Por unas cuantas kilocalorías.
Aunque en realidad, cuando yo follo, prefiero no hablar en términos de "coste", sino de "cooperativismo". Verás, para mí la verdadera satisfacción sexual está en saber que una persona depende de mí y de mi polla para obtener un placer sin precedentes (excepto que no sea la primera vez que follamos). Mi polla es como el hombre nuevo socialista: el altruismo es lo que la pone dura y se esfuerza para llevar el orgasmo al coño trabajador, ¿entiendes? [
-No. 
] Ante coños perezosos propiedad de tías que miran el techo mientras están siendo penetradas se retrae y esconde en el prepucio. Él es el que manda, yo no le digo nada. Mi polla me dice "lo siento, no follo papos aristócratas y capitalistas que sienten desprecio por falos proletarios". Correrme es sólo un agradable efecto colateral sin importancia real. Vosotros nunca lo entenderéis porque, incapacitados como estáis para satisfacer a vuestras mujeres, os conformáis con evacuar dentro de sus cloacas y nada más. Puedo decir sin temor a equivocarme que el 85% de vuestras novias (

) os dejarían para follarme a mí, que no llego a los cincuenta polvos. No sólo porque con mi acento provoco un cauce de aguas que ni Nueva Orleans en el 2005, sino porque mi habilidad natural para el sexo mueve los cimientos sobre los que se asienta la vida y estabilidad emocional de cualquier mujer. Lo siento, el mundo es injusto y el talento está mal repartido.