ice king
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Viendo la foto de Puchi de su mocedad me explico muchas cosas. De entrada ya os digo yo que era de los que no se escondía para liarse el peta, que hasta los treinta tuvo póster en su habitación de pink floyd, y que su primera novia ha sido la rumana que sacó del club.
Es uno de los nuestros, eh.
Es como nosotros desde luego. Los tios como nosotros NUNCA se van a encontrar a una titi con el culo en pompa en el sofá de su casa al llegar de trabajar. Eso no va a pasar... Es como pensar que viviremos en una casa unifamiliar con jardín como las que salen en las pelis americanas.
Las titis no nos ofrecen su culo desnudo. No lo hicieron en el instituto, donde nos ignoraban, en el mejor de los casos logramos camuflarnos en el entorno, y pasamos esos años tan desapercibidos como el extintor de la esquina de la clase. Y en el peor fuimos víctimas de toda clase de escarnios, burlas y desprecios. Tampoco en la Universidad, donde todas tenían novio o eso nos decían... Y pasamos los cursos jugando al mus en la cafetería con otros pringados, vírgenes como nosotros y yendo a fiestas ridículas de facultad "a conocer tías" decíamos, con las que no lográbamos mantener ninguna conversación de más de dos minutos. Y en el trabajo, los pocos de aqui que lo tuvimos, éramos los becarios, ignorados por otras becarias, "que aspiraban a más". Y qué nos queda, ah sí, las discotecas, cuando entrábamos todo nerviosos a una chica que nos decía que no, sin mirarnos a la cara. Luego pasan unos años, y cuando te quieres dar cuenta "eres demasiado viejo para una muchacha". Se acabó el juego y ni siquiera has llegado a la parrilla de salida. Esa es nuestra puta vida.
Solo nos queda meneárnosla de noche con tristeza mirando por intermet esas tías.
No, a los tíos como nosotros no les pasan esas cosas. No hemos nacido para que nos pasen. No nos espera una esposa maravillosa ni unos niños cariñosos al llegar a una casa que no nos podemos permitir comprar, por la puta burbuja inmobiliaria, una de tantas estafas de este país de estafadores. No nos espera nada, porque a nadie importamos. Incluso el que pensamos que es nuestro mejor amigo, sufriría si nos tocara la loteria o nos ligáramos a una rubia buenorra.
Ahora tenemos el tinder donde cien mil como nosotros, dan