Me temo que hace mucho tiempo que la realidad supera a cualquier ficción en cuestiones de alta politica.
Los yankees tienen más medios, sí, (ahí está la obra cumbre del cine catastrofista, el 11-S), pero siempre serán un poco cutrillos, se les ve venir como a los malos de un western, y lo normal es que se les pille en un renuncio, como le pasó a Nixon (y a Clinton, aunque el pecadillo de éste fuera solamente "oral"). Esas pajas mentales de puritanismo y corrección política que se hacen no les ayudan lo más mínimo.
En cambio, esos tipos del sombrero y el abrigo negro no han cambiado ni un pelo desde los tiempos de "Cortina Rasgada".
Ni caída del Muro, ni Perestroika ni leches en vinagre: ahí está (ras-)Putín, y sus koleguis del KGB, pasando de todo en sus "happenings" antiterroristas en teatros o escuelas, enviando a sus gourmets del cianuro a Lituania o a Londres, encarcelando o accidentando a empresarios y periodistas díscolos... ¡Ah, ése viejo estilo soviético-siniestro!
Eso son villanos elegantes, y nos los chapucillas que tenemos en esta Europa estúpida de homosexuales no-fumadores.
Los yankees tienen más medios, sí, (ahí está la obra cumbre del cine catastrofista, el 11-S), pero siempre serán un poco cutrillos, se les ve venir como a los malos de un western, y lo normal es que se les pille en un renuncio, como le pasó a Nixon (y a Clinton, aunque el pecadillo de éste fuera solamente "oral"). Esas pajas mentales de puritanismo y corrección política que se hacen no les ayudan lo más mínimo.
En cambio, esos tipos del sombrero y el abrigo negro no han cambiado ni un pelo desde los tiempos de "Cortina Rasgada".
Ni caída del Muro, ni Perestroika ni leches en vinagre: ahí está (ras-)Putín, y sus koleguis del KGB, pasando de todo en sus "happenings" antiterroristas en teatros o escuelas, enviando a sus gourmets del cianuro a Lituania o a Londres, encarcelando o accidentando a empresarios y periodistas díscolos... ¡Ah, ése viejo estilo soviético-siniestro!
Eso son villanos elegantes, y nos los chapucillas que tenemos en esta Europa estúpida de homosexuales no-fumadores.
