El otro día fui a La Curota, miré los caballos, puff hacía frío, pero estaban a la intemperie, tan panchos, pastando. En su cabeza PREOCUPACIÓN CERO, no tienen puta idea de si Sánchez habló para la nación, de si aíslan La Curota de Pico Muralla, de si la sierra del Barbanza la aíslan de Monte Louro, de qué carallo les pasa a los caballos en Mongolia, a los caballos árabes, no tienen puta idea de la polución y sufrimiento de los caballos de la Guardia Real en el Buckingham Palace in London... los caballos de la Curota 100% a lo suyo y tranquilos. Uno viejillo medio artrítico, otro sereno con su cáncer pasando el día, otros potrillos muy paveros. Pero ninguno de esos hippocerebros de la Curota entran en histeria por lo que les pasa a los caballos de más allá. No se enteran. Y qué tranquilos.
Tampoco nos enterábamos nosotros de que pasaba en otros lares hasta hace poco tiempo. Y si nos informaban no afectaba hasta tal punto. Ni de coña. Sabe dios la de bichos que tuvimos en otras épocas. Pero ahora, con la estupendísima globalización, con la reducción de distancias y tiempos gracias a la tecnología, gracias a los miles de medios informativos ávidos de ir lanzando paquetes de miedo (de lo que sea, les da igual, ahora puede estar justificado, pero si tiene que cundir el pánico por manadas de violadores o directores de Hollywood abusadores sexuales pues se hace, o levantar a Franco se convierte en un espectáculo de un año)
No sé. Va a ser cierto aquello que dicen los psicólogos de "bienvenidos a la generación de copitos de nieve" para señalar la tragedia que va a suponer cualquier cosa que infecte las tvs, prensa, etc. Y los caballos en el monte, como el mes pasado, como hace 3 meses, como el verano pasado... igual, invariables. A espantar moscas con la cola sin saber si mañana van a tener que comer.
Quién fuese catedrático en filosofía o en sociología. Tiene que darles para reflexionar y hacer muchas hipótesis con este "hecho social" que está pasando, con la reclusión en casa de media Europa. Debería estimular cientos de artículos y libros.
Creo que esta experiencia de 15 días, 1 mes, varios en el peor de los casos metidos en casa, al calor familiar, en la sencillez, sin cines, sin ir de copas a la mierda de los bares a perder el tiempo, sin leer artículos futbolísticos, etc. va a estar cojonudo. Todo eso era chatarra.
En 15 dias El PLACER, inmenso, será (y así debiera ser siempre) corrernos de gusto escuchando sonidos: el del viento azotando las copas de los árboles al caminar por el monte, el sonido del mar al romper en la playa, el sonido de la lluvia. Sentir el calorcito del sol, todo con ligera y natural actividad física para demostrar que la gravedad todavía no vence, charlar o estar por estar, sin apuro, con amigos y familiares.
Esta cuarentena va a enseñarnos mucho de Dios. Ya lo veréis. Nuestra relación con el consumo, la pérdida de esencia, el desfamiliarizarnos, el trabajar-trabajar-trabajar que es igual a morir, el ver al caballo de La Curota y decir: "qué cabrón, cómo se adapta al entorno, con su manadita, le importa un huevo Sánchez, su paga, la cuota de autónomos, si mañana come o si está Zara abierto para cambiar la ropa que leva meses repitiendo y no cumple con las expectativas sociales, no da la imagen o el nivel de humano que se espera de él.
No sé. Yo disfruto como nunca viendo una peli en familia, un café de sobremesa, con miembros que hacía años que no coincidíamos en ritmo y tranquilidad. Hago una escapada de estrangis al medio natural mas cercano y me sobreviene la misma adrenalina y gustirrinín que si fuera a un crucero por el Mediterráneo o a Thailandia a comer cucarachas fritas. La policía ejerce de factor importante, de enzima. Cuanto vale un poquito de libertad cuando te la quitan toda. Qué poco valoramos la total libertad cuando el mundo es todo tuyo.
Ahora entenderemos por qué en los estados de bienestar socialdemócratas actuales, la gente no necesariamente es más feliz que en anteriores épocas más duras y exigentes.
Joder, el otro día por el monte parecía una ardilla de feliz. Fui yo solo, 1 horita, manteniendo distancia de seguridad con el resto de humanos (no había uno), sin comodín del perro, sin comodín del estanco... Me lo pasé pipa y a la vez tenso, con un ojo en la policía, que me devoraría vivo, como le pasa a la gacela en la sabana si aparece un león. Cajundiola.
Y ahora paro ya porque se me ha acabado el costo y no sé ni qué estaba diciendo ni en qué hilo estoy