Pues bien amigos, paso a relataros uno de los capítulos más turbios de mi vida, que fue la vez que tenía tres tías available, y al final me acabé comiendo los mocos por subnormal.
Resulta que el año pasado entable bastante relación con una chica compañera de clase de poderoso pechamen. A decir verdad, cuando empecé en la facultad fue en la primera en la que me fijé, porque tenía unos buenos pechos, era consciente de ello y le gustaba lucir sugerentes escotes.
Pero no fue hasta el año pasado (segundo año de carrera) cuando empecé a relacionarme con ella. Surgió una bonita amistad, hablabamos bastante, nos reíamos, vamos lo típico. Pero curiosamente, me sucede a menudo, que cuando veo a una tía que me atrae físicamente, pero no tengo más relación con ella que el verla día a día, tiendo a idealizarla, y luego al conocerla me llevo un chasco. No es que no me cayera bien, la tía es muy majeta y tal, pero no es el tipo de mujer que a mi gusta, aunque obviamente no cerraba las puertas a un buen revolcón.
Llegó fin de año, y después de pasarme la noche tirándole la caña a una mojigata que mucho jiji jaja, bailoteo paquí, bailoteo pallá pero luego al robarle un piquito me soltó una rica ostia, decidí entrarle a una chica guapísima, en realidad sin esperanzas de que me diera coba. Pues no fue así. La tía fue muy simpática, y me seguía un poco el royo. Al principio se intentó regalar de mi, porque era mayor que yo, y esto suele pasar. Yo lo que hago ante estas situaciones, es reirme de mi mismo, y seguirle el royo. Que si podríamos quedar un día para tomar un cola cao y un bocadillo de nocilla, que podríamos ir al chiqui park en nuestra primera cita y tonterías de ese calibre... total que la noche tocaba a su fin, y yo que soy todo un caballero, no intenté nada esa noche. Le di mi número de teléfono, porque sabía que si le pedía el suyo, podría pensarse que soy el típico pesado y mostrarse más reticente a dármelo.
Al día siguiente me levanté nervioso por ver si me escribía, o me llamaba... pero no fue así, tampoco al día siguiente, ni al otro ni al otro... Acabé dando por sentado que no me llamaría y me olvidé de ella.
Por aquellos días con la chica de mi clase había bastante tonteíllo, hasta que un día dijimos de quedar y echar un polvete. Evidentemente no fue tan explícita la cosa. Estuvimos bromeando sobre el tema, hasta que me dijo que no sabía si se lo decía en broma o en serio, a lo que yo contesté que lo decía totalmente en serio. Así pues, quedamos en que un día al acabar los exámenes la llamaría.
Acabamos los exámenes y ¿Qué pasó? Pasó que un día, mes y medio después de fin de año, recibo un sms de aquella chica a la que ya casi había olvidado. En este caso, ante la duda no escogí a la más tetuda. Porque la menos tetuda era un chica mayor que yo y mucho más interesante, en resumen, que me atraía mucho más. El problema es que vivía algo lejos, pero íbamos hablando por teléfono, por sms, por móvil... parecía que la cosa iba viento en popa, y dijimos de quedar un día, pero cómo no me gusta ser pesado y ella por temas de curro no tenía mucho tiempo, unido al hecho de que no vivíamos precisamente cerca, pues le dije que ella misma me dijese algo ella cuando pudiera.
Al mismo tiempo que esto sucedía, la otra chica de mi clase cambió radicalmente su actitud. Ahora me resultaba empalagosa. Joder, parecía que estaba bastante colgada lo cual me dificultaba el tener que decirle que ya no quería quedar con ella... Me tiraba indirectas cada dos por tres para que le dijera de quedar, porque obviamente, yo hacía tiempo que debía haberla llamado, pero ¿Qué iba a hacer, quedar con ella por pena?
Al mismo tiempo que pasaba esto, empecé a hablar con una antigua compañera de clase, por msn. La típica persona que tienes en el msn con quien no sueles hablar, y que de repente un día habla para decirte algo, y vuelves un poco a retomar la relación que tenías. El caso es que no paraba de decirme de quedar y a mi esta tía siempre me dio un morbazo tremendo. Podría decirse que durante unos años fue la tía que más tiempo estuvo en mi cabeza mientras mi polla estaba en mi mano. Si he de ser sincero, no estoy del todo seguro que ella quisiera follarme, pero conociéndola, las posibilidades no eran pocas, al menos yo tenía intención de lanzarme al cuello si quedábamos.
Así estuve un mes, hablando con esta chica y diciendo de quedar, enviándome sms y llamando a la chica de fin de año, e intentando esquivar a la de mi clase, que había tomado una actitud que había hecho que dejara de atraerme por completo. Hasta que un día, la chica de mi clase me dijo qué cojones estaba pasando, que había dicho que la llamaría y llevaba un mes esperando. Me sinceré y le dije la verdad. Obviamente me mando a tomar por culo, aunque yo no creo que me portase mal con ella ¿Qué otra cosa podía hacer en mi sutación? La chica de fin de año llevaba unos días sin saber de ella, desde que le dije que me llamase cuando pudiera quedar, que me sabía mal hacerme pesado, y la chica del msn, pues no sé... digamos que volvimos a dejar de hablar.
Es decir, pasé de tener tres potenciales candidatas a polvo, a no tener ninguna. Podría haber llamado yo a la de fin de año o haberle dicho de quedar a la del msn, pero soy un orgulloso y pienso que si realmente hubieran querido quedar, me lo hubieran dicho ellas. Insistiéndoles yo lo único que habría conseguido es quedar como un arrastrado y quedarme a dos velas igual. Obviamente a la de mi clase no le dije nada por respeto y ahora cree que no la llamé porque me giñé.
Os explico todo esto, porque ahora me encuentro en una situación similar, y no sé que hacer. Si arrastrarme e insistir o pasar de ellas y aguantar como un estoico pajillero. ¿Creéis que el ser pesado da sus frutos o por el contrario es contraproducente? De todas formas, no creo que la llame igualmente, eso no va conmigo, pero me gustaría saber vuestra opinión y vuestras experiencias.
Un saludo y perdón por el tocho.
Resulta que el año pasado entable bastante relación con una chica compañera de clase de poderoso pechamen. A decir verdad, cuando empecé en la facultad fue en la primera en la que me fijé, porque tenía unos buenos pechos, era consciente de ello y le gustaba lucir sugerentes escotes.
Pero no fue hasta el año pasado (segundo año de carrera) cuando empecé a relacionarme con ella. Surgió una bonita amistad, hablabamos bastante, nos reíamos, vamos lo típico. Pero curiosamente, me sucede a menudo, que cuando veo a una tía que me atrae físicamente, pero no tengo más relación con ella que el verla día a día, tiendo a idealizarla, y luego al conocerla me llevo un chasco. No es que no me cayera bien, la tía es muy majeta y tal, pero no es el tipo de mujer que a mi gusta, aunque obviamente no cerraba las puertas a un buen revolcón.
Llegó fin de año, y después de pasarme la noche tirándole la caña a una mojigata que mucho jiji jaja, bailoteo paquí, bailoteo pallá pero luego al robarle un piquito me soltó una rica ostia, decidí entrarle a una chica guapísima, en realidad sin esperanzas de que me diera coba. Pues no fue así. La tía fue muy simpática, y me seguía un poco el royo. Al principio se intentó regalar de mi, porque era mayor que yo, y esto suele pasar. Yo lo que hago ante estas situaciones, es reirme de mi mismo, y seguirle el royo. Que si podríamos quedar un día para tomar un cola cao y un bocadillo de nocilla, que podríamos ir al chiqui park en nuestra primera cita y tonterías de ese calibre... total que la noche tocaba a su fin, y yo que soy todo un caballero, no intenté nada esa noche. Le di mi número de teléfono, porque sabía que si le pedía el suyo, podría pensarse que soy el típico pesado y mostrarse más reticente a dármelo.
Al día siguiente me levanté nervioso por ver si me escribía, o me llamaba... pero no fue así, tampoco al día siguiente, ni al otro ni al otro... Acabé dando por sentado que no me llamaría y me olvidé de ella.
Por aquellos días con la chica de mi clase había bastante tonteíllo, hasta que un día dijimos de quedar y echar un polvete. Evidentemente no fue tan explícita la cosa. Estuvimos bromeando sobre el tema, hasta que me dijo que no sabía si se lo decía en broma o en serio, a lo que yo contesté que lo decía totalmente en serio. Así pues, quedamos en que un día al acabar los exámenes la llamaría.
Acabamos los exámenes y ¿Qué pasó? Pasó que un día, mes y medio después de fin de año, recibo un sms de aquella chica a la que ya casi había olvidado. En este caso, ante la duda no escogí a la más tetuda. Porque la menos tetuda era un chica mayor que yo y mucho más interesante, en resumen, que me atraía mucho más. El problema es que vivía algo lejos, pero íbamos hablando por teléfono, por sms, por móvil... parecía que la cosa iba viento en popa, y dijimos de quedar un día, pero cómo no me gusta ser pesado y ella por temas de curro no tenía mucho tiempo, unido al hecho de que no vivíamos precisamente cerca, pues le dije que ella misma me dijese algo ella cuando pudiera.
Al mismo tiempo que esto sucedía, la otra chica de mi clase cambió radicalmente su actitud. Ahora me resultaba empalagosa. Joder, parecía que estaba bastante colgada lo cual me dificultaba el tener que decirle que ya no quería quedar con ella... Me tiraba indirectas cada dos por tres para que le dijera de quedar, porque obviamente, yo hacía tiempo que debía haberla llamado, pero ¿Qué iba a hacer, quedar con ella por pena?
Al mismo tiempo que pasaba esto, empecé a hablar con una antigua compañera de clase, por msn. La típica persona que tienes en el msn con quien no sueles hablar, y que de repente un día habla para decirte algo, y vuelves un poco a retomar la relación que tenías. El caso es que no paraba de decirme de quedar y a mi esta tía siempre me dio un morbazo tremendo. Podría decirse que durante unos años fue la tía que más tiempo estuvo en mi cabeza mientras mi polla estaba en mi mano. Si he de ser sincero, no estoy del todo seguro que ella quisiera follarme, pero conociéndola, las posibilidades no eran pocas, al menos yo tenía intención de lanzarme al cuello si quedábamos.
Así estuve un mes, hablando con esta chica y diciendo de quedar, enviándome sms y llamando a la chica de fin de año, e intentando esquivar a la de mi clase, que había tomado una actitud que había hecho que dejara de atraerme por completo. Hasta que un día, la chica de mi clase me dijo qué cojones estaba pasando, que había dicho que la llamaría y llevaba un mes esperando. Me sinceré y le dije la verdad. Obviamente me mando a tomar por culo, aunque yo no creo que me portase mal con ella ¿Qué otra cosa podía hacer en mi sutación? La chica de fin de año llevaba unos días sin saber de ella, desde que le dije que me llamase cuando pudiera quedar, que me sabía mal hacerme pesado, y la chica del msn, pues no sé... digamos que volvimos a dejar de hablar.
Es decir, pasé de tener tres potenciales candidatas a polvo, a no tener ninguna. Podría haber llamado yo a la de fin de año o haberle dicho de quedar a la del msn, pero soy un orgulloso y pienso que si realmente hubieran querido quedar, me lo hubieran dicho ellas. Insistiéndoles yo lo único que habría conseguido es quedar como un arrastrado y quedarme a dos velas igual. Obviamente a la de mi clase no le dije nada por respeto y ahora cree que no la llamé porque me giñé.
Os explico todo esto, porque ahora me encuentro en una situación similar, y no sé que hacer. Si arrastrarme e insistir o pasar de ellas y aguantar como un estoico pajillero. ¿Creéis que el ser pesado da sus frutos o por el contrario es contraproducente? De todas formas, no creo que la llame igualmente, eso no va conmigo, pero me gustaría saber vuestra opinión y vuestras experiencias.
Un saludo y perdón por el tocho.