El Dilema de los centimos y los yongs

Häskelärk

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13 Oct 2009
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Hoy iba caminando de un punto A a un punto B, cuando en mitad del trayecto entre ambos vislumbro viniendo hacia mi un señor, bastante castigado, pero llevaba un chandal que me recordaba a cierta época de esta nuestra roca patria.

Creía que iba a invitarme a jugar un buen partido de futbol callejero donde dos bancos son las porterías, pero no tenía balón y al abrir la boca he descubierto que había topado con una de esas personas que usan el chandal como vestimenta para ir a ciertos poblados.

"¿Me da usted diez centimos? Son para droga y jugar, no le voy a engañar" ha sido la frase que me ha disparado a pocos centimetros de la cara, así que le he contestado con un "No tengo, lo siento" mientras daba un golpe de cadera y salía en sprint forero de vuelta a mi cueva troglodítica de foreo.

Pero ahora pienso... ¿Si le doy los diez centimos le habré mandado un poco más a la muerte? pero si no se los doy ¿Estaré creando en él un sentimiento de mono que lo mate aún más rapido? en ambos casos es un encuentro en el que uno sale perdiendo pase lo que pase y el otro solo perdería dinero.

¿Que hubieseis hecho vosotros y con que sentimiento?
 
El lumpen me revienta. Si me pilla de buenas le doy 20 euros y le pido que me devuelva el cambio. Siempre desde mi posición de superioridad.

Si me pilla de malas le suelto un esputo a sus zapatos, le doy 20 euros y le pido que me devuelva el cambio.

Actúo de manera estable independientemente de mis emociones.
 
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Una boca es una boca, amigo.

Usted podía darle el dinero a cambio de algo, y el podía buscar el camino a la redención mediante el trabajo. Incluso mas importante, podría usted estar contándonos que tal la chupa un yonki.
 
Le compro heroína y que la casque de sobredosis.
 
Le he dado dos veces dinero a yonkis. La primera por inocencia y la segunda porque me dijo: "Hermano, no te voy a mentir, necesito dinero para el boliche"

Dos leuros le di por su honestidad.
 
Los mendigos, yonkis y demás pedigüeños hace tiempo que se han vuelto exigentes y sibaritas. A veces veo en los semáforos como han insultado a algún conductor porque lo que le ha dado por guarrear los cristales ha sido menos de lo que ellos esperaban. He visto al quemado sin dedos del metro no dar las gracias por lo que se le ha dado y a uno jovencito sin dientes que le veo a veces por calle Alcalá y goya, despreciar comida que le daban y que lo que quería era un cigarro.
Ya casi ni se curran los carteles ni los dramas humanos y van a lo fácil: "oye dame dinero pa droga" Amos hombre, gánate mi euro hijo de puta.
Los drogadictos son escoria pura. No sé qué será más rápido, si dejarle con el mono y que muera o darle el euro y que muera por droga pero hay que enterarse y actuar en consecuencia, es decir, hacer lo que le lleve a la tumba más pronto que tarde.
 
hace tiempo ya, en el escaso trayecto andando hacía el trabajo, había un mendigo siempre tirado en el suelo, pidiendo. Siempre me daba los buenos días. Una vez, me paré y le di dinero y se le iluminó la cara. Empezó a hablarme, fue un minuto. Me preguntó cuándo era mi cumpleaños y se lo dije. Meses después, el día de mi cumpleaños se levantó y me felicitó mientras me dio como regalo uno de esos periódicos gratuitos. Había estado esperando todo ese tiempo y se había acordado. Su cara estaba iluminada. Casi parecía un hombre en situación normal. Un hombre que puede dar algo a una chica joven y atractiva. Un hombre que por unos momentos ya no pide y no sólo eso, sino que da. Le dije "te has acordado, eh?". Se lo agradecí y le dediqué la mejor de mis sonrisas. Bueno no se la dediqué, él me la saco. No me lo esperaba y me sorprendió. Vi satisfacción en su mirada. Ese fue el último día que le vi. Me pregunto cual sería la razón del porqué se fue. Si le pasó algo, o no quería que le volviese a ver como antes, o cambió de lugar y ya
 
hace tiempo ya, en el escaso trayecto andando hacía el trabajo, había un mendigo siempre tirado en el suelo, pidiendo. Siempre me daba los buenos días. Una vez, me paré y le di dinero y se le iluminó la cara. Empezó a hablarme, fue un minuto. Me preguntó cuándo era mi cumpleaños y se lo dije. Meses después, el día de mi cumpleaños se levantó y me felicitó mientras me dio como regalo uno de esos periódicos gratuitos. Había estado esperando todo ese tiempo y se había acordado. Su cara estaba iluminada. Casi parecía un hombre en situación normal. Un hombre que puede dar algo a una chica joven y atractiva. Un hombre que por unos momentos ya no pide y no sólo eso, sino que da. Le dije "te has acordado, eh?". Se lo agradecí y le dediqué la mejor de mis sonrisas. Bueno no se la dediqué, él me la saco. No me lo esperaba y me sorprendió. Vi satisfacción en su mirada. Ese fue el último día que le vi. Me pregunto cual sería la razón del porqué se fue. Si le pasó algo, o no quería que le volviese a ver como antes, o cambió de lugar y ya
¿Cómo describirías el sabor de su semen? ¿Salado o avinagrado?
 
La historia que emocionó a Spielberg. Próximamente en sus pantallas. Starring: Johnny D.E.P.
 
hace tiempo ya, en el escaso trayecto andando hacía el trabajo, había un mendigo siempre tirado en el suelo, pidiendo. Siempre me daba los buenos días. Una vez, me paré y le di dinero y se le iluminó la cara. Empezó a hablarme, fue un minuto. Me preguntó cuándo era mi cumpleaños y se lo dije. Meses después, el día de mi cumpleaños se levantó y me felicitó mientras me dio como regalo uno de esos periódicos gratuitos. Había estado esperando todo ese tiempo y se había acordado. Su cara estaba iluminada. Casi parecía un hombre en situación normal. Un hombre que puede dar algo a una chica joven y atractiva.
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Un hombre que por unos momentos ya no pide y no sólo eso, sino que da. Le dije "te has acordado, eh?". Se lo agradecí y le dediqué la mejor de mis sonrisas. Bueno no se la dediqué, él me la saco. No me lo esperaba y me sorprendió. Vi satisfacción en su mirada. Ese fue el último día que le vi. Me pregunto cual sería la razón del porqué se fue. Si le pasó algo, o no quería que le volviese a ver como antes, o cambió de lugar y ya
 
Yo le digo que abra su wallet electronico que le mando unos satoshis.
 
A mí no me importa darle unas monedas a un "este es el malo, esta es la mierda". Son unas monedas de mierda que no me van a sacar de ningún apuro y a Junco le pueden servir para sobrevivir un día más. Pensáis que vosotros nunca estaréis del lado del que pide? Nunca se sabe.
 
Si todo termina en su muerte (exito) , lo mejor es lo que te conlleve menos perdidas amigo.
 
despreciar comida que le daban y que lo que quería era un cigarro.
En esto hay una especie de dignidad aún en la desgracia más absoluta, a mi modo de ver. Quiero decir, uno puede ser un desgraciado y verse abocado a mendigar y vivir en la calle pero si vas pidiendo monedas o algún cigarro por ejemplo que te den comida sin pedirlo es de una humillación supina. Si no te piden comida nunca hay que dar comida de hecho comida nunca he visto pedir. La comida o la rechazan de malas maneras en el acto o la aceptan y luego la tiran con desprecio procurando que sea en un sitio cerca de donde se la han dado para que lo vean en un acto de dignidad ofendida como decía antes.

También he visto casos de nobleza. Hace unos años tuve cierto trato con un mendigo habitual de un lugar que frecuentaba y en un par de ocasiones le dí una monedas, una vez incluso me pidíó una cantidad concreta 1 euro creo que era que le faltaba y se lo dí. En otra ocasión también le faltaba dinero y fui a darle algo negándose en rotundo diciendo que yo era su amigo y que le daba vergüenza pedir dinero a amigos.

En este último caso se cumplió la premisa que leí una vez en un libro. "Pedir limosna a todos no es vergonzoso pedir a uno sólo sí". El tío era un borracho y no sería un santo pero el hecho relatado en mi opinión es notable.
 
Última edición por un moderador:
Siempre me daba. Una vez, le di dinero y se le iluminó.fue un minuto.Meses después, se levantó y en situación normal. Un hombre que puede dar algo a una chica joven y atractiva. Un hombre que por unos momentos ya no pide y no sólo eso, sino que da.Se lo agradecí y le dediqué la mejor de mis sonrisas. él me la saco. No me lo esperaba y me sorprendió. Vi satisfacción en su mirada. se fue y ya

En tu historia sobraban letras. Así está mucho mejor escrito y da lugar a una imaginación bizarra como pocas.

De nada.
 
Joder, menuda historiaza se ha cascado la Nekane. Microrrelato, que sienta como ese huevo cocido con: una anchoa, una aceituna sin hueso y una tira de pimiento rojo cocido; todo ensartado en un palillo. Y que ponen por cortesía cuando pides un botellín.
 
A los yonkos se les ve venir, sabes que céntimo que reciben, céntimo que va para droja. Yo hace mucho que no me cruzo con ninguno En bilbao solía haber uno muy pesado por la zona de termibus, supongo que habrá muerto, que se solía juntar con una vieja vagabunda borracha que insultaba a todo cristo en la estación de buses.
Ahora los que piden sin rubor ninguno son los putos negros, que algunos van mejor vestidos y alimentados que tú los muy hijos de puta. A estos siempre les mando a currar
 
Joder, menuda historiaza se ha cascado la Nekane. Microrrelato, que sienta como ese huevo cocido con: una anchoa, una aceituna sin hueso y una tira de pimiento rojo cocido; todo ensartado en un palillo. Y que ponen por cortesía cuando pides un botellín.

Hubiese sido mejor si algún día se la hubiese chupado al mendigo en plan warro y luego haberlo contado aquí, donde el sexo con mendigos es bien recibido
 
Yo le hubiera dado los 10 centimos a cambio de que me escuchase durante 1 hora, para convencerle que la droga es mala. Le hubiera dicho, dame 1 hora y después haces con los 5 o 10 cm que te dé lo que tu quieras, puedes utilizarlos para labrarte un futuro o para arruinarte la vida, espero que sea lo primero.
 
Última edición:
Hace un par de semanas me encontré a un señor descalzo tirado boca arriba en el suelo de una cancha de baloncesto del parque de enfrente de mi casa con una camiseta en la cara.

Me acerco a él y le digo que si está bien, me responde que lo han asaltado y que no tiene dinero para volver a su pueblo panchito.
Yo como buen samaritano le ayude para que pudiera comprar el ticket de vuelta.

Mi sorpresa fue cuando este fin de semana me lo vuelvo a encontrar tumbado boca arriba pero esta vez en un banco con la camiseta en la cara pero eso si, con zapatillas.
 
Hace un par de semanas me encontré a un señor descalzo tirado boca arriba en el suelo de una cancha de baloncesto del parque de enfrente de mi casa con una camiseta en la cara.

Me acerco a él y le digo que si está bien, me responde que lo han asaltado y que no tiene dinero para volver a su pueblo panchito.
Yo como buen samaritano le ayude para que pudiera comprar el ticket de vuelta.

Mi sorpresa fue cuando este fin de semana me lo vuelvo a encontrar tumbado boca arriba pero esta vez en un banco con la camiseta en la cara pero eso si, con zapatillas.
Pero este pedigüeño del que hablas vale su peso en oro.
Ahí haciendo una perfomance de un asalto, se ha ganado cada céntimo que le den.
 
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