Joyas ocultas: Tiburón, Casablanca, etc etc

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melpomene rebuznó:
Umberto y Lenzi

Lucio y Fulci :lol:

Nah, que he tenido jaleaco. Lo de las previsiones con roboces a futuros ha estado interesante.

No hace falta ni bajarlas, se ven gratis en ADNstream.

Un bechi, tronc.
 
Rarito, ¿te ha decepcionado la de Fulci? Jusifica tu cuatro, cacho mierda.

En ADNStream vi también Flesh Eaters, que es un a mierda del Bill Hinzman (el primer zombi de La Noche de los Muertos Vivientes) con nada destacable. Huid de ella.
 
Jark Prongo rebuznó:
Rarito, ¿te ha decepcionado la de Fulci? Jusifica tu cuatro, cacho mierda.


Me ha parecido una mierda pinchada en un palo, muy por debajo de El más allá, que es una joya, y de Aquella casa al lado del cementerio. Claro que era esperable por que solo le pones más de un 3 en filmaffinity a peliculas de mierda.
 
Charles Widmore rebuznó:
Me ha parecido una mierda pinchada en un palo, muy por debajo de El más allá, que es una joya, y de Aquella casa al lado del cementerio. Claro que era esperable por que solo le pones más de un 3 en filmaffinity a peliculas de mierda.

:face:

En todo caso compárala con El Descuartizador de NY, hombre. No te me vayas a lo fantástico y surreal, aquí el mal es concreto.

Eres el peor crítico de Internec. Ojalá te prohiban visitar Sitges durante su festival.
 
Jark Prongo rebuznó:
Rarito, ¿te ha decepcionado la de Fulci? Jusifica tu cuatro, cacho mierda.

No me ha decepcionado, me ha parecido poquita cosa. Su gore es indigno de Fulci, muy aseptico. Parecen los maniquíes de Gordon Lewis. El humor hace que medio se salve la propuesta pero es caspa de la gorda.

ADNStream es legal ¿no?
 
Sponsored link, no se quien eres pero desde luego no eres rarito.
 
Sponsored Links rebuznó:
ADNStream es legal ¿no?

Sí, es legal.

Yo ví la de "programada para matar" :face::face::face: En verdad la he dejado a la mitac porque es que era abominable. Eso sí, un festival loco de tetas: al principio sale una chica practicando esgrima con un bañador de una pieza blanco que ya hace adivinar que la exposición epidérmica será abundante. En verdad sólo en los títulos de crédito ya has visto 3 o 4 tías en bolas. No es una exageración. Y normalmente sería fantástico pero es que el guión, las actuaciones, la poca categoría de los encuadres... como diría Lovecraft es un horror inenarrable.

Por supu continuaré mirando más pelis de mierda de esta página.
 
THE TRIPLE ECHO


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Es incomprensible como un director tan incapaz como Michael Apted pudiese debutar en su Reino Unido natal con algo tan peculiar, maravilloso e impactante como The Triple Echo –también conocida con el genial título de Soldado En Faldas-, un film más que notable tanto por lo que cuenta y el brío con el que lo hace como por el cariz psicológico de todo lo que acontece. Brian Deacon es un soldado que tiene un romance con Glenda Jackson mientras el marido de esta permanece prisionero de los japoneses en la II Guera Mundial, ayudándola con las numerosas tareas que se desprenden del cuidado de su granja. Un buen día Deacon opta por desertar no compareciendo a sus obligaciones como soldado, por lo que Glenda decide que, para no ser descubierto y enviado al frente -o juzgado por un Tribunal Militar-, lo mejor será hacerle pasar por su hermana. Todo bien hasta que se le empieza a pirar la chola por culpa de este cambio de sexo, a lo que se añaden las cada vez más frecuentes visitas de un Oliver Reed empecinado en mojar su apéndice verbenero. Ya sea con Glenda o con Brian disfrazado torpemente de mujer. Bizarre, y mucho.

El aspecto psicológico de todo este intercambio de roles es muy peculiar, nada que ver con otras basurillas del travestismo DIY (Señora Doubtfire, Con Faldas Y A Lo Loco, Glen Or Glenda, Tootsie y cualquier película de Manolo Andersen, Ajita Wilson o Antonia San Juan); Deacon pasa de ser un tío apto, solícito para cualquier tarea y con determinación a una mujer florero que no es capaz de hacer nada por propia iniciativa, mientras que Glenda ha de asumir a regañadientes el rol de chulazo del hogar acometiendo todas las tareas y ejerciendo de salvaguarda firme ante las acometidas de Oliver Reed con intenciones de magreo. Y sucede algo curiosísimo con los acercamientos del Señor Reed: Deacon pasa a competir con Glenda por sus favores, en clara actitud femenina, pese a saber que más pronto que tarde descubrirá que tiene más rabo que todo su batallón en fila –y las consecuencias subsiguientes de ello, claro, que no es algo que le pueda hacer mucha gracia a un militar.- Por otra parte, la actitud de Oliver Reed tampoco deja de ser ambigua, pues no pocas veces parece que sabe quién se oculta tras esa falsa mujer y que realmente se dedica a tensar la situación por lo mismo que le pide tema a Glenda, por joder.

El tercer acto, que comienza con la Fiesta de Navidad en el cuartel, termina por aclarar todo de manera perfecta: Reed descubre que su compañera de baile (a la que pretendía truñirse a las bravas, como en todo periodo de guerra) es un Mister, pero este consigue escapar, llegando a reunirse con Glenda. El tiempo justos para desmaquillarse, quitarse los tacones, recuperar ambos sus roles y despedirse. Quizá para siempre. Mas bien seguro. Se aman. Deacon escapa, pero el perímetro de la granja está sitiado. Palizas. Humillaciones. Glenda sube a la planta superior con la escopeta de su marido. Abre la ventana. Libera a Deacon, al igual que él hiciese semanas atrás con el perro de ella, que agonizaba. Brillante e impactante giro final.
 
STEAKS

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Quentin Dupieux es más conocido por su alias musical (Mr. Oizo), bajo el cual lleva años facturando quemapistas que parten del minimalismo genérico –previa deconstrucción- para insertar pequeños elementos que marquen sendas a seguir. Todos recordamos su momento de gloria a finales de los 90, donde bajo el patrocinio de Levi´s realizó un anuncio en el que incorporaba un simpático muñecajo (Flat Eric) que derivó en panoja fina para su bolsillo.

Ese anuncio fue ideado y dirigido por él. Le cogió el gusto a eso de dirigir, y se lanzó a una carrera paralela como director que le está quedando la mar de maja, ciertamente. Gustará más o menos, pero no se le puede negar un atrevimiento importante a la hora de romper estructuras, cánones, patrones y demás en un ejercicio de dislocación del ¨viejo cine¨. Su mediometraje inicial, Nonfilm, con ínfimos medios pero abundancia de ingenio y habilidad, rompía los muros existentes entre ficción y realidad de hábil manera, descolocando casi tanto al espectador como a su protagonista. En Rubber, su más famosa obra hasta la fecha –a causa de la curiosidad que despierta en la gente el hecho de que se pueda sostener un largo cuyo protagonista es un neumático vengativo con poderes telekinéticos-, entregaba una fascinante pieza con un prólogo que servía tanto como excusa para lo que iba a acontecer a continuación como de manifiesto pro absurdo por parte del propio Quentin.

En Steak, de producción canadiense, nos sirve una loca comedia que, probablemente, no sintonice demasiado con el humor de masas (salvo un par de momentos muy concretos donde la risa es inevitable por lo certero de la situación que la provoca); podría decirse que es muy del rollo de lo que viene haciendo Miguel Noguera: revertir situaciones, encerrar la lógica común en un zulo para no tenerla en cuenta y proponer dislates tan disparatados que, paradójicamente, se terminan haciendo viables por trascender el disparate. Bajo el marco de ciertos códigos de la comedia de instituto de toda la vida plantea una distopía cercana en el tiempo que es plausible gracias a cómo la concibe y como la lleva a cabo en su puesta en escena; esto es, se fundamenta en modas y tendencias más que en tecnologías y cacharrería, por lo que el film ya no es que evite quedar obsoleto de aquí al tiempo que transcurra, sino que continuará estando vigente porque las modas son parte de la conducta humana.

También le sirve para satirizar ese anhelo que existe en el ser humano por suprimir su identidad individual para lanzarse alegremente en un grupo que le confiera seguridad, confianza, protección y reconocimiento social, aquello que los filósofos ingleses denominaron acertadamente ¨sense of belonging¨. La sátira puede parecer exagerada, ya que viene dominada por cómo se someten los protagonistas a cirugías faciales para dejar de ser unos parias, pero no está de más recordar que, si bien en la actualidad esto sólo lo hace la gente con posibles, el resto, en nuestra inmensa mayoría, nos lanzamos alegremente a seguir las tendencias –ya sean de atuendo, costumbres o modificaciones corporales-, so pena de quedar marginados hasta el fin de nuestros días. Triste.

Una magnífica película, en definitiva. Ahora sólo queda esperar que su futura Wrong Cops resulte tan buena como promete su corto de presentación.




Peli:
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CAPRICCIO


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Inmediatamente posterior a Elegia -obra extrema tanto por su belleza como por su carácter experimental y no huir de la tibieza al denunciar el trato que el hombre dispensa a los caballos-, Capriccio difiere levemente de su precedente en forma y fondo pero continua con un Zoltán Huszárik poco dispuesto a abrazar convencionalismos y para nada convencido de que el cine ha de tener planteamiento, nudo y desenlace. Su postura inquebrantable en pos de un nuevo cine (o, mejor dicho, de lo que podría haber sido el cine desde sus orígenes defendiendo su autonomía como medio independiente pese a poder englobar e integrar a la música y la literatura) le granjeó ser un perfecto desconocido, un heterodoxo maldito del cinematógrafo, pero al menos pudo tener la tranquilidad de conciencia que aporta hacer lo que uno cree que debe hacer. Chapó, Zoltán.

En Capriccio, durante sus 16 minutis, Zoltán nos muestra un collage de imágenes sin un patrón que sirva de nexo entre ellas más allá de lo que inferimos es el fin del otoño, el invierno en toda su húngara crudeza y la subsiguiente primavera. Nada de narrativa que responda a los designios de un autor, aquí el paso del tiempo responde a la Naturaleza; en consecuencia Huszarik nos muestra -con un montaje supremo de bueno y atrevido (al alimón con János Tóth) al compás del maravilloso diseño de sonido de Zoltán Jeney y su partitura- las interrelaciones que se dan en la naturaleza: al principio fluye la vida de toda especie (yuxtapuesta a una estatua que el montaje muestra de vez en cuando), pero después llega el invierno (al cual dan forma de muñeco de nieve el estado más próximo de un ser humano a un animal puro, los niños) paralizando todo, suprimiendo la vida, portando creaciones propias de los seres racionales como cuadros y fuego en candelabros (¿querrá decir que el frío agudiza el ingenio y la capacidad de crear?), convirtiéndose en un ejército que, finalmente y con la llegada de la primavera, torna en agua de río pese a sus gafas de sol y permite reiniciar el ciclo de la vida con todos los animales en activo de nuevo. ENORME.

Por supuesto Zoltán nos habla de la evanescencia de las cosas dentro de un ciclo perpetuo con leves variaciones, y para ello obvia cualquier diálogo, voz en off y recurso de mierda similar. Curioso que permanezcan las estatuas y cuadros, quizá como reconocimiento de la existencia de una memoria en forma de inconsciente colectivo o como mera insinuación de que el arte será lo único que dejará poso en un mundo que sigue tras la desaparición de su creador.

En lo visual, este húngaro sigue siendo DIOS: planos fijos con una composición perfecta a la par que misteriosa, contrapicados máximos (nadir) para filmar masas nebulosas, ralentís de las manos de los niños moldeando el muñeco de nieve, un único paneo en (todo el metraje) que recorre las aguas del río a la llegada de la primavera para sugerir que vuelve la vida tras el crudo invierno, quemazones de celuloide, filtros que ni Slawomir Idziar (director de fotografía de confianza de Krzysztof Kieslowski)… Bueno, ya os lo decía al inicio, CINE.

Este tío era la repolla.



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Esta película me ha sorprendido gratamente. Podria situarse en la linea de Spider Baby o las películas de HG Lewis, pero el alto nivel de actuaciones y diálogos mas cierto atrevimiento formal la alejan de toda condescendencia trash. Por tirar de namedropping diré que es un Celebration pero sin daneses y con hombres lobo.


The Rats are Coming! The Werewolves are Here! : Free Download & Streaming : Internet Archive


(de subs ni idea, la he visto en dvd)
 
Recientemente editada en DVD, dentro de un pack con más infrapelículas de temática Licantrópica, THE RATS ARE COMING! THE WEREWOLVES ARE HERE!, es uno de esos clásicos del No-cine (me gusta llamarlo así) que de tanto leer del director outsider de turno, en este caso Andy Milligan, te mueres de ganas de ver, y una vez lo haces, pensando que vas a ver algo, al menos divertido, lo que te encuentras es con algo decepcionante, tanto que en mi caso ha hecho que pierda todo el interés por su loco director.Hay que decir, que la película he intentado verla en dos ocasiones, y las dos veces he tenido que parar el reproductor por el soberano aburrimiento. Claro, no iba prevenido, pues yo era virgen en terrenos “Milligianos”, pero Naxo (con quien compartí esa primera intentona) no y tampoco se llevó mejor impresión que yo.
Es terrible. Un culebrón familiar de época (muy mal disimulada) en el que irrumpen un par de extraños hombres lobo que incluso hablan, y un par de ratas que aparecen por ahí, a las que se les da muerte ante la cámara sin ningún tipo de pudor.
Así leído, puede parecer hasta atractivo, pero les aseguro que en mi vida he visto película más aburrida. Además, dentro de lo muy, muy, muy malo, la peli no está especialmente mal rodada, los diálogos no llegan ni a absurdos, ni hay nada especialmente gracioso, con lo que no sirve ni para reirse, aunque a priori tenga todas las papeletas.
Una autentica lástima, aunque se lleva el galardón de ser probablemente la película más aburrida de la historia, por lo que a mí respecta, y eso también es un logro.

Por lo demás, nada de nada.

Subnormal.
 
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(de subs ni idea, la he visto en dvd)


Nos dan igual tus peliculitas de hombres lobo. Yo lo que quiero son enlaces a esta nueva película de Viy, que la sesentera era gloria bendita

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Hay un trailer que la anuncia para el 2009 y otro que la anuncia para el 2013, sera el Tree of Life ruso (y bueno) fijo. Aunque parece que los fx de la antigua son mas molones


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Subdivx no deja buscar nombres de tres letras. Has buscado esa peli por joder.
 
Throw Away Your Books, Rally in the Streets

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Shuji Terayama ya había experimentado con filtros y la no narración en sus cortos anteriores, de los que destacaría The Cage. En cierta manera levantó con su ímpetu un nuevo modo de hacer cine en Japón, la –así llamada- “nueva ola japonesa”, cajón de sastre donde tenían cabida desde estetas de la transgresión de viejos códigos tipo Seijun Suzuki a genios absolutos del desmadre como Nobuhiko Obayashi (el titanazo que acabaría entregando Hausu) o gente en apariencia más “clásica” pero en realidad a tope de subversiva, y aquí hablo de Hiroshi Teshigahara con la excepcional El Rostro Ajeno y la notabilisíma La Mujer De La Arena en la cabeza. Pero lo de Shuji es otra cosa, es la huída de las limitaciones de la narración convencional, ejercicios audiovisuales libérrimos (especialmente aquí) que tumban cualquier concepción preconcebida sobre el Cine -y sobre cómo ha de ser éste- que pudiera tener el espectador, un vicio horrible que, ya digo, lo fulmina con esta Throw Away Your Books, Rally in the Streets. Ya solo el título –de una sonoridad bellísima-, además de mirar a las revoluciones culturales, aboga por demoler viejos dogmas. A tomar por culo las ideas y los sustentos teóricos que las fundamentan, salid a la calle. A drogaros, a vociferarr, a pelear, a silbar al paso de cualquier travelo, a lo que sea, pero no os quedéis anclados en lo vetusto, en lo inamovible, en lo rígido porque si. Y mucho menos en la concepción del Cine a la manera de arte que ha de seguir una estructura lógica de Planteamiento, Nudo, Desenlace. Qué horror y qué manera más fea de vincularlo… no, someterlo sería la palabra adecuada. Someterlo ya no a otro arte, sino a subcategorías literarias que limitan a una disciplina autónoma de pleno y que tiene mucho que decir sin necesidad de depender de esas estructuras tan simplonas. En ese sentido Throw Away Your Books, Rally in the Streets es liberadora a la manera que puede serlo un corto de Zoltán Huszárik o José Val del Omar.

Throw Away Your Books, Rally in the Streets es una película de su tiempo que bebe del cine político de Jean Luc Godard (el narrativo, hablo de Weekend y la Chinoise especialmente, no de sus documentales ensayo posteriores y Numero Deux) pero que coge mucho más todavía de Guy Debord y su Hurlements En Faveur De Sade, quizá el ejercicio de anticine más radical de los años 50 (pantalla en blanco durante una hora y recitados durante dicho lapso de tiempo), y a la vez inspira a su sublime In Girum Imus Nocte Et Consumimur Igni. Aquí se interpela al espectador a cada poco, la ficción busca la confrontación con la realidad (las grabaciones con cámara oculta en las avenidas atestadas de japoneses, claro punto de partida de las situaciones donde se busca la gresca en la novela de Chuck Palahniuk El Club De La Lucha y en la gran adaptación que de la misma hizo David Fincher). La música es omnipresente, una suerte de proto punk que daría también para sacar otra vía de análisis y especular con la importancia de su OST en el advenimiento del género vía influencia en militancias afines al marxismo y el situacionismo. Se pasa de lo inconexo a la pantalla en blanco y de ahí al fuego. Hace arder todo, o al menos esa es su clara intención: las críticas a Japón están presentes en cada plano, y su montaje, insisto, pretende quemar el libro donde figura el Dogma que dice que el cine nunca podrá hacer lo que quiera, que ha de supeditarse a la narración. Es una película, por tanto, de gran valía y valor, algo que debe de ser visto. Y es por ello que si leéis esta mierda de texto, en vez de extenderme de forma innecesaria, os impelo a que obtengáis la película para verla cuanto antes. A ver si derriba vuestros prejuicios sobre el CINE, en mayúsculas tan pronto consiga hacerlo.



Un ocho que igual deriva en diez.

La vi umbado sobre la cama. Mi cama. Con el aire acondicionado a 20 º Celsius y oliendo la almohada a secso con la novia de ayer aún. Un 8 al soporte de mi cuerpo, yle bajo un punto porque molaría moar que oliese a shemale. Un siete.
 
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