Jose David
Clásico
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- 2 Jul 2006
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Durante todo el tiempo que he pasado leyendo este subforo, y colaborando en él en mayor o menor medida, he aprendido mucho sobre las mujeres, pero muy poco sobre la forma de relacionarnos con ellas.
Me explicaré.
Está claro que el objetivo primordial del foro es ligar con mujeres, y en un segundo plano, no expresso pero si implícito y con leche y azucar, el no dejar que nos jodan la vida. Ya en un último extremo, el deliberar sobre lo malas que son algunas (o muchas, da igual).
Y está bien, quizá gracias a este foro he evitado cometer muchos errores, meterme en situaciones no aconsejables y sobre todo, mantener en todo momento, aunque no lo parezca en este foro, el respeto por mi mismo, no cayendo en el “pagafantismo” en el que todos los chicos con menos experiencia y/o conocimientos acaban cayendo.
Pero debido también a este foro, he ido desarrollando con el tiempo una negatividad extrema, un cerrar las puertas a cualquiera que se me acerque y sea de sexo femenino… una coraza, por darle un nombre.
He notado que no soy el único aquí que la ha desarrollado, o endurecido si ya la poseía, y he notado que muchos que poco a poco van introduciéndose en este saber, en este know how de las relaciones entre hombres y mujeres, se arman de nuevo.
Y ahí está el quid de la cuestión.
¿Hasta que punto es necesaria esta Coraza? ¿Hasta que punto es esencial? ¿Es saludable? ¿Hay otra forma de ver las cosas sin acabar jodido como muchos de los casos que hemos leído en este foro?
En mi humilde y poco necesaria opinión, el saber no ocupa lugar, y bien que está el intuir las motivaciones y comportamientos indeseables de las mujeres, sus tretas, sus trucos y su malicia ¿innata?
Pero también es necesario saber que siempre, SIEMPRE, hemos estado particularizando, y que siempre, cualquiera, puede tener un comportamiento negativo y despreciable, y egoísta, y dañino, para con los demás, y que no por eso hay que mirarlo todo manteniendo una prudencial distancia, una separación, y una misoginia (hablemos claro) que sólo conduce para llevar una vida menos… no sé cómo decirlo, menos plena, quizá. Más vacía.
Y aquí está la cosa, el asunto, y quizá suene paternalista, pero me pregunto si no será mejor ir siempre con cierta cultivada inocencia, prevenido, sabiendo lo que hay, pero buscando lo mejor de las mujeres, en lugar de limitarnos a ponernos la armadura cada vez que alguna aparece en el horizonte. A ver si me ilustráis un poco, un poco “positivamente”, digo, para variar.
Veréis, es que últimamente (y no sólo a través de Internet, que también) estoy empezando a tener amigas de nuevo (no entraré en el debate si esto es posible o no, ni a distinguir entre la amistad y el pagafantismo, porque para eso ya hay otros hilos) y obviamente en ningún momento he sentido la "amenaza" que supone intimar con una mujer para todo forero misógino que se precie, así que... dejo aquí el debate.
Mientras si eso me voy a echar unos loles escuchando los Greatest PL, que es de lo más Amo que ha dado este foro.
Un bechi y ta lueguito.
P.D. Se me olvidaba, no quería despedirme sin llamaros Hijos de Puta, siempre en plan cariñoso, que vosotros lo valéis.
Me explicaré.
Está claro que el objetivo primordial del foro es ligar con mujeres, y en un segundo plano, no expresso pero si implícito y con leche y azucar, el no dejar que nos jodan la vida. Ya en un último extremo, el deliberar sobre lo malas que son algunas (o muchas, da igual).
Y está bien, quizá gracias a este foro he evitado cometer muchos errores, meterme en situaciones no aconsejables y sobre todo, mantener en todo momento, aunque no lo parezca en este foro, el respeto por mi mismo, no cayendo en el “pagafantismo” en el que todos los chicos con menos experiencia y/o conocimientos acaban cayendo.
Pero debido también a este foro, he ido desarrollando con el tiempo una negatividad extrema, un cerrar las puertas a cualquiera que se me acerque y sea de sexo femenino… una coraza, por darle un nombre.
He notado que no soy el único aquí que la ha desarrollado, o endurecido si ya la poseía, y he notado que muchos que poco a poco van introduciéndose en este saber, en este know how de las relaciones entre hombres y mujeres, se arman de nuevo.
Y ahí está el quid de la cuestión.
¿Hasta que punto es necesaria esta Coraza? ¿Hasta que punto es esencial? ¿Es saludable? ¿Hay otra forma de ver las cosas sin acabar jodido como muchos de los casos que hemos leído en este foro?
En mi humilde y poco necesaria opinión, el saber no ocupa lugar, y bien que está el intuir las motivaciones y comportamientos indeseables de las mujeres, sus tretas, sus trucos y su malicia ¿innata?
Pero también es necesario saber que siempre, SIEMPRE, hemos estado particularizando, y que siempre, cualquiera, puede tener un comportamiento negativo y despreciable, y egoísta, y dañino, para con los demás, y que no por eso hay que mirarlo todo manteniendo una prudencial distancia, una separación, y una misoginia (hablemos claro) que sólo conduce para llevar una vida menos… no sé cómo decirlo, menos plena, quizá. Más vacía.
Y aquí está la cosa, el asunto, y quizá suene paternalista, pero me pregunto si no será mejor ir siempre con cierta cultivada inocencia, prevenido, sabiendo lo que hay, pero buscando lo mejor de las mujeres, en lugar de limitarnos a ponernos la armadura cada vez que alguna aparece en el horizonte. A ver si me ilustráis un poco, un poco “positivamente”, digo, para variar.
Veréis, es que últimamente (y no sólo a través de Internet, que también) estoy empezando a tener amigas de nuevo (no entraré en el debate si esto es posible o no, ni a distinguir entre la amistad y el pagafantismo, porque para eso ya hay otros hilos) y obviamente en ningún momento he sentido la "amenaza" que supone intimar con una mujer para todo forero misógino que se precie, así que... dejo aquí el debate.
Mientras si eso me voy a echar unos loles escuchando los Greatest PL, que es de lo más Amo que ha dado este foro.
Un bechi y ta lueguito.
P.D. Se me olvidaba, no quería despedirme sin llamaros Hijos de Puta, siempre en plan cariñoso, que vosotros lo valéis.