Galicia ¿sube o baja en la escalera?
Redacción.- Las elecciones gallegas 2005, parecen un paradigma de la caricatura del gallego: te lo cruzas en una escalera y no sabes si sube o baja, a una pregunta contesta con otra pregunta y al recuento electoral responde con un aplazamiento. No se sabe quien ha ganado. Pero pueden extraerse algunas conclusiones provisionales.
En el momento de escribir estas líneas está en juego el escaño 38 en Galicia. Si el recuento de los votos de la emigración gallega, otorga el escaño al PP, la victoria de Fraga habrá sido “pelada”, pero suficiente. Buen resultado si tenemos en cuenta que supone la séptima victoria continuada en Galicia. Hasta dentro de unos días no se sabrá, realmente, quien ha ganado las elecciones gallegas. Pero, a estas alturas, pueden establecerse algunas conclusiones.
El fondo de la cuestión
Lo que estaba en juego en Galicia –y lo que sigue en juego en el momento de escribir está crónica- es si en Galicia gobernaba un anciano o gobernaba el “eje del caos”.
Seamos claros: será difícil que el PP realiza una campaña tan mala como la que ha realizado Fraga en Galicia. Salidas de tono frecuentes (propias del Fraga de siempre), frases en ocasiones inoportunas y que desprotegían su mandíbula para que el puño del PSG-BNG lo marcara, la misma presentación de un candidato de 82 años que rompía todos los consejos de marketing y publicidad, y, por supuesto, un desgaste de veinte años de ejercicio del poder, todo ello han favorecido la bajada de votos del PP. Pero, aún así, con todos estos errores de conducción política, Fraga ha sido el partido mayoritario, con mucho, y el que tiene una mayor representación parlamentaria.
Frente a él, Zapatonto y su figurón local, Pérez Touriño, no han hecho una campaña mejor, si exceptuamos el mítin de La Coruña en la que estuvieron presentes todos los elementos de una brillante campaña electoral. Pero, ni aún así. ¿Por qué? Por tres motivos: por que el candidato del PSG, Touriño, carece de carisma, es un tipo distante, incapaz de generar entusiasmo en el electorado; en segundo lugar por que buena parte de los electores que hubieran estado dispuestos a castigar a Fraga y a votar PSG, eran perfectamente conscientes de que ese gesto suponía el ascenso al poder de una fuerza radical, marginal, un verdadero frente del rechazo formado por grupúsculos extremistas acogidos bajo el común paraguas independentista; finalmente, por que el PSG-PSOE es una amalgama de tendencias, desideologizado, en el que caben desde una democracia social (Paco Vázquez) hasta socialdemócratas grisis (el propio Touriño) o funcionarios oportunistas y sin escrúpulos (Pekín Blanco), todos ellos con hambre de poder y que no han dudado en aplaudir los recortes de Zapatonto al “Plan Galicia”.
Además, hay otro factor a tener en cuenta: los avances obtenidos por el PSOE-PSG, no se han debido al candidato presentado a la presidencia de la Xunta. En absoluto. Se han debido al “efecto Zapatero”. Si, por que, aún hay gente para la que Zapatonto es un líder carismático, con su talante, con su populismo socialista, con sus declaraciones huecas en defensa de homosexuales y feministas. La campaña del PSOE gallego no solamente no ha conseguido vencer al PP, sino que no ha conseguido vencer a Manuel Fraga a sus 82 años…
Los resultados reales y su comentario
El PP ha perdido cuatro escaños. Apenas ha perdido 45.000 votos en la noche del recuento, que muy probablemente, recupere cuando se abran los votos de la emigración. No puede hablarse de una derrota. Como máximo de un descenso provocado por las razones que hemos señalado.
El PSG-PSOE, por su parte, ha ganado unos 180.000 votos, suficiente para ganar ocho diputados, pero no lo suficiente para batir a Fraga. Es el “efecto gobierno” generado por 16 meses de gobierno de Zapatero y por la reiterada presencia del presidente en la campaña gallega.
Finalmente, el BNG, ha retrocedido, perdiendo 40.000 votos y 4 diputados. La retirada de Veiras, los problemas interiores, el radicalismo de la formación, el ejemplo de ERC que está pesando como una losa sobre quienes sienten por primera vez la tentación de votar a una opción independentista, han golpeado duramente al BNG. Ciertamente, el voto juvenil ha ido mayoritariamente a la izquierda, pero era previsible a la vista de la edad de Fraga. Mucho va a tener que cambiar el BNG y, sobre todo, recortar su radicalismo, si quiere interesar a un electorado más sensato y maduro. Y, a la vista de las componentes interiores del BNG, está hipótesis parece algo lejana.
Hasta dentro de unos días no se sabrá exactamente quien gobierna en Galicia. Tanto Pepín Blanco como Touriño, han cometido la irresponsabilidad de darse como “ganadores” y de considerar a Fraga como “expresidente”. Pero, en el momento de escribir estas líneas, entre los recursos presentados y el voto de la inmigración, no parece definitivamente sellada la victoria del PSG-BNG.
El sentido de estas elecciones
Zapatero no ha resultado reforzado. Si Fraga no obtiene el escaño 38, podrá alardear de que el presidente de la Xunta es un hombre suyo y que le ha debido a él la victoria. Pero también tendrá que realizar dolorosas concesiones a sus molestos compañeros de viaje. Si Fraga no obtiene el escaño 38, Zapatero habrá obtenido una victoria pírrica.
Si en la derecha está presente el “voto oculto”, en la izquierda el “voto cerril” aparece por todas partes.
Ahora bien, si ese disputado escaño se otorga, finalmente, a Fraga, mucho me maquino que este verano, Zapatero no va a poder llevar a sus bienamadas hijas a la piscina de la Guardia Civil, ni va a protestar por que las fotografíen, ni siquiera se va a poder permitir unos días de asueto: tendrá razón, y mucha, en tener el vientre descompuesto ante lo que pueda ser el período en el cual el “tripartito” catalán, publique su “Nou Estatut” (lo que ocurrirá presumiblemente el 11-S) y se celebre, en la segunda quincena del mes, en el Senado, el debate sobre el Estado de la Nación. Por que entre esas fechas, está el primer límite histórico del “talante”: hasta entonces habrá logrado aplazar las crisis y la hora de la verdad, a partir de ese momento, la bola de nieve de la centrifugación nacional que él mismo ha arrojado por la pendiente, corre el riesgo de arrastrarlo.
Con todo, las elecciones gallegas demuestran que Zapatero aun tiene crédito electoral. No excesivo, ciertamente. Al empate técnico entre PSOE y PP (lo que en la práctica equivale a una victoria del PP), se une el hecho del “voto enmascarado” capitalizado por el PP que indica hasta qué punto la derecha vergonzante se niega a reconocerse como tal en las encuestas. El PSG ha mejorado en Galicia, a causa del “voto cerril” de la izquierda: no importa que Zapatero haya cortado los fondos del “Plan Galicia”, no importa que en 16 meses de gobierno, Zapatero no haya realizado absolutamente ninguna concesión, gesto o regalo a Galicia, sino que ni siquiera la ha tenido en cuenta… y aún así, el PSG utilizando como mascarón de proa a Zapatero, ha logrado avanzar algo.
Los resultados irrelevantes del ambiente
Si mencionamos estos resultados es, simplemente, por que muchos de los visitantes de infokrisis, son simpatizantes de este sector. Lo que encontramos, era previsible, pero no por ello menos lamentable. Las tres últimas formaciones de la provincia de Coruña, son, precisamente: DN con 459 votos, FE-JONS con 343 e IDEGA con 303, en total 1.105 votos. En las otras tres provincias, solamente, se presentaba FE-JONS, que ha alcanzado 117 votos en Lugo, quedando los últimos clasificados, 94 votos en Orense, quedando, así mismo, los últimos, y en Pontevedra 402 votos, el mejor resultado de éste partido, que le permite ser el cuarto empezando por la cola…
El que diga que estas tres formaciones hubieran obtenido la suma de los votos que ha obtenido cada una de ellas, si se hubieran presentado juntas, se equivoca. Cuando se está ante resultados tan pobres, no hay análisis electoral posible. Da la sensación de que FE en Pontevedra y DN en Coruña, han estado ligeramente por encima de lo que se esperaba, pero, no hay que olvidar que ambas formaciones son incompatibles y que los votantes conscientes de unos, rechazan la imagen, los ideales y el programa de los otros.
En cuanto a Idega, tras la escisión de DN, generada por antiguos miembros gallegos del MSR pasados a esta formación, demuestra muchas cosas: en primer lugar que las “teorías” del “centrismo radical” o de la “identidad gallega”, por sí mismas, si no son erróneas -que lo son- carecen, por sí mismas, de fuerza suficiente para interesar a poquísima gente. Ahí acaba la andadura de una opción, asfixiada por análisis erróneos y sentenciada por la indiferencia del electorado.
A decir verdad, los resultados de estas tres formaciones son acordes con las campañas realizadas y con los medios movilizados. Es evidente que FE-JONS ha intentado jugar en estas elecciones la carta de ser la “única falange” presente. Pero, no nos engañemos, FE-JONS, en Galicia, carece de estructura, de simpatizantes y de una implantación real. Los 900 votos recibidos por la candidatura gallega de Diego Márquez, suponen el TECHO MÁXIMO CON EL QUE CUENTA CUALQUIER ETIQUETA FALANGISTA EN GALICIA. Poco, muy poco, mucho menos para un movimiento que tiene 72 años de vida y por el que han pasado varios miles de gallegas, sino decenas de miles.
¿Y DN? Quedar por detrás del Partido Humanista o del CDS, no es desde luego un timbre de honor. Ahora bien, quedar por delante de Idega y de FE-JONS, confirman tímidamente la tendencia al “surpasso” por parte de DN sobre cualquier otra formación del “ambiente”. No puede hablarse de “éxito”, pero tampoco de rotundo fracaso. Si tenemos en cuenta que hace un año DN Galicia tuvo la escisión de los afiliados llegados del MSR que pasaron a fundar IDEGA, en realidad, se ha demostrado que la primera irrupción electoral de DN en Galicia, ha sido, como mínimo esperanzadora. O al menos, algunos pueden considerarla así.
Pero no olvidemos que estamos, no sólo por debajo del 1%, sino del 0’1%. Con estos resultados no puede hacerse gran cosa, especialmente el día después de las elecciones. Esta campaña ha demostrado que faltan cuadros, falta estrategia, faltan medios e incluso falta dirección política. En otras palabras, estas elecciones confirman lo ya sabido: que las opciones históricas son terminales (FE-JONS), que las opciones improvisadas en base a ideas “geniales” nunca cuajan (IDEGA) y que las campañas abordadas sin medios y sin estrategia política no llegan muy lejos.
En resumen ¿qué indican estos resultados? Que se está muy lejos todavía de tener CONCIENCIA DE PARTIDO POLITICO, persiste la mentalidad de banda, de bandería, de grupo, pero no, en absoluto, la de partido. Si tenemos en cuenta que otros grupos como AES o como LaFalange, declaran tener “delegación” en Galicia y no han logrado presentarse, se percibirá fácilmente que todo este ambiente está muy, muy lejos de pesar políticamente… a causa de sus propios errores.
© Ernesto Milá – infokrisis – [email protected]
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