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Miembro eliminado FLM
Guest
Sí, una vez, hace tiempo. Me fui de propio a Valladolid, a conocer a una jovenzuela de más o menos mi edad (24) con la que tuve mucho chateo de buen rollo. Incluso me buscó un hostal barato (dejandome claro que ella no iba a subir) y me vendría a buscar a la estación. Yo aún así lo flipaba. Tenía más miedo de que fuese una encerrona, o un plantón con la consiguiente vergüenza.
Total que me recibió con otro amigo suyo, muy simpáticos ambos. Ella era preciosa, una rubia menudita de ojos miel y tan inteligente como mostraba desde su teclado. Dejé las cosas en el hostal y pasé el resto de la noche tomando algo con ellos. Al día siguiente me vino a buscar ella sola, para desayunar juntos en un bar cercano.
Tenía novio. Me cago en mi puta vida, dije para mis adentros. Y yo que le había dejado caer que "no quería nada con mujeres casadas" y ella me respondió que sólo lo estaba en el juego de rol. Así que me lo tomé como buenamente pude, disimulé mi decepción y cuando me propuso que qué hacíamos, le dije que turismo, porque no conocía la ciudad. Me hizo de guía gratis, qué menos.
Así que no fue una mala experiencia después de todo, el haberme liado la manta a la cabeza y pasar unos días en buena compañía para desconectar un poco de mi tierra.
Lo que nunca entendí, es qué le motivaba a la chica esta, para dar esperanzas vacías a los foreveralones de internec. ¿Buscar un nuevo candidato a novio? ¿Alimentarse de emociones ajenas cual Dementor? ¿Aburrimiento?
Esa ha sido la única vez que recuerdo. De comerme kilómetros a manta sólo ocurrió con un rollete y un par de ex novias (es decir, que ya las conocía de antes). Lo cual me hace plantearme la maldita afición que tienen de buscarse las pollas tan lejos. No se si por no agobiarse, por idealizarlas demasiado o para poder zamparse otras locales durante los descansos.
Total que me recibió con otro amigo suyo, muy simpáticos ambos. Ella era preciosa, una rubia menudita de ojos miel y tan inteligente como mostraba desde su teclado. Dejé las cosas en el hostal y pasé el resto de la noche tomando algo con ellos. Al día siguiente me vino a buscar ella sola, para desayunar juntos en un bar cercano.
Tenía novio. Me cago en mi puta vida, dije para mis adentros. Y yo que le había dejado caer que "no quería nada con mujeres casadas" y ella me respondió que sólo lo estaba en el juego de rol. Así que me lo tomé como buenamente pude, disimulé mi decepción y cuando me propuso que qué hacíamos, le dije que turismo, porque no conocía la ciudad. Me hizo de guía gratis, qué menos.
Así que no fue una mala experiencia después de todo, el haberme liado la manta a la cabeza y pasar unos días en buena compañía para desconectar un poco de mi tierra.
Lo que nunca entendí, es qué le motivaba a la chica esta, para dar esperanzas vacías a los foreveralones de internec. ¿Buscar un nuevo candidato a novio? ¿Alimentarse de emociones ajenas cual Dementor? ¿Aburrimiento?
Esa ha sido la única vez que recuerdo. De comerme kilómetros a manta sólo ocurrió con un rollete y un par de ex novias (es decir, que ya las conocía de antes). Lo cual me hace plantearme la maldita afición que tienen de buscarse las pollas tan lejos. No se si por no agobiarse, por idealizarlas demasiado o para poder zamparse otras locales durante los descansos.