Entrevista a Johan Galtung

NomadS0ul

RangoClásico
Registro
16 Mar 2004
Mensajes
2.531
Reacciones
0
no tiene desperdicio:

JOHAN GALTUNGHace 40 años que este noruego afincado en España trabaja en la más utópica –o realista, según se mire– de las profesiones: mediador de paz. No hay conflicto en que no haya intervenido: Afganistán, Congo, Palestina, Irak… Sus armas son la fortaleza y una cultura deslumbrante –habla 12 idiomas y es doctor honoris causa por más de diez universidades–. Y, sobre todo, la paciencia.


Lo primero que llama la atención de Johan Galtung es su sentido del humor, una habilidad no científica que debe utilizar como un maestro de esgrima en su trabajo de mediador de paz. Sus explicaciones para encontrar su casa de Alfaz del Pi, donde vive cuatro meses al año, fueron disparatadas y terminó saliendo a buscarnos a una rotonda en moto con su pelo de guiri, sus chanclas de guiri y su camisa estridente de guiri. Su casa está en lo alto de una colina y desde la terraza, ocupada en parte por unas placas solares, hay una vista privilegiada hacia Benidorm. «Tenemos Sodoma y Gomorra a diez kilómetros, pero sólo vamos una vez a la semana.» Desde este rincón dirige Transcend, una organización que trabaja para la paz en el mundo favoreciendo el diálogo entre enemigos. La esposa de Galtung, japonesa, nos sirvió el té y unas galletas de miel compradas en el supermercado noruego de Alfaz y el profesor comenzó una lección de historia, antropología, periodismo y humanidad dictada en un tono casi inaudible, pero con precisión matemática.

El Semanal. ¿Cómo llegó a comprarse una casa en Alicante?

Johan Galtung. Mi primera visita a España fue en 1951. Mis colegas en ciencias sociales de Noruega plantearon que no debíamos participar en el boicot cultural a España, sino venir el máximo número de veces y traer en cada viaje un paquete de libros. Mis viajes fueron cada vez más numerosos, y mi relación con el país tomó una dimensión tan grande que en 1968 adquirí esta casa en Alfaz del Pi con la teoría de que el franquismo terminaría sin una gota de sangre. Y así fue.

E.S. ¿Qué es lo más difícil para poner de acuerdo a dos enemigos?

J.G. Entender que los dos tienen algunos puntos que son razonables y no demonizar al contrario.

E.S. ¿Y cómo los puede ayudar usted?

J.G. Como intérprete de esos puntos. Dejando el mensaje de que sí son violentos y te han hecho daño, pero hay un conflicto y las metas que tiene el contrario son digeribles.

E.S. ¿Ahora mismo está involucrado en algún proceso de paz?

J.G. En muchos. En Sri Lanka, por ejemplo, y con mucho éxito. Acabo de pasar un mes en un país de Europa con cuatro miembros del Gobierno de Sri Lanka, con interlocutores de los tamiles, con musulmanes y con cristianos. Hemos tenido reuniones sobre una idea que viene de Transcend, mi organización, sobre un tipo de federalismo no territorial. El problema en Sri Lanka es que están muy mezclados y no tienen la misma disciplina que los suizos, que tienen a cada grupo en un cantón. En Sri Lanka no se pueden tirar líneas. También he insistido mucho en desarrollar proyectos de cooperación ecuménicos para que crezca un tipo de pensamiento distinto. Es un trabajo duro que requiere mucha paciencia.

E.S. ¿Qué idiomas habla?

J.G. Noruego, inglés, alemán, español, francés, italiano, danés y sueco, pero tengo cuatro extras para manejarme de forma cotidiana que son el japonés, el chino, el ruso y el serbocroata.

E.S. ¿Cómo consigue que en una negociación los contendientes no piensen que está de parte del otro?

J.G. Con creatividad. Mis principios son no violencia, empatía y creatividad, así que mi punto de entrada es presentar opciones que ellos no han visto. Todo lo que hacen los participantes en un conflicto es destructivo. Mi tarea es cambiar ese discurso 180 grados y mirar hacia el futuro.

E.S. ¿Cree que alguna vez un Estado negociará con Al Qaeda?

J.G. No con Al Qaeda, pero sí con gente muy cercana.
E.S. ¿Al Qaeda es algo tan abstracto como nos dicen?

J.G. Es un movimiento horizontal no piramidal que ha cambiado su nombre. Antes era La Base y ahora es La Ley. El error estratégico del Pentágono fue definirlos como gente con la que no se podía tener un debate, y por eso los americanos están sembrando semillas para guerras que pueden durar siglos mientras pierden la guerra contra el terrorismo.

E.S. ¿Me está diciendo que Al Qaeda tiene unos objetivos políticos más allá de los desestabilizadores o destructivos?

J.G. Washington quiere comercio libre y democracia al estilo americano. Al Qaeda quiere respeto para el islam. La organización hunde sus raíces en Arabia Saudita, donde la situación es muy problemática porque el país está fragmentado y ahora también la Casa Real está dividida. El respeto para ellos significa, principalmente, que en Arabia Saudita sólo haya una lectura del islam y un tipo de vida más modesto. Eso es el wahabbismo. Por otro lado, Al Qaeda no está en contra del comercio, pero sí del mercado en el sentido norteamericano. Es decir, mercancías en una dirección y dinero de otro sin ni siquiera contacto de ojos. Para los musulmanes, el comercio es una interacción humana muy profunda, algo muy difícil de entender en Occidente. Asimismo, el aspecto de la democracia no es tan imposible como algunos piensan, pero es un camino que pasa por la mezquita.

E.S. ¿Qué tipo de democracia?

J.G. De diálogo. Menos votación y el derecho de la mayoría, y más diálogo. Es la forma clásica de democracia. La aritmética vino después. En muy pocas familias votan en el desayuno, pero la calidad de la vida en los hogares se mide en la posibilidad de todos sus miembros para decidir.

E.S. En 2001 usted dijo que Bush podía ser positivo para la comunidad internacional porque los republicanos tienen una tradición de no intervencionismo. ¿Cree que se equivocó?

J.G. Absolutamente, pero mi argumento era cierto. Si tomamos siete de los últimos grandes conflictos desde la Primera Guerra Mundial, la entrada de EE.UU. en cinco de ellos se hizo a través de un presidente demócrata. Sólo dos han sido republicanos, y los dos se deben a la familia Bush. Cinco contra dos, y por eso, en general, los demócratas son más peligrosos.

E.S. ¿Cree que el 11-S cambió la política exterior de Bush?

J.G. No, todo estaba decidido antes del 11-S, pero estaban tan mal informados que ni siquiera habían previsto que algo así sucediera. Si EE.UU. ha eliminado entre 12 y 16 millones de personas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (tres millones en Vietnam, por ejemplo), hay por lo menos diez familiares y amigos que sienten rencor. Los muertos están muertos, pero los demás viven y es impensable que en muchos no surja la necesidad de venganza. Mi interpretación del 11-S es que fue una decapitación jurídica-teológica de dos edificios por haber pecado contra Alá. Había un edificio número tres, la Cía, que era el objetivo para el cuarto avión. Es exactamente lo mismo que hacen en las plazas públicas de Riad para castigar el adulterio, y así fue leído en el mundo árabe.

E.S. ¿Y por qué cree que no ocurrió antes?

J.G. Por suerte. En la primera fase después de la Segunda Guerra Mundial la matanza americana fue en Asia oriental, budista. Y según esta religión, la figura principal para explicar lo que pasa es el karma. El karma es el destino que tú puedes cambiar, no es determinista; así que Corea del Sur y Vietnam han hecho lo posible por mejorar sus relaciones con EE.UU. y modificar su karma. La siguiente matanza en los 70 fue en América Latina, con la instrucción en tortura y la escuela de dictadores. Pero América Latina es cristiana y existe esa idea inconsciente de que el país cristiano más fuerte es el más favorecido por Dios. Este pensamiento genera sumisión también entre los maoístas. Pero en la tercera onda de matanzas se han dedicado a Asia occidental, y esta parte es islámica. Ellos no piensan que Alá es un nieto de Dios. Alá para ellos está, al menos, al mismo nivel. Desafíalo y vas a tener una respuesta. Por eso cuando los americanos dicen que los atacan por envidia a su modo de vida, demuestran que no entienden nada. La propaganda de los americanos deja a su pueblo en una realidad virtual y la película Fahrenheit 9/11 lo ilustra muy bien.

E.S. ¿Está de acuerdo con la imagen de tonto que se da de Bush en esa película?

J.G. Bush es genuinamente tonto, lo cual no significa que pueda ser utilizado por las tres fuerzas que hay detrás, y ellos no son tontos. La primera fuerza es el capitalismo de materia primaria: el petróleo. Hay mucha gente que no sabe que Colin Powell es un militar, pero su entrenamiento de base es de geología de minas. La Administración Bush tiene petróleo en su cabeza, y eso no sería tan importante si no les estuviera impidiendo buscar otras alternativas energéticas, que las hay. Los segundos son los neoconservadores, que tienen una megalomanía increíble. Y los terceros son los fundamentalistas cristianos. Dicen que hay 13 millones de ellos y tres millones de fundamentalistas judíos, y Bush está en el centro.

E.S. ¿EE.UU. e Israel se sienten pueblos elegidos?

J.G. Eso es lo que tienen en común, pero también hubo otros países antes: Japón, Alemania, Inglaterra y, en la época de los Reyes Católicos, España. Ser el primero entre iguales, tener un contacto exclusivo con Dios, es un deseo muy antiguo.

E.S. ¿Hay religiones más violentas que otras?

J.G. Cada religión tiene aspectos pacifistas y aspectos violentos. Hay un islam suave y un cristianismo moderado, pero ahora estamos en una situación donde los fundamentalistas tienen el poder en ambos lados. Tengo la predicción de que EE.UU. va a dar la espalda a Israel dentro de cinco a diez años, igual que hicieron con Sudáfrica. Y lo harán cuando pierdan demasiado con su apoyo.

E.S. ¿Hay pueblos más violentos que otros?

J.G. Si vemos la estadística de los últimos mil años y tomamos por cada guerra una lista de países que han entrado, y sumamos en cuántas guerras ha participado cada uno, el primero es Inglaterra, después EE.UU., el número tres es Turquía y el cuarto, España. Alemania y Rusia fueron beligerantes en el siglo pasado, pero en una perspectiva de diez siglos son los anglosajones los más violentos.

E.S. ¿Tiene alguna explicación para ese dato?

J.G. Sobre eso hay muchas especulaciones. Hay un elemento de cristianismo fundamentalista, de evangelismo. Existe también un elemento geográfico, los ingleses han tenido una isla y con ella y su cultura han podido tener una doctrina militar ofensiva, pero a la vez eran relativamente invulnerables. Sólo necesitaban tener unos barcos más fuertes y con más cañones que los demás. Con esa ideología militar de capacidad ofensiva e invulnerabilidad han podido construir un imperio y han usado a Irlanda para entrenarse en violencia.

E.S. También los vikingos tenían el escudo geográfico y los barcos.

J.G. Mi familia proviene de la baja aristocracia vikinga, es la última que sobrevive, así que conozco muy bien su historia. Con los barcos tuvimos la capacidad ofensiva y con los fiordos la invulnerabilidad total, pero no hemos tenido la cultura de la evangelización. Los vikingos eran ladrones, han violado a mujeres y masacrado pueblos, pero no han escrito libros diciendo que era a favor de las víctimas.

E.S. Cuando hace análisis, se mueve adelante y atrás en la historia. Hábleme de la diferente concepción del tiempo entre Oriente y Occidente.

J.G. Esa diferencia es clave. En mis estancias en Irak siempre he preguntado cuánto tiempo va a durar esta guerra, y ellos dicen: «Cinco siglos. Los turcos vinieron en 1379 y se retiraron en 1878». En este periodo vamos a vencer y va a surgir un mundo árabe encima del mundo islámico, dicen. Por supuesto, los musulmanes no árabes no están de acuerdo. Cuando hago la misma pregunta a los americanos, dicen: «Cuatro meses, hasta Navidad». Es increíble. Los serbios tienen la misma perspectiva que los árabes y los beduinos. Naturalmente, quien tenga una perspectiva de tiempo más larga va a ganar porque la otra parte va a perder la paciencia.

E.S. ¿Por qué China está desaparecida como actor en la crisis internacional?

J.G. Porque no les interesa. Es el país más egoísta que existe, sólo se le acerca Francia. Piensan que todo lo que no es China es bárbaro. Creen que están entre el cielo y la Tierra, pero no tienen la metafísica de un dios. No existe en China deseo de salir, pero sí de protegerse, por eso tienen su Ejército y su territorio entre el desierto Gobi, el Himalaya, la tundra y el mar. Por eso yo creo que la única alternativa a EE.UU. no es la Unión Europea ni China, sólo unas Naciones Unidas mejoradas
[/b]
 
No se me ocurria nada q escribir y como es un tema serio no queria poner una gilipollez,asi q... se me ocurrio una gilipollez aun mayor,si no puedes sorprender con algo brillante desconcierta con una gilipollez (o algo asi,no recuerdo bien)
 
NomadS0ul rebuznó:
JOHAN GALTUNGHace 40 años que este noruego afincado en España trabaja en la más utópica –o realista, según se mire– de las profesiones: mediador de paz. No hay conflicto en que no haya intervenido: Afganistán, Congo, Palestina, Irak


Ninguno de estos lugares está en paz. ¿Ha tenido este hombre algún éxito como mediador de paz?
 
Arriba Pie