La siguiente referencia interesará a todos los aficionados a las historias
de armas secretas alemanas.
La existencia de este arma, como muchas de las desarrolladas por los
alemanes durante la II guerra Mundial, es motivo de controversia. Al parecer
sus planes y prototipos fueron descubiertos por los aliados tras la derrota
del III Reich e inmediatamente clasificada como alto secreto...
En las memorias de Churchill se dice que fue encontrado un extraño deposito
de bombas incendiarias en el aeródromo de Rheine. El hallazgo fue acallado
públicamente. En octubre de 1943, la revista Interavia especificaba que los
alemanes habían desarrollado una nueva bomba incendiaria.
El funcionamiento de este ingenio consiste primero en una detonación que
pulveriza material altamente combustible. Cuando la nube de gas llega a
cierto punto de expansión, una segunda detonación interna deflagra la mezcla
química de tal forma que produce efectos devastadores al tiempo que
consume todo el oxigeno en derredor.
La explosión causa una letal y destructora onda de presión. Revienta los
pulmones y produce embolias en sus víctimas. La onda de choque arrasa todo
a su alrededor en un diámetro superior a un kilómetro y, lo más terrorífico;
los supervivientes sufren quemaduras químicas que posteriormente les lleva
a una dolorosa muerte.
Según el investigador Brian Ford, los alemanes usaron estas bombas cargadas
con metano ya en 1944, durante el levantamiento de Varsovia. Los resistentes
polacos, como estaban escondidos en sótanos y alcantarillas, podían resistir
un bombardeo convencional, y por ello los nazis recurrirían a la llamada hoy
Bomba Explosiva de Aire Combustible (BEAC), popularmente conocida
como la (*) “Bomba Atómica de los Pobres”.
Esta arma tendría su origen en el legendario “Cañón Tornado de Zippermeyer”.
La leyenda de este arma comenzaría cuando la llegada del un tal doctor
Zippermeyer al centro de investigación desarrollo de armas no
convencionales de la zona de Lofer, en el Tirol austriaco. Este investigador
habría estudiado los accidentes aéreos civiles producidos por las
turbulencias atmosféricas en los años treinta.
El proyecto militar de Zippermeyer, derivado de sus estudios, era crear un
torbellino artificial como arma antiaérea.
Una especie de mortero o cañón corto lanzaba al aire una nube de carbón
finamente pulverizado. Luego lanzaba un proyectil incendiario que debería
deflagrar el carbón. La idea era que cualquier avión que volase en la zona
quedase abrasado en el acto, o cuando menos, su tripulación.
Se hicieron pruebas, pero era muy difícil sincronizar el proyectil detonador
y el momento de máxima expansión de la nube de carbón, que además
no deflagraba con la suficiente potencia para producir el deseado torbellino
de fuego: se necesitaba tanta cantidad que hacía imposible llevar la teoría
a la práctica. Los investigadores no encontraban otro producto que pudiera
sustituir al carbón con efectividad.
Entonces un escape de gas incontrolado en una fábrica de etileno cercana
estalló, arrasando una manzana entera. Los investigadores habían encontrado
el propelente o alto explosivo para su arma, pero requería un cambio del
concepto inicial.
Conseguir lanzar con precisión una nube de gas o materia pulverizada desde
tierra y hacerla detonar a la altitud exacta de una formación de bombarderos
era sumamente difícil; sin embargo, como arma inversa, es decir, de ataque
a suelo, el nuevo descubrimiento resultaba perfecto.
Se abandona la idea del “Cañón Tornado” por la “Bomba de Aire Liquido”,
pero poco más se sabrá de el hasta terminar la guerra.
Según las declaraciones recogidas en el informe nº 142 de BIOS (British
Intelligence Objectives Sub-Committee) perteneciente al interrogatorio de
Kurt Kreutzfeld, la nueva bomba estaba compuesta por un 60% de carbón
pulverizado y un 40 % de "aire liquido" (eufemismo para ocultar el
componente).
El informe afirma que en su primera supuesta prueba la bomba arrasó todo
en un radio de 500 a 600 metros, produciendo serios daños hasta 2 kms.
Durante una prueba posterior con una bomba de mayor tamaño optimizada,
la explosión cubrió un área de 4 kms y los daños alcanzaron más de 12 km.
Este ensayo fue fotografiado por el Standartenführer Klumm y se remitió a
Brandt, consejero personal de Himmler. Se desconoce si los alemanes
utilizaron esta bomba de aire comprimido en el frente.
Trabajarían en esta bomba Zippermeyer y un tal doctor Hahnenkamp,
que junto a otros científicos desarrollaron el arma en Viena; los materiales
fueron preparados nada menos que por especialistas de la empresa Nóbel.
Lo último que la inteligencia británica supo de Zippermeyer es que fue
trasladado a la factoría de Giroscopios Horn en Plauen, Vogtland (Sajonia)
durante septiembre de 1944. Tras la caída del III Reich, el científico
despareció. Se ignora si lo capturaron los rusos o pudo escapar.
El 6 de agosto de 1945 se recluyó a varios especialistas atómicos del Eje en
la finca inglesa de Farm Hall. (**) Todos ellos tenían serias dudas de que
Estados Unidos dispusiera de la capacidad tecnológica para fabricar una
bomba atómica. Cuando se les comunicó la noticia de su uso sobre el Japón,
Heisenberg dijo que:
“- Se trata probablemente de algún proceso químico que genera fuerza
expansiva, multiplicada por un factor monstruoso...”
Así pues, para los científicos alemanes, el " Torbellino de Zippermeyer”
resultaría comparable a la bomba atómica... Para otros, este arma no es
mas que otra de las "armas definitivas" de la propaganda alemana.
Es decir, que otra vez nos topamos con la leyenda y la contrainformación.
Difícil saber cual es la verdad. La leyenda del secreto sigue cubriendo a
esta arma terrorífica tras la II Guerra Mundial. Se dice que Estados Unidos
la usó en Vietnam.
El motivo con que la leyenda justifica tal secretismo es por que los
alemanes habrían dado con un arma barata, relativamente fácil de fabricar,
cuyo poder de destrucción es enorme. Recuerda al gas Sarín, del que
dicen que cualquier estudiante de química es capaz de sintetizar.
Dentro de este apartado de supuestos conocimientos alemanes cuya
tecnología se emplea en la actualidad y cuya desclasificación como secretos
de posguerra no se hará hasta pasado mucho tiempo... o nunca.
- El método para obtener un combustible sintético, pudiendo prescindir
del petróleo (esta idea fue objeto de una novela)
- El sistema usado por Alemania hace más de medio siglo para obtener
Uranio 235 y poder armar una bomba atómica de forma barata.
- Las pinturas, gomas y materiales usados por la Luftwaffe para lograr
entonces la invisibilidad electrónica.
- Secretos médicos encontrados en Berlín por los soviéticos, los
cuales utilizaron para prolongar la vida de sus líderes.
- Las Hanebu o "platillos volantes nazis", con sistemas de energía e
impulsión que permiten prestaciones sorprendentes en una aeronave.
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Gracias a De Re Militari
de armas secretas alemanas.

La existencia de este arma, como muchas de las desarrolladas por los
alemanes durante la II guerra Mundial, es motivo de controversia. Al parecer
sus planes y prototipos fueron descubiertos por los aliados tras la derrota
del III Reich e inmediatamente clasificada como alto secreto...
En las memorias de Churchill se dice que fue encontrado un extraño deposito
de bombas incendiarias en el aeródromo de Rheine. El hallazgo fue acallado
públicamente. En octubre de 1943, la revista Interavia especificaba que los
alemanes habían desarrollado una nueva bomba incendiaria.
El funcionamiento de este ingenio consiste primero en una detonación que
pulveriza material altamente combustible. Cuando la nube de gas llega a
cierto punto de expansión, una segunda detonación interna deflagra la mezcla
química de tal forma que produce efectos devastadores al tiempo que
consume todo el oxigeno en derredor.
La explosión causa una letal y destructora onda de presión. Revienta los
pulmones y produce embolias en sus víctimas. La onda de choque arrasa todo
a su alrededor en un diámetro superior a un kilómetro y, lo más terrorífico;
los supervivientes sufren quemaduras químicas que posteriormente les lleva
a una dolorosa muerte.
Según el investigador Brian Ford, los alemanes usaron estas bombas cargadas
con metano ya en 1944, durante el levantamiento de Varsovia. Los resistentes
polacos, como estaban escondidos en sótanos y alcantarillas, podían resistir
un bombardeo convencional, y por ello los nazis recurrirían a la llamada hoy
Bomba Explosiva de Aire Combustible (BEAC), popularmente conocida
como la (*) “Bomba Atómica de los Pobres”.
Esta arma tendría su origen en el legendario “Cañón Tornado de Zippermeyer”.
La leyenda de este arma comenzaría cuando la llegada del un tal doctor
Zippermeyer al centro de investigación desarrollo de armas no
convencionales de la zona de Lofer, en el Tirol austriaco. Este investigador
habría estudiado los accidentes aéreos civiles producidos por las
turbulencias atmosféricas en los años treinta.
El proyecto militar de Zippermeyer, derivado de sus estudios, era crear un
torbellino artificial como arma antiaérea.
Una especie de mortero o cañón corto lanzaba al aire una nube de carbón
finamente pulverizado. Luego lanzaba un proyectil incendiario que debería
deflagrar el carbón. La idea era que cualquier avión que volase en la zona
quedase abrasado en el acto, o cuando menos, su tripulación.
Se hicieron pruebas, pero era muy difícil sincronizar el proyectil detonador
y el momento de máxima expansión de la nube de carbón, que además
no deflagraba con la suficiente potencia para producir el deseado torbellino
de fuego: se necesitaba tanta cantidad que hacía imposible llevar la teoría
a la práctica. Los investigadores no encontraban otro producto que pudiera
sustituir al carbón con efectividad.
Entonces un escape de gas incontrolado en una fábrica de etileno cercana
estalló, arrasando una manzana entera. Los investigadores habían encontrado
el propelente o alto explosivo para su arma, pero requería un cambio del
concepto inicial.
Conseguir lanzar con precisión una nube de gas o materia pulverizada desde
tierra y hacerla detonar a la altitud exacta de una formación de bombarderos
era sumamente difícil; sin embargo, como arma inversa, es decir, de ataque
a suelo, el nuevo descubrimiento resultaba perfecto.
Se abandona la idea del “Cañón Tornado” por la “Bomba de Aire Liquido”,
pero poco más se sabrá de el hasta terminar la guerra.
Según las declaraciones recogidas en el informe nº 142 de BIOS (British
Intelligence Objectives Sub-Committee) perteneciente al interrogatorio de
Kurt Kreutzfeld, la nueva bomba estaba compuesta por un 60% de carbón
pulverizado y un 40 % de "aire liquido" (eufemismo para ocultar el
componente).
El informe afirma que en su primera supuesta prueba la bomba arrasó todo
en un radio de 500 a 600 metros, produciendo serios daños hasta 2 kms.
Durante una prueba posterior con una bomba de mayor tamaño optimizada,
la explosión cubrió un área de 4 kms y los daños alcanzaron más de 12 km.
Este ensayo fue fotografiado por el Standartenführer Klumm y se remitió a
Brandt, consejero personal de Himmler. Se desconoce si los alemanes
utilizaron esta bomba de aire comprimido en el frente.
Trabajarían en esta bomba Zippermeyer y un tal doctor Hahnenkamp,
que junto a otros científicos desarrollaron el arma en Viena; los materiales
fueron preparados nada menos que por especialistas de la empresa Nóbel.
Lo último que la inteligencia británica supo de Zippermeyer es que fue
trasladado a la factoría de Giroscopios Horn en Plauen, Vogtland (Sajonia)
durante septiembre de 1944. Tras la caída del III Reich, el científico
despareció. Se ignora si lo capturaron los rusos o pudo escapar.
El 6 de agosto de 1945 se recluyó a varios especialistas atómicos del Eje en
la finca inglesa de Farm Hall. (**) Todos ellos tenían serias dudas de que
Estados Unidos dispusiera de la capacidad tecnológica para fabricar una
bomba atómica. Cuando se les comunicó la noticia de su uso sobre el Japón,
Heisenberg dijo que:
“- Se trata probablemente de algún proceso químico que genera fuerza
expansiva, multiplicada por un factor monstruoso...”
Así pues, para los científicos alemanes, el " Torbellino de Zippermeyer”
resultaría comparable a la bomba atómica... Para otros, este arma no es
mas que otra de las "armas definitivas" de la propaganda alemana.
Es decir, que otra vez nos topamos con la leyenda y la contrainformación.
Difícil saber cual es la verdad. La leyenda del secreto sigue cubriendo a
esta arma terrorífica tras la II Guerra Mundial. Se dice que Estados Unidos
la usó en Vietnam.
El motivo con que la leyenda justifica tal secretismo es por que los
alemanes habrían dado con un arma barata, relativamente fácil de fabricar,
cuyo poder de destrucción es enorme. Recuerda al gas Sarín, del que
dicen que cualquier estudiante de química es capaz de sintetizar.
Dentro de este apartado de supuestos conocimientos alemanes cuya
tecnología se emplea en la actualidad y cuya desclasificación como secretos
de posguerra no se hará hasta pasado mucho tiempo... o nunca.
- El método para obtener un combustible sintético, pudiendo prescindir
del petróleo (esta idea fue objeto de una novela)
- El sistema usado por Alemania hace más de medio siglo para obtener
Uranio 235 y poder armar una bomba atómica de forma barata.
- Las pinturas, gomas y materiales usados por la Luftwaffe para lograr
entonces la invisibilidad electrónica.
- Secretos médicos encontrados en Berlín por los soviéticos, los
cuales utilizaron para prolongar la vida de sus líderes.
- Las Hanebu o "platillos volantes nazis", con sistemas de energía e
impulsión que permiten prestaciones sorprendentes en una aeronave.
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Gracias a De Re Militari