En la década de los 2000 se estilaba un porno glamouroso, al menos lo más consumido. Recuerdo actrices de la talla de Sylvia Sanint, Nikke Benz, Shyla Stylez o la inconmensurable Tori Black, mujeres que podían tragarse tu chele sin problema y a los 30 minutos acompañarte al Royal Albert Hall a ver a los Tres Tenores sin desentonar lo más mínimo. Y a los hechos me remito:
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Ahora la mayoría son niñatas hipertatuadas, feas y con cara de haber trasnochado jugando al Magic Gathering o como puñetas se diga.
Desde que saqué a la luz la verdad sobre el informe de la Comisión Ciudadana por la VERDAD me la tienes guardada eh. Tampoco tuvo mucho mérito, solo tuve que usar GOOGLE.
Shyla Stylez, que entregó la cuchara mientras dormía hace unos años, 2017 si no me falla la memoria, siempre me pareció bastante artificial, con las tetas de plástico y tal, eso sí, tenía curvas y no era una esquelética con pinta de politoxicómana como alguna que otra. Y de Silvia Saint qué decir, es una de las diosas más grandes que ha dado el cine de las pajas a la crema, una cara preciosa y un cuerpo de escándalo, follabilísima hasta el tuétano.
Y de las nuevas generaciones, de las que todavía están en activo tenemos a hembras imponentes como Blake Blossom, que sí, como a todas se las han follados los nigros por todos los agujeros de su cuerpo, pero que está para darle hasta que se te caiga a cachos, y como esa otras muchas tipo Megan Rain, Candice Dare, Leah Gotti, Melody Marks, Kenzie Madison etc que se la ponen gordísima a cualquiera, con sus curvas, carnes prietas, culos xxl y, en apariencia, sanotas. Quiero decir, que algunas se salvan.
En cualquier caso son putas, y como tales carecen por completo de dignidad, y llevan vidas de mierda, sórdidas, con depresiones y drogas. Pasan horas siendo folladas por culo y coño por tres, cuatro o más pollas a lo largo de los años, tragando lefa en cantidades industriales y siendo humilladas día sí día también. Es como para terminar poniéndose hasta el ojete de drogaina, tener depresión y volarse la cabeza. Normal. Hay que buscar a mujeres que sean unas santas, caseras, buenas cocineras y que se dejen follar cuando tú quieras, las trade-wifes esas de las que hablan los anglos, algo que entre las paticortas españolas es imposible encontrar.
Por cierto, la última pornolumi famosa en caer ha sido Sophia Leone, una panchita.
Se hace pública la trágica noticia del fallecimiento de la actriz Sophia Leone, intérprete de cine para adultos, a los 26 años.
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