Ya lo voy pillando, solo hacía falta leer la noticia porque el imbécil de Yoli ha tergiversado la realidad produciendo un cortocircuito en mi capacidad de raciocinio que me negaba a aceptar.
No le detienen por ser
un truhan y un señor, le detienen porque una payasa no paga la cuenta de un hotel. Y es que le tenía que haber pedido el dinero y haber pagado él, para estar seguro que no va dejando pufos por ahí. Pero bueno, supongo que este error le servirá para la próxima.
Las prometía felicidad y trataba de agradar, ellas le dejaban dinero. Una especie de contrato tácito donde una de las partes incumple provocando una cascada de depresiones y abortos. ¿Abortos? ¿de donde sale ese feto? Ahí hay miga, que no se explica, ¿era suyo? ¿de otro y le quieren cargar el muerto (chiste bela lugosi)?
Estas bellezas no solo eran inocentes jovencitas que se metían incautamente en las redes sociales en busca de pura y sana amistad verdadera, sino que además eran seres totalmente desinteresados que no reparaban en ofrecer ayuda sin esperar nada a cambio. Que hay algunas que solo les falta enseñar la agenda donde iba apuntando, como un contable judío, todo lo que le deja, céntimo a céntimo. Una fanta que no pagó y pagué yo, = 1,5 €. etc.
El feminazismo ya está instalado como un cáncer en la sociedad, mujeres que denuncian o se presentan con los mozos de escuadra a por un "novio" que les engaña. Si no lo estuviese viendo diría que es mentira, imposible, que no puede ser verdad. Pero lo es, la estulticia aflora sin control, es la era de la subnormalidad, los tontos hablando por los micros, la policía al servicio de la sinrazón, jueces y funcionarios normalizando lo esperpéntico para que pase como cotidiano y recriminable.
Momentos musicales, que diría aquel.