Libros La casa donde Charles Bukowski conoció a las "Mujeres"

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La casa donde Charles Bukowski conoció a las "Mujeres" Por Rolando Lino Mina miércoles, 10 de febrero de 2010
El primer encuentro que uno tiene con la obra de Charles Bukowski siempre es inolvidable. Muchos lectores llegan a desarrollar una "aversión a primera vista", cuando entran en contacto con su "Dirty Realism" (Realismo Sucio) plagado de alcohol, lujuria y amor. Otros en cambio, experimentan lo que el argentino Juan Pablo Bertazza describe como "la adicción de la papa frita", es decir, "si lees uno de sus escritos, terminas deseando leer todos".


Este año promete estar plagado de Bukowski por todos lados, ya que si viviera, este magistral autor estaría cumpliendo 90 años. Técnicamente, Charles Bukowski es lo que la sociedad actual suele calificar como un "un perdedor". Sin embargo, este "perdedor" tomó a sus 50 años una audaz decisión: dejó su empleo "seguro" como cartero, para dedicarse a ser escritor.
"Tengo dos opciones, permanecer en la oficina de correos y volverme loco... o quedarme fuera y jugar a ser escritor y morirme de hambre. He decidido morir de hambre", explicó en una carta Bukowski por aquellos días. John Martin, quien además de editor era amigo de Charles Bukowski, le ofreció una remuneración de 100 dólares mensuales por el resto de su vida, que eran lo mínimo para sufragar las necesidades primordiales del escritor: cigarrillos, alcohol, alquiler, la manutención de su hija y algo de comida.
A partir de este momento, Bukowski sólo necesitó 21 días para escribir "Cartero" (Post Office, 1971), su primera novela. "El miedo es lo que te impide hacer las cosas", dijo Bukowski al entregar su primera obra, según refiere el propio Martin. A partir de eso, vendría una etapa muy prolífica, en la que Bukowski engendró una obra prodigiosa con una poderosa visión de futuro, que hoy es la influencia directa para miles de artistas en todo el planeta.
"Me bebía una botella de whisky y una docena de cervezas cada noche mientras escribía. Fumaba puros baratos y le pegaba a la máquina de escribir y escuchaba música clásica en la radio hasta que amanecía. Me había fijado un mínimo de diez páginas por noche, pero hasta el día siguiente, nunca podía saber cuántas páginas había escrito. Me levantaba por la mañana, vomitaba y entonces me iba hasta la sala y miraba en el sofá para ver cuántas hojas había. Siempre excedían de las diez. Unas veces había 17, otras 18, 23, 25 páginas", describe el propio Bukowski en "Mujeres" (Women, 1978), probablemente su novela más conocida e influyente.
Rescatando el hogar de Bukowski
Todas estas vivencias, tuvieron lugar en un sitio específico de East Hollywood (Los Ángeles, Estados Unidos): un pequeño bungalow en el 5124 de Longpre Avenue. En esa pequeña vivienda, Charles Bukowski escribió muchas de sus obras más prestigiosas, tuvo encuentros memorables y a partir de sus 50 años, vivió toda clase de amoríos con decenas de mujeres. Cuando uno ve las imágenes de este vecindario, comprende la nitidez con que el autor fue capaz de describirlo: las calles cerradas, los pórticos, las grandes avenidas, la licorería "Pink Elephant" que le proveía todo ese alcohol que, de alguna forma, definió su estilo.
En 2007, el dueño de la célebre propiedad desalojó a quienes habitaban entonces la que fuera casa de Bukowski, y puso en venta el lugar ofreciendo la posibilidad de demolerlo. De inmediato, varios seguidores de quien se autodenominara "Un Viejo Indecente" (A Dirty Old Man) se movilizaron para evitar que el edificio pudiera ser destruido. Un apasionado artículo de la revista "Time" que defendía mantener a salvo el espacio, calificaba entonces al 5124 de Longpre Avenue como "el epicentro de un terremoto cultural que continúa estremeciendo el paisaje literario de Los Ángeles".
Finalmente, en febrero de 2008 la que fuera casa de Charles Bukowski, fue declarada monumento histórico por parte de las autoridades de Los Ángeles. A partir de entonces, se inició una restauración que si bien ha sido muy lenta, le ha devuelto la vida al lugar. Los muros fueron repellados, se colocaron cristales nuevos en las ventanas, se cambió el cableado y se instaló un sistema anti incendios. "La residencia de Bukowski, lista para el siguiente inquilino alcohólico", declaraba una nota reciente en un diario de la localidad.
El estado actual de la casa del 5124 de Longpre Avenue, puede observarse gracias al "Street View" que proporciona "Google Maps". De paso, resulta francamente fascinante echar un vistazo virtual por la zona, que embona perfectamente con las narraciones de este excepcional autor, en cuya lápida se puede leer "Don't Try".
 

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Qué bárbaro. Un tío que sigue confundiendo al escritor con el personaje.
 
ruben_clv rebuznó:
Qué bárbaro. Un tío que sigue confundiendo al escritor con el personaje.
En Bukowski precisamente sería comprensible. No sé sabe cuando es bukowski, cuando chinaski o cuando un hijo de puta cualquiera. A veces parece que eres tú el que sostienes la cerveza y le pegas a un guantazo a una puta para luego caerte al suelo y vomitarte encima.
Ese tio era el amo. :121
 
Efectivamente, no es nada fácil saber cuándo Buk metía cuento a sus historietas y cuándo reproducía una vivencia real. Hay una biografía por Barry Miles en que analiza esto exhaustivamente.

Por cierto, sacaron el primer relato de Buk en una edición de 14 euros con ilustraciones, a ver quién se anima a escanearla.
 
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