Kazuya Mishima
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Este es un fenómeno que vengo observado en mi entorno imaginario con varios individuos.
Por ejemplo, el pobre diablo que está sujeto a todo tipo de mofas, que es incapaz de mantener una conversación banal, de estrechar la mano firmemente, o colar un simpático chascarrillo en el momento adecuado, es decir, un mermado a todas luces, un cero en carisma y una piñata de bofetadas sociales en cualquier ámbito de su vida personal. Pues bien, me entero por redes sociales que este Sr. Jekyll tiene una doble personalidad, nada que ver con el amasijo de inseguridades que encarna en su vida cotidiana, y resulta que en su entorno profesional es el último gigachad, vergatario y señor de la guerra definitivo que otros idolatran, lamen es escroto y se postran ante su divina luz. Da conferencias online a miles de personas, escribe artículos que reciben excelente valoración, tiene una trayectoria profesional impecable y de éxito casi exponencial...
En el lado opuesto del espectro tenemos a la personificación del alma de la fiesta. Mochacho con gran capacidad cognitiva para todos los ámbitos, pensamiento veloz y certero, agudo sentido del humor, afable, al que da gusto escuchar y escucha, seguramente un gran follador. Pues este Cid campeador social no es más que un MIERDAS, un putísimo mierdas en el trabajo, una servil rata posicionada en lo más bajo en el escalafón profesional, del que no se ha movido en 10 años. Él es el más prescindible e irrelevante de toda la jerarquía de mando, y no se mueve de ahí, quizá porque no quiere, pero también quizá porque no PUEDE.
Contadme, hamijos, si vosotros o alguien que conozcáis se ajusta a unos de estos dos perfiles que encuentro realmente interesantes. Los que seáis unos campeones en lo personal vs. lo cotidiano, o los Ferris que seáis una mierda en ambos, os podéis ir a tomar por culo, que ya os veo venir y no me interesáis.
Por ejemplo, el pobre diablo que está sujeto a todo tipo de mofas, que es incapaz de mantener una conversación banal, de estrechar la mano firmemente, o colar un simpático chascarrillo en el momento adecuado, es decir, un mermado a todas luces, un cero en carisma y una piñata de bofetadas sociales en cualquier ámbito de su vida personal. Pues bien, me entero por redes sociales que este Sr. Jekyll tiene una doble personalidad, nada que ver con el amasijo de inseguridades que encarna en su vida cotidiana, y resulta que en su entorno profesional es el último gigachad, vergatario y señor de la guerra definitivo que otros idolatran, lamen es escroto y se postran ante su divina luz. Da conferencias online a miles de personas, escribe artículos que reciben excelente valoración, tiene una trayectoria profesional impecable y de éxito casi exponencial...
En el lado opuesto del espectro tenemos a la personificación del alma de la fiesta. Mochacho con gran capacidad cognitiva para todos los ámbitos, pensamiento veloz y certero, agudo sentido del humor, afable, al que da gusto escuchar y escucha, seguramente un gran follador. Pues este Cid campeador social no es más que un MIERDAS, un putísimo mierdas en el trabajo, una servil rata posicionada en lo más bajo en el escalafón profesional, del que no se ha movido en 10 años. Él es el más prescindible e irrelevante de toda la jerarquía de mando, y no se mueve de ahí, quizá porque no quiere, pero también quizá porque no PUEDE.
Contadme, hamijos, si vosotros o alguien que conozcáis se ajusta a unos de estos dos perfiles que encuentro realmente interesantes. Los que seáis unos campeones en lo personal vs. lo cotidiano, o los Ferris que seáis una mierda en ambos, os podéis ir a tomar por culo, que ya os veo venir y no me interesáis.
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