Dormir con alguien que ronca es HORROROSO.
Yo no pienso volverlo a hacer en la vida. De ahora hasta que me muera, voy a disfrutar del sueño. Cualquiera que sea la situación. Si tengo trabajo y no puedo, o cualquier otro motivo, pues me aguanto y duermo doble otro día. Pero por urgencias o temas inaplazables, o por la vida, por gusto, o por obligación, pero no por rutina, no por aguantar a un mostrenco o no mostrenco que ronque, en la misma cama, para que no se ofenda y oir sus ronquidos horrorosos. Dormir es lo único mágico fijo y regular, es la única droga que te transporta que tenemos a diario. Es sagrado. Absolutamente.