Yo rezo por la salud del papo de Mia Malkova y Jada Stevens, y espero que el SIDRA, las drogas o las tentativas de suicidio se mantengan lejos de sus chochos y ojetes.
Aunque nos gusten las pornoputas y dedicamos nuestros mejores chapapotes a sus encantos, lo cierto es que es un mundo sórdido de drogas, violencia y bajeza moral. Una puta que se zampa 20 pollas a la semana, que se la follan entre varios a la vez, que le rompen el culo, le llenan la cara de lefa y otras tantas cosas que se suelen hacer en el porno, pues es normal que acabe entre drogas y desequilibrios mentales.
Si tienen un poco de amor propio y dignidad o hacen un ejercicio de una mínima introspección, y piensan en sí mismas, en sus vidas y tal, pues lo más lógico es que acaben de esa manera. Antes era la SIDA, y ahora sobredosis de drogas y suicidios lo que más suele dejarlas muñecas.
No olvidemos quien anda detrás de la industria del porno y a quienes debemos su nacimiento.