Mu historia con jacuzzi:
En la calle Monteleón, 30, 1º (Madrid) hay un piso de los de nivel medio-alto que pertenece a un entramado de pisos (donde está entre otros el famoso Atocha 45). Alli a la quinta vez que vas te regalan un yacuzzi y unos 20 min extra por el servicio normal de una hora (150 €). Como además coincidía con que era mi cupleaños me hiciern un regalo. (Cojones, me regalaron un tarjetero envuelto en papel de colores, lazo y todo). Como la chica que me gustaba estaba de vacaciones en su Ucrania natal, me toco una que decía que era úngara. Tenía buen cuerpo, una cara exótica y poco pecho.
Pero vamos a lo del yacuzzi: El problema es que si la chica no se conoce muy bien cómo funciona se puede liar.
Ella, había puesto toda su buena intención, colocando velitas por toda la habitación, incienso etc, pero al conectar el aparato no funcionaba. Al cabo de un rato estábamois los dos en pelotas, yo empezando a perder la erección, de cuclillas y danóle a los botones del programador. La pobre que era jovencita estaba nervosa y yo le tenía que decir que no pasa nada y tanquilizarla. Al final le di al botón rojo por quinta vez y comenzaron a salir los chorros. Nos metemos dentro y echa jabón en el agua. Resultó que había ecado demasiado jabón y la espuma empezó a rebosar por el suelo del al habitación. Asi que quitó el tapón para que se vaciase la bañera. Todas estas operaciones las estaba realizando mientras intentaba hacer su trabajo, claro: felación, colocar condón con la boca llena de espuma, follar, etc. Se vació por completo la bañera y yo estaba tumbado en el yacuzzi, con espuma hasta las orejas y sin agua, mientras ella me la chupaba. Como empezaba a hacer frio, con el codo veo que intenta darle al grifo pero claro, no atinaba con la temperatura: primero salía fríia luego muy caliente, luego fria... Yo la dejaba hacer y pensaba "a ver a donde puede llegar esto". Al final dejamos esa situación subrealista y le dije: vamos a la cama que seguro que se nos da mejor. Se sintió agradecida porque me lo tomé con sentido del humor y me pidió que no le dijera al la madame nada de su torpeza con el jacuzzi. Asi se lo dije y la verdad es que no pasé mal rato, pero creo que en tan poco tiempo y si ambos no tenemos experiencia se quedan sin explotaer todas las posibilidades del yacuzzi. Habrá que probar más veces pero lo mado es la pasta que cuesta salvo que se encuentre alguna oferta.
Saludos