El socio de Diego
Moderador
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Pues no me ha quedado muy claro
Es imposible que una persona en discapacidad neurológica, en absoluta dependencia, pueda vengarse salvo si alguien sale en su defensa para protegerlo de las vulneraciones.
Es factible que una persona en discapacidad física pero en plenas facultades psíquicas, pueda vengarse sin necesidad de ayuda de nadie.
En orden de improbabilidad: vengarse de la represión de los familiares mayores, abusos padecidos siendo menor o demasiado joven frente a profesores, jerarquías académicas, laborales, sociales en definitiva...
Entre la variabilidad biológica, el gradualismo de la estratificación social, la lucha de clases se expresa en la ambición ilimitada de los tullidos que se creen divinos por arreglarse de forma resultona su cuerpo contrahecho con cutting-edge prótesis.
¿Qué límites ponemos al buscar una víctima propiciatoria para nuestra frustración? ¿Sobre quién tienes seguridad plena de quedar por encima, sin enfrentar incertidumbre, sin riesgo, sin fisuras en tu lamentable plan para resarcirte de tu fracaso? Cuando dos depredadores de fuerzas igualadas se miden no es salvo para esquivarse y seguir el rastro de presas más asequibles entre la estampida o el cardumen.
Cuando funcionan las neuronas espejo o la corteza cerebral cuya función está en las emociones morales, los remordimientos de la conciencia, decimos "te has pasado", cuando alguien se mofa de un discapacitado, un menor o alguien en indefensión, sin embargo, quienes suelen ser objeto de mofa desde el colegio son las personas con un subdesarrollo físico, malformaciones corporales o rasgos cuanto menos poco agraciados, que difícilmente pueden cumplir sus expectativas sociales de popularidad, aceptación, prestigio, reconocimiento.
Un menor maltratado será un psicópata adulto.
Un adulto creativo es el niño que ha sobrevivido.
Entender la vida como vendetta solamente mola cuando una por una devuelves proporcionalmente al origen, sin excusarte en un testamento de agravios, sin descargarte contra inocentes, sin delegar la responsabilidad, sea por servidumbre o por sicario; finalmente, sin autodestruirte en obtener poder a través del odio.
Sin autocrítica, no sirve alcanzar la esperanza de vida que a su final no será evaluada al distinguir entre el bien y el mal. Aceptar la condición humana es entender que la personalidad depende de los recuerdos infantiles, de no haber padecido maltrato en indefensión, que la bondad humana se difumina pero la maldad siempre va a peor. Incluso a los psicópatas, en su mayoría gentuza mordida que no lograron vengarse, tampoco puedes castigarlos más allá de su merecido de forma proporcional a su comportamiento, porque su radicalización violenta se agrava hasta hacer imposibles de integrar en la sociedad.
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