El arte de la guerra es un libro que escribió un general chino llamado Sun Tzu en el siglo VI a.c.. Es un tratado sobre la guerra que ha sentado las bases del pensamiento militar desarrollado en Oriente desde Alejandro Magno hasta Julio Cesar.
La cuestión es que este libro está de actualidad no por sus enseñanzas militares sino por ser el libro de cabecera de ejecutivos de todo el mundo que se han dado cuento que los negocios y la guerra son muy similares.
Yo voy más y le encuentro aplicaciones en la vida cotidiana.
Me voy a picar unas cuantas muestras que invitan a la reflexión. Bueno postearía muchas más pero no me apetece estar picando toda la mañana:
La cuestión es que este libro está de actualidad no por sus enseñanzas militares sino por ser el libro de cabecera de ejecutivos de todo el mundo que se han dado cuento que los negocios y la guerra son muy similares.
Yo voy más y le encuentro aplicaciones en la vida cotidiana.
Me voy a picar unas cuantas muestras que invitan a la reflexión. Bueno postearía muchas más pero no me apetece estar picando toda la mañana:
Sun Tzu rebuznó:Todo el arte de la guerra está basado en el engaño. Por esto cuando seas capaz, finge la incapacidad; activo, la pasividad. Próximo, haz creer que estas lejos; alejado, que estas cerca. Ofrece un señuelo a tu enemigo para hacerle caer en una trampa; simula el desorden y sorpréndelo.
Sun Tzu rebuznó:Conoce al enemigo y conócete a ti mismo y en cien batallas no correrás jamas el más mínimo peligro. Cuando no conozcas al enemigo pero te conozcas a ti mismo, las probabilidades de victoria o derrota son iguales. Si a un tiempo ignoras todo del enemigo y de ti mismo, es seguro que estás en peligro en cada batalla.
Sun Tzu rebuznó:El orden y y el desorden dependen de la organización; el valor y la cobardía, de las circunstancias; la fuerza o la debilidad, de los despliegues. Por esto el comandante en jefe competente espera la victoria de la situación, y no de sus subordinados. El escoge a sus hombres y ellos aprovechan lo mejor posible la situación.
Sun Tzu rebuznó:Cuando deseo librar una batalla, el enemigo, aunque protegido por altas murallas y por fosos profundos, no tiene más remedio que aceptar el combate, porque ataco una posición que está obligado a defender. Cuando deseo evitar un combate puede ser que me defienda trazando simplemente una línea en el suelo; el enemigo no puede atacarme porque le desvío de la dirección que querría seguir.