro. Y al de más allá. Así me vi todos los grandes clásicos en B/N que echaron, todas aquellas películas de las que yo no tenía noticia, vi una forma nueva de cine que desconocía, y vi una nueva manera de verla que sin duda era mucho mejor que a lo que yo estaba acostumbrado; vi que ese era el cine que me gustaba, que eso era lo que yo quería ver, que antes de ver esas pelis lo que estaba viendo hasta entonces era filfa, tontuna. Vi que el cine era un arte y vi que este arte era el que más me fascinaba, vi que el cine era muchas veces mejor que la vida y que la vida imita al cine.

Me gusta pensar que mi afición por el cine nace de una vez que siendo niño trasnoché y me encontré con algo que no sabía que existía, como quien encuentra un tesoro.
 
Pues a mí la afición al cine me la pegó mi viejo. El hombre, que trabajaba de sol a sol durante la semana, tenía la costumbre de comprarse el tele-indiscreta y apuntar las pelis que más le llamaban la atención para grabarlas. Programaba el vídeo durante toda la semana para grabar pelis y se tiraba todo el fin de semana viéndolas u ordenándolas. Y como yo era un gamberrro-delincuente juvenil que cuando no la liaba en el cole la liaba en la calle, pues me tenían castigado todos los findes, y, como no tenía otra puta cosa que hacer pues me quedaba viendo pelis con mi viejo. Para que luego digan que el gamberrismo no lleva a ninguna parte. PD. No sé que coño pasa que no puedo separar los párrafos.
 
Servidor también ha sido una criatura de videoclucs, los que tenemos alrededor de treinta o más si somos aficionados al cine en gran parte es por esto, al menos la mayoría.


El caso es que no recuerdo un hecho concreto ni una película en especial que me hiciera ser el que soy ahora, en mi caso ha sido un proceso. De niño con 5 o 6 añitos me dio por leer, con 8 ya me había leído las obras completas de Sherlock Holmes, con 10 El señor de los Anillos y todo eso, con 12 leía a Poe. Después de los videoclubs un día, pusieron una peli antigua que parecía buena en la tele y me quedé a verla; era de unos ciclos mensuales de la 2 que se llamaban La estrella es... y el nombre de un actor o actriz, me gustó y la semana siguiente volví a repetir, así poco a poco vas viendo los pilares de la cinefilia (Blade Runner, Apocalyse Now...) hasta mi primer recuerdo nítido de gusto por el cine, que fue ver Pulp Fiction con 12 o 13 añitos en el cine que tengo cerca de casa. Ahí sí recuerdo ser aficionado al cine, pero antes había sufrido un proceso de transformación.
 
Puede sonar pedante, pero creo que mi afición, bueno quizás debería llamarle obsesión, por el cine nació a raiz de una peli de Buñuel que vi cuando era bastante cani. La peli en cuestión era "El ángel exterminador" y creo recordar que la echaban en la segunda cadena en no sé que ciclo, quizás también fuera el Cine Club. Yo estaba hipnotizado con toda esa historia, a pesar de que no entendía nada ( y sigo sin entender muchas cosas del tío Luis). ¿Por qué no salía esa gente de la casa? Me preguntaba a mí mismo en mi bendita ignorancia infantil. Y que acojone con la escena del sueño de la mano que andaba sola.

A partir de entonces empecé a aficionarme a cine viejuno, le dejé de tener miedo al blanco y negro y, por qué no decirlo, comencé a ser bastante freak.
 
Nunca he sido muy cinéfilo ni solía ir a videoclubs. A mi me gustaban las típicas pelis de accion (Terminator 2 y Jurassic Park fueron 2 grandes referentes para mi). Con la llegada de la Internec al hogar me puse a bajar películas, y de ahí vino todo. La primera película que me bajé fue Fallen Angels, de Wong Kar Wai, película que vi un dia trasnochando, una cálida noche de verano haciendo zapping en mi pequeña TV de 14", y que me dejó encantado ese espectáculo visual.
 
Yo es que desde que tengo memoria siempre he visto cine, junto a los comics siempre fue mi pasatiempo favorito.

Quizá la primera película de la que tengo algún vago recuerdo de verla en el cine sea Superman, que igual no fue la primera pero es la más antigua que recuerdo con la intensidad suficiente para maravillarme.

La que si tengo meridianamente clara en la memoria fue la primera peli de videoclub que vi en mi viejo Sony Betamax; Blade Runner.
 
La primera película que recuerdo haber visto en el cine fue Masters del Universo, con eso lo digo todo :D
 
Agradezco mi pasion por el cine por estos acontecimientos:

1. Los cines de verano de los 70, alla en Benidorm comiendo pipas, sentado en sillas de madera sobre un suelo lleno de guijarros pequeños. Peliculas como El Gato de las 9 Colas, Frankenstein, las pelis de Bud Abbott y Lou Costello, las peliculas en torno al personaje de Fu Manchu o el cine de la productora inglesa Hammer despertaron en mi una curiosidad inusual.

2. Peliculas del domingo de la tarde a mediados y finales de los 70 en un pabellon que formaba parte del antiguo polideportivo madrileño del Cuartel de la Montaña. Alli descubri una maravilla llamada Alien, el Octavo Pasajero, o lo que significo para mi la revolucion del cine de terror con el visionado de El Exorcista ya que me acabe acostumbrando a las pelis tipicas con Karloff, Cushing, Lee y compañia.

3. Los maratones de cine en los 80 en diversas salas de ciertos barrios madrileños. Me pase tardes y noches con mis colegas tragandome todo el cine de los 80. Todavia recuerdo con cariño una tarde-noche-madrugada en una sala en la zona del barrio de Carabanchel donde programaron: Scanners, Videodrome, La Zona Muerta, La Mosca, Dead Ringers (Inseparables), Noche de Miedo y Lost Boys (Jovenes Ocultos). Vaya sobredosis de pelis de terror y alucine con la peña consumiendo en la sala litronas y petas (y seguro que algun que otro tripi) con el resultado de que la banda empezo a flipar con Videodrome...todavia recuerdo que un pollo armo un mini-incendio en la sala, pararon la peli, apagaron lo que se estaba quemando (probablemente una chupa) y echaron a los flipaos que lo montaron. :lol: Joder! En ese mismo momento me senti estar en medio de un concierto de los "Maiden" que en una sala de cine. Vaya tiempos aquellos y menudas risas. :137

Hoy en dia tiro mas de DVD o torrents que ir fisicamente a una sala mas que nada por la falta de pelis que despierten en mi la motivacion que tuve en el pasado. Creo que esto es culpa del excesivo corporativismo que domina al panorama hollywoodense y sus ansias de la "pela" antes que el arte o el entretenimiento de calidad.
 
Pensando la primera pelicula que me impacto... creo que fue Los Pajaros en la primera. Pero no fui el unico, al dia siguiente en el cole todos hablabamos de ella y nos preguntabamos si acababa asi o la habian cortado.
 
Yo también soy carne de videoclub.
Primero en beta y luego en VHS.

Comentar que con el DVD y la puta internec el cine ha perdido bastante magia. Ahora sufro de Diógenes y sólo veo mierda.

Me voy a suicidar.

Que os jodan...
 
Pues yo debo mi escasa (comparada con la de muchos foreros) cinefilia gracias a gran hermano: En la época del gran hermano I, yo solía ver crónicas marranas (pese a sardá, lo veía por Pumares, Coto y algún otro drogadicto de los que por ahí pululaban), sin embargo, un lunes no había tertulia-insultos porque estaban hablando de gran hermano. Hice zapping y vi que, en la 2, ponían "Dies Irae" en "qué grande es el cine". Como en clase de música hice de la obra homónima una de mis favoritas, me quedé a ver de qué iba. Hasta ese momento, no solía ver películas previas a los 1970, desde entonces, no me perdía ninguno de los programas de Garci.
Ahora sólo bajo cine clásico y voy a filmotecas (todavía no he visto ninguna de 2010 y la última que fui a ver al cine fue una de Sam Fuller) y aún no me ha entrado el diógenes de empezar a bajar cinebasura y creo que es por la caída del caballo antes mencionada.
 
Llevo una época en la que no veo pelis y releo poca cosa.
Tuve mis épocas de carnet, fanzine y atracones de películas pero ando contemplativo últimamente. Me carteo con un amigo y planificamos una semanita de vacaciones a las ardenas como llevamos haciendo 4 años.
Amo al cine y otras cosas que no practico, igual que el cristianismo :lol:
Entiendo que cada cosa tiene su momento.
 
Gregory_Peck rebuznó:
La primera película que recuerdo haber visto en el cine fue Masters del Universo, con eso lo digo todo :D

Coño, pues por ahí ando yo, aunque barajo otras alternativas ya que no termino de tenerlo claro:

HARRY Y LOS HENDERSON
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VACACIONES EUROPEAS DE UNA CHIFLADA FAMILIA AMERICANA
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Muy triste (teniendo en cuenta que hablamos de la época de ET y tal...)
 
Menudo puto trauma con Harry y los Henderson, hace poco la vi en la TV y no me acordaba de lo depresivo que era el final
 
Bueno, yo me refería más que nada a una cinefilia medio consciente, no a las pelis que hemos visto de críos medio sobados sobre la barriga de nuestro viejo un sábado por la noche. Joder, es que yo soy de la época de los dos rombos y la virgen, hay que ver.

Yo aún sigo soñando con mi videoclub querido, en el cual la presencia o ausencia de las carátulas que a uno le atraían modificaba el estado de ánimo propio, oscilando desde la preocupación al ver que Excalibur estaba alquilada -en cuyo caso te preguntabas por quién, y si el sujeto en cuestión sabría apreciarla debidamente, si la rebobinaría tras el visionado o si se masturbaría sobre su caja- hasta la euforia de ver que esa película que siempre estaba alquilada, este viernes te esperaba sólo a ti, mientras mirabas de reojo comprobando que ningún miserable se abalanzara sobre ella antes que tú, obstaculizando tu efímero camino hacia un transitorio nirvana.

También recuerdo el habitáculo reservado para el porno, franqueado por estos colgajos a modo de puerta que se usaban en los bares de carretera de la Mancha, Andalucía y sitios así, ahora no me sale el nombre. Joder, ¿cómo se llaman esos colgajos multicolores?
 
Yo estaba con una chica que por aquel entonces era mi novia, tendría unos 18. Había visto una película de Kubrick y me picaba la curiosidad de ver más cosas de ese autor, así que me cogí "2001" en la biblioteca sin saber de qué iba. Ella vino a mi casa a verla con la predisposición de las palomitadas que solíamos ver como excusa para terminar follando, pero esta vez iba a ser diferente; a los 20 minutos de empezar, ella ya se había quedado dormida de puro aburrimiento, yo estaba absolutamente hipnotizado. Siempre comparo la primera vez que vi 2001 con cuando vi a Velázquez en el Prado, no sabía de que iba, no comprendía apenas nada pero sabía que estaba ante algo grande, esas obras, con tanta carga subliminal no me estaban hablando a mi, estaban hablándole a mi instinto, subconsciente, o como quiera que se llame, pero era una comunicación muy espiritual. Al terminar la película me quedó una sensación muy rara, como si acabara de ver a Jesucristo en persona, sabía que eso había sido una experiencia transcendente, que había aprendido algo sin saber el qué. La sensación me duró unos días y no podía quitarme de la cabeza esa película, la volví a ver esa misma semana y a mi novia no paraba de hablarle de ella, quería charlar con alguien sobre el monolito, los monos, el viaje; obviamente ella no era la más indicada y no me hacía ni puto caso.

Al poco tiempo terminamos, pero el germen cinéfilo acababa de nacer, fue cuando sentí la necesidad de devorar toda la filmografía de Kubrick, y luego Lynch, y luego Von Trier, y luego vi bastante cine clásico... y hasta hoy, que actualmente se acaba de erigir uno de mis mayores ídolos en Tarkovsky.
 
Así me gusta.

Como si follar pudiese compararse con una experiencia religiosa como degustar 2001 for the first time...

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Recuerdo que mi propia existencia comenzo, como si se tratase de la primera mision de un videojuego, abriéndo los ojos ante Terminator 2, recien salida en vhs, recuerdo que de las cientos de veces que la vi, alternando la bella y la bestia, jurassic park etc... acabe entristeciéndome con el final, me imagino que lloraria y me enrabietaria como solía hacer el cabron de mi miniyo tras la muerte del chuache.

Tras eso, papa puso el canal satélite digital y a partir de los 8 años me enganche de pleno al Showtime Extreme: John Woo (el primer director del que tuve costancia) pelis de kung fu y sobre todo (en realidad había puesto sobre todo junto porque soy un subnormal), Jackie Chan, que se convertiria en mi heroe en lo que llevo de mierdavida...
Sentia esa ilusión interna, esa felicidad por encima de todo cuando anunciaban alguna peli de chinos nueva, lo mismo me pasaba con las de terror del canal 18.
Poco mas adelante me pase a otros canales de selecto surtido, conoci el porno y aprendi a hacerme pajas follando con mi almohada, pero cuando me cansaba dirigia la tele al CinemaTK con el fin de ver más pelis asiáticas, mi afición por el cine se vió potenciada claramente por mi obsesión con asia desde que era un nene, asi conoci a Takeshi tic tic Kitano y a Kurosawa además de a otros japos cuyos nombres no me ze, pero junto a ellos también conocí a Kubrick, Tarantino, Scorsese, Wilder, Coppola etc...
Y asi hasta los 14 años me pusieron la internet y además de porno y epis de naruto que veia mientras me explotaba los granos y me comía el pus, continué bajando pelis de todo tipo, ahondando en las filmografías de las vacas sagradas del cine y buscando a la vez el cine indie al que me habia enganchado el canal CinemaTK, asi, desde entonces solo buscaba que me sorprendieran, que se saliesen de la órbita, era un gafapastis total y consagrado con 15 años, imaginaos que de hostias me podriais haber soltado cuando aun era flojo y raquítico juju
 
De descarriarse nada, el cine es una de las grandes Artes con mayúsculas! ni me imagino la cara que pondrían Auguste y Louis si se asomasen desde el más allá para ver la que liaron el día que inventaron esto...

A mí, la pasión por el cine me la insuflaron mis padres sin querer, en qué hora se les ocurrió llevarnos todos los miércoles de cada semana a ver una película con sus hijas tras recogerlas corriendo del cole! (el día del espectador era el día que salíamos al mediodía, escopetadas), y digo también en qué hora, porque yo era la única que les daba la película, encontrando todos los fallos de raccord habidos y por haber, sacándoles de la trama para volver a la realidad.
Y eso es a lo que he dedicado mi vida hasta hace un par de años, he sido script de cine. Estudié lo que antes se llamaba Imagen y Sonido, y terminé mi último curso con los travellings y el jaleo de Amenábar en los pasillos de mi facultad, rodando “Tesis”. He visto y veo todo el cine que puedo, y el día que me casé/cazaron, pedí a nuestro grupo de amigos, no un sofá o la entrada del piso como regalo de boda, sino un homecinema para montar en lo que se suponía que era el cuarto de la lavadora, nuestro cine particular.
La verdad es que hay ciertas películas que son de Sala grande y seguimos yendo al cine, pero la mayoría las dejamos para verlas en el nuestro, donde podemos comer palomitas y otras mierdas con la boca llena o pegar un grito sin molestar al de al lado, y con las piernas bien estiradas.
Tenemos enchufe en el videoclub, y nos llaman para decirnos las novedades que han salido y guardárnoslas. Y lo vemos todo; o casi todo (el cine de terror me aburre muchísimo hoy en día, sólo hay mierdas para adolescentes, sangrientas, todas con los mismos guiones, donde a la mitad pierden todo el fuelle, y no hace falta ser muy inteligente para saber el final; dónde quedaron ‘El resplandor’, ‘Psicosis’ o ‘Tiburón’? aay…)

Me está entrando morriña, me voy a dormir :sad:
 
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