La Caixa condonó una considerable deuda al PSC. El Santander hizo otro tanto con el PSOE. CiU y el PNV fueron acusadas de recibir donaciones fradulentas. El PP recibe cuantiosas donaciones anónimas.
Son sólo algunos ejemplos de los casos más llamativos de la financiación de los partidos. Los casos de corrupción y acciones ilícitas no son infrecuentes, aunque pasen desapercibidas. Ahí está el caso Filesa en el PSOE o el caso Naseiras en el lado del PP o el antedicho ejemplo de CiU y el PNV.
La financiación puede complicarse, porque lo recibido por los afiliados suele ser poco teniendo en cuenta las necesidades de un partido (sobre todo grande), de modo que recibir ayuda pecuniaria privada de manos de consorcios empresariales y de la banca es una alternativa tentadora. El problema es la perniciosa influencia de esos altruistas donantes, especialmente la de los bancos que pueden ejercer una desmesurada presión por mor de su vital importancia en el funcionamiento de una economía. Es decir, ya su papel natural es descatable, pero más aún si el partido que está en el gobierno tiene ingentes deudas con una entidad bancaria.
En mi opinión en España no hay una democracia real, no sólo por su inexistente división de poderes sino también por un sistema electoral que limita considerablemente el margen de actuación del ciudadano. A esto, además, hay que sumarle la casi omnipotencia de la banca que es la piedra angular del sistema y cuyo poder sobre los partidos es tal que el propio Zapatero se arrodilla sumisamente ante Botín.
¿Creen que el actual influjo de la banca y de otros lobbies es una de las causas por las que no vivimos en una democracia plena?. Opinen, caballeros.
Son sólo algunos ejemplos de los casos más llamativos de la financiación de los partidos. Los casos de corrupción y acciones ilícitas no son infrecuentes, aunque pasen desapercibidas. Ahí está el caso Filesa en el PSOE o el caso Naseiras en el lado del PP o el antedicho ejemplo de CiU y el PNV.
La financiación puede complicarse, porque lo recibido por los afiliados suele ser poco teniendo en cuenta las necesidades de un partido (sobre todo grande), de modo que recibir ayuda pecuniaria privada de manos de consorcios empresariales y de la banca es una alternativa tentadora. El problema es la perniciosa influencia de esos altruistas donantes, especialmente la de los bancos que pueden ejercer una desmesurada presión por mor de su vital importancia en el funcionamiento de una economía. Es decir, ya su papel natural es descatable, pero más aún si el partido que está en el gobierno tiene ingentes deudas con una entidad bancaria.
En mi opinión en España no hay una democracia real, no sólo por su inexistente división de poderes sino también por un sistema electoral que limita considerablemente el margen de actuación del ciudadano. A esto, además, hay que sumarle la casi omnipotencia de la banca que es la piedra angular del sistema y cuyo poder sobre los partidos es tal que el propio Zapatero se arrodilla sumisamente ante Botín.
¿Creen que el actual influjo de la banca y de otros lobbies es una de las causas por las que no vivimos en una democracia plena?. Opinen, caballeros.