Vamos chicas no os peleis, si va a haber para todas, simplemente teneis que guardar cola. Un poco de paciencia joder, que lo bueno sabéis que se hace esperar.
Yo entiendo que queráis hacerme llegar ya desesperadas y ansiosas perdidas como son vuestros tiernos cuerpecitos, y vuestras tetillas algunas o vuestros culetes que os morís porque os horade. Otras se hacen valer para que las ponga la primera de la lista...
Pero no os pongais nerviosas, habrá para todas.
Y creedme que me enternece como en vuestro patetismo sois capaces de las cosas más peregrinas, desde montaros una fantasía messengera con otro, para que llegue a mis ojos y os valore más, hasta insinuar que sois muy liberales y tal, como abriéndome las puertas...
Ay si no fuerais tan celosas entre vosotras.
Pero también es eso es parte de vuestro encanto.
Mi rango, en realidad debería ser "Con él llegó el escándalo" porque desde mi llegada es un hecho objetivo que se han revolucionado todas porque directamente se las dispararon las hormonas. Sus cuerpecillos tiernos, algunos marchitos ya, piden a gritos que las tome, y por ello se explica esta histeria femenina colectiva.
Yo no soy muy dado a hablar de mí, pero aquí lo voy a hacer, para los demás machos, para que no me odien y traten de comprenderme así como el mundo en el que vivo.
Veréis:
Si por algo me he caracterizado a lo largo de mi vida, ha sido por mi precocidad. Que haya sido precoz en las más diversas áreas no quiere decir que no lo haya sido en el ars amantis. Sí, ya a la tierna edad de dos años había desvirgado entre gritos de pasión y desenfreno a todas mis compañeras de guardería. Y por más de dos orificios de salida y entrada. Esta situación se volvió insostenible para las cuidadoras, que temerosas de un escándalo sin par en los anales de la puericultura, decidieron silenciar tal hecho, ordeñándome ellas mismas hasta dos y tres veces al día. Fue la única manera de mantenerme tranquilo y no libidinoso.
Aquellos fueron otros tiempos que definieron parte de lo que es hoy mi personalidad y que crearon una pauta en mi comportamiento, de la que no he podido deshacerme con los años. No voy a extenderme con un muestrario de experiencias que a nadie le importan, pero podéis haceros una idea, insignificantes mortales, pajilleros de pacotilla, de lo ajetreadas que han sido mis lides amorosas.
Yo he follado miles de mujeres a lo largo de mi vida, es un vicio que me atrapa y me consume, llegando a desgastar mis energías hasta extremos de pura languidez. La última vez fue con tres, anoche hasta las tantas, aún las tengo en mi salón como gatas en celo pidiendo más; pero las he dicho que se lo monten entre ellas porque estoy ahora ocupado escribiendo en el foro. Y he tenido que aplicar un correctivo a una que ha entrado en mi cuarto a interrumpirme como quien no quiere la cosa. Pero llegan a ser tan viciosas una vez que se entregan, que os aseguro que le ha gustado que le azotara el culo llamándola perra por venir a molestarme, lo he notado porque la chorreaban los muslos cada vez que mi mano palmeaba sus carnes.
Estas zorras van a acabar conmigo, cuando encuentran al hombre no se quieren desprender de él, hacen cola por las noches junto a mi alcoba y yo ya no puedo más, son insaciables todas. Dicen que sus maridos no las satisfacen, que sus novios son unos pagafantas, buenos para llevarlas al cine o a cenar, pero unos pésimos amantes, que sus amigos son cobardes y no saben tratarlas como esperan, que nunca han conocido a nadie como a mí ni le conocerán.
Que más os puedo decir: he comido más coños, he follado más culos, he apretado más tetas, que los que podáis disfrutar todos vosotros juntos el resto de vuestra miserable vida.
Es lo que tiene ser un macho alfa, todas las féminas pretenden que mis genes pasen a su descendencia, es algo biológico puramente.
Sé que no me vais a entender, acostumbrados como estáis a ser invisibles para ellas, mientras se tiran del pelo y se arañan por conseguir mi número de móvil.
Ahora quizá sea mejor que me vaya porque las he desquiciado a todas hasta la insania.
Por favor Ilovegintonic baneame aunque solo sea por envidia. Si vine aquí fue por conocer un mundo que me es ajeno completamente cómo lo que es la vida sentimental de un macho omega, sus insatisfacciones, su frustración por no follar, la manera en que las tías le chulean. Sólo quería saber cómo es la vida de un gusiluz, y por eso entré en este lugar.
Pero allá donde voy como una maldición mi estela me acompaña.
Un saludo.