Juez Garzón

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29 Abr 2005
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Tal vez alguien aún ve a Garzón como el azote del terrorismo, un hombre patriota a más no poder, y con un culo sabor a fresa, ideal para chupar...

El juez Garzón se ofrece al Gobierno para actuar de intermediario en los contactos con ETA

Baltasar Garzón, el célebre juez de la Audiencia Nacional ahora en excedencia, ha hecho llegar a Moncloa su disposición a colaborar como intermediario en el incipiente proceso de diálogo con ETA. Así lo ha podido confirmar El Confidencial en diversas fuentes, alguna de las cuales ha añadido a este diario que el ofrecimiento del magistrado ha sido rechazado de plano por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Su ofrecimiento se suma a los de otras destacadas personalidades políticas que, en los últimos meses, también de manera espontánea, han pretendido aportar su granito de arena para facilitar los contactos con ETA. Entre éstos se encuentran el líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluis Carod-Rovira -como ya adelantó este diario en su edición del pasado 16 de septiembre- y la magistrada del Tribunal Supremo Margarita Robles, quien ocupara el cargo de secretaria de Estado de Interior durante el último Ejecutivo de Felipe González. Moncloa también les ha pedido a ellos que cesen en sus gestiones.

En el caso de Garzón -que en estos momentos realiza un periplo por el continente americano mientras disfruta de una excedencia en su puesto de la Audiencia Nacional-, el ofrecimiento ha causado gran sorpresa, sobre todo porque aún están frescas en la memoria sus declaraciones a un diario de difusión nacional, el pasado mes de febrero, en las que manifestaba su total oposición a que el Ejecutivo cayera “en el laberinto de la negociación con ETA”.

El magistrado llegaba a asegurar que “lo único que es realmente eficaz es la acción policial y judicial, y la cooperación internacional” y criticaba los encuentros entre dirigentes socialistas vascos y de Batasuna porque ésta es “una organización declarada ilegal que está suspendida judicialmente en un proceso criminal”.

Una de las fuentes consultadas añade que, además, existe otro detalle que desaconseja la intermediación de Baltasar Garzón en el diálogo con ETA: “Durante años ha sido el azote de la izquierda abertzale, el que ha cerrado periódicos y perseguido judicialmente a los dirigentes de Batasuna. Dudo mucho que la organización terrorista y su entorno vieran con buenos ojos que el Gobierno lo propusiese para la mesa de diálogo”.

Mensajero en 1991

No obstante, no es la primera vez que el juez realiza funciones de mediación en contactos con la banda armada: en enero de 1991, el entonces secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, le pidió que hiciera de mensajero y transmitiera al abogado abertzale Iñigo Iruin su interés por reunirse con él. Garzón, que tenía un trato habitual con Iruin por llevar éste la defensa de numerosos presos de ETA, aceptó y le hizo llegar el mensaje. De aquel recado surgieron dos encuentros entre el número 2 de Interior y dos dirigentes de Batasuna, aunque finalmente aquella fórmula no permitió abrir una vía de contactos estables con el entorno de la banda armada.

Precisamente, también ha sido la experiencia en relaciones con el mundo abertzale la que ha animado a Carod-Rovira y a la juez Margarita Robles a intentar mediar en el proceso. El primero pretendía utilizar los contactos que le permitieron mantener una entrevista con dos dirigentes de ETA en la localidad francesa de Perpiñán. El Gobierno, a través de uno de sus ministros, le pidió que no se inmiscuyera en el proceso ya que su intervención “no era necesaria” y que, por el contrario, podía ser incluso perjudicial.

Un mensaje muy similar es el que desde Ferraz han hecho llegar a la ex secretaria de Estado de Interior. Ésta, como ha reconocido recientemente en una entrevista, se siente implicada “por el diálogo y la negociación (...). Yo puedo ver a alguien y hablar con alguien, comentar con gente, pero eso no es dialogar”. Robles es, desde el verano de 1995, la interlocutora del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel cuando ETA pidió a éste que hiciera llegar al Gobierno sus propuestas de negociación.

Su protagonismo en el último intento socialista de poner punto y final a la violencia de ETA no le ha servido en esta ocasión, sin embargo, para que su colaboración fuese aceptada por Moncloa. Rodríguez Zapatero y el reducido sanedrín que está al tanto de los contactos pretenden con su negativa a Garzón, Carod-Rovira y Robles evitar que la intervención de todos ellos genere confusión en la banda terrorista y su entorno y lleguen a atribuirles una representatividad que no tienen.

Hihihi, la fama cuesta, que diría Nina.
 
Tal vez alguien aún ve a Garzón como el azote del terrorismo, un hombre patriota a más no poder, y con un culo sabor a fresa, ideal para chupar...

El juez Garzón se ofrece al Gobierno para actuar de intermediario en los contactos con ETA

Baltasar Garzón, el célebre juez de la Audiencia Nacional ahora en excedencia, ha hecho llegar a Moncloa su disposición a colaborar como intermediario en el incipiente proceso de diálogo con ETA. Así lo ha podido confirmar El Confidencial en diversas fuentes, alguna de las cuales ha añadido a este diario que el ofrecimiento del magistrado ha sido rechazado de plano por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Su ofrecimiento se suma a los de otras destacadas personalidades políticas que, en los últimos meses, también de manera espontánea, han pretendido aportar su granito de arena para facilitar los contactos con ETA. Entre éstos se encuentran el líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluis Carod-Rovira -como ya adelantó este diario en su edición del pasado 16 de septiembre- y la magistrada del Tribunal Supremo Margarita Robles, quien ocupara el cargo de secretaria de Estado de Interior durante el último Ejecutivo de Felipe González. Moncloa también les ha pedido a ellos que cesen en sus gestiones.

En el caso de Garzón -que en estos momentos realiza un periplo por el continente americano mientras disfruta de una excedencia en su puesto de la Audiencia Nacional-, el ofrecimiento ha causado gran sorpresa, sobre todo porque aún están frescas en la memoria sus declaraciones a un diario de difusión nacional, el pasado mes de febrero, en las que manifestaba su total oposición a que el Ejecutivo cayera “en el laberinto de la negociación con ETA”.

El magistrado llegaba a asegurar que “lo único que es realmente eficaz es la acción policial y judicial, y la cooperación internacional” y criticaba los encuentros entre dirigentes socialistas vascos y de Batasuna porque ésta es “una organización declarada ilegal que está suspendida judicialmente en un proceso criminal”.

Una de las fuentes consultadas añade que, además, existe otro detalle que desaconseja la intermediación de Baltasar Garzón en el diálogo con ETA: “Durante años ha sido el azote de la izquierda abertzale, el que ha cerrado periódicos y perseguido judicialmente a los dirigentes de Batasuna. Dudo mucho que la organización terrorista y su entorno vieran con buenos ojos que el Gobierno lo propusiese para la mesa de diálogo”.

Mensajero en 1991

No obstante, no es la primera vez que el juez realiza funciones de mediación en contactos con la banda armada: en enero de 1991, el entonces secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, le pidió que hiciera de mensajero y transmitiera al abogado abertzale Iñigo Iruin su interés por reunirse con él. Garzón, que tenía un trato habitual con Iruin por llevar éste la defensa de numerosos presos de ETA, aceptó y le hizo llegar el mensaje. De aquel recado surgieron dos encuentros entre el número 2 de Interior y dos dirigentes de Batasuna, aunque finalmente aquella fórmula no permitió abrir una vía de contactos estables con el entorno de la banda armada.

Precisamente, también ha sido la experiencia en relaciones con el mundo abertzale la que ha animado a Carod-Rovira y a la juez Margarita Robles a intentar mediar en el proceso. El primero pretendía utilizar los contactos que le permitieron mantener una entrevista con dos dirigentes de ETA en la localidad francesa de Perpiñán. El Gobierno, a través de uno de sus ministros, le pidió que no se inmiscuyera en el proceso ya que su intervención “no era necesaria” y que, por el contrario, podía ser incluso perjudicial.

Un mensaje muy similar es el que desde Ferraz han hecho llegar a la ex secretaria de Estado de Interior. Ésta, como ha reconocido recientemente en una entrevista, se siente implicada “por el diálogo y la negociación (...). Yo puedo ver a alguien y hablar con alguien, comentar con gente, pero eso no es dialogar”. Robles es, desde el verano de 1995, la interlocutora del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel cuando ETA pidió a éste que hiciera llegar al Gobierno sus propuestas de negociación.

Su protagonismo en el último intento socialista de poner punto y final a la violencia de ETA no le ha servido en esta ocasión, sin embargo, para que su colaboración fuese aceptada por Moncloa. Rodríguez Zapatero y el reducido sanedrín que está al tanto de los contactos pretenden con su negativa a Garzón, Carod-Rovira y Robles evitar que la intervención de todos ellos genere confusión en la banda terrorista y su entorno y lleguen a atribuirles una representatividad que no tienen.

Hihihi, la fama cuesta, que diría Nina.
 
Es tío cada día más pallaso. Esnifa crack si se cree que ETA le aceptaría como mediador.

El nombre que más me ha llamado la atención últimamente es el de Echegaray, un hombre neutral, respetado por ambos bandos y con experiencia en la resolución de conflictos.
 
Es tío cada día más pallaso. Esnifa crack si se cree que ETA le aceptaría como mediador.

El nombre que más me ha llamado la atención últimamente es el de Echegaray, un hombre neutral, respetado por ambos bandos y con experiencia en la resolución de conflictos.
 
Garzón es un cáncer para la judicatura en este país.
Sería mejor que no volviera de su experiencia americana.
Cualquiera que se dedique mínimamente al Derecho sabe de qué coño estoy hablando.
 
Jacques de Molay rebuznó:
Garzón es un cáncer para la judicatura en este país.
Sería mejor que no volviera de su experiencia americana.
Cualquiera que se dedique mínimamente al Derecho sabe de qué coño estoy hablando.
?Pero si es el único juez que no pone en la calle a los etarras porque se hace cacota, el único con dos cojones bien puestos que no se vende como una puta.
Donde esté el juez que condenó a farruquito que se quite garzón.
 
Bueno, eso de que no los pone en la calle lo dirás tú, porque hacer mal su trabajo de instructor como él lo hace, con el ojete, supone que al final los etarras o los narcos van a salir por la puerta grande.

Es un pesimo juez y encima demasiado pagado de sí mismo y encantado de haberse conocido, un pecado bastante común entre la judicatura, amén de la envidia.
 
Empezó con buen pie hace mucho tiempo, pero debería saber que la política y las justicia son dos poderes independientes (o más bien deberían serlo). Un paso por detrás del juez del Olmo, pero ahí ahí, a mi parecer.
 
Joder, si no sirvió ni para diputado (del PSOE para más inri), pero que no se preocupe por su fracaso en política que tiene digno sucesor en el actual Ministro del Interior que es juez también y por el estilo y el savoir faire como minímo compartieron pupitre, si no algo más.
 
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