Es acojonante la forma de controlar el relato para lavar la imagen, primero obviando por todos los medios que Pedro Sánchez fuera el receptor de los abucheos, cuando se escuchan los insultos con su nombre y hasta dos palos vuelan en su dirección mientras está huyendo; segundo cambiando la realidad, obviando su nombre en los videos de la televisión pública y borrando de la historia que él estuviera en Paiporta, porque cuando alguien tire de videoteca de RTVE él no estará en esas imágenes; y ahora descargando toda la culpa y responsabilidad de lo acontecido, no en un pueblo cansado y cabreado por la irresponsabilidad política de la que él es uno de los principales exponentes, sino en una ultraderecha inexistente, cuando se ha visto que todo un pueblo, y gran parte de la población de pueblos vecinos, se han dirigido a él, principalmente; los otros dos se han llevado lo suyo merecidamente, pero Pedro Sánchez ha sido el principal foco de la ira, y el muy hijo de puta lo está eliminando de la historia.
Un tío que no es culpable de nada no se inventa en 5 minutos, durante su huida en coche, toda esta repugnante trama de limpieza de imagen a base de pisotear cadáveres e instituciones. Este tío tiene la centrifugadora a todo trapo para borrar su nombre del día de hoy, de esta semana y de cualquier responsabilidad sobre lo ocurrido. Él no ha estado allí, a él no le han abucheado, la ultraderecha a apedreado al Rey.
Y no solo eso, se está meando en los muertos, sus familiares y todos los voluntarios que están allí, tildándolos a todos de fachas y extremistas y castigando a un pueblo necesitado de ayuda sin declarar aquello zona catastrófica de manera urgente.