La galantería

cuellopavo

RangoFrikazo
Registro
23 Abr 2006
Mensajes
14.694
Reacciones
8.105
La galantería, es decir, el trato obsequioso y cortés para con las damas, se ha utilizado siempre con una duplicidad de intenciones diametralmente opuestas. Por una parte el hombre galante puede ser un malintencionado que utiliza la galantería como estrategia para atraer a la pieza erótica, y que hace por tanto de la mujer una víctima, que aunque experimente ciertas gratificaciones en el momento de la efusión galante, deja en ella siempre una sensación de abuso. Pero por otra puede tratarse tan sólo de un hombre cortesano, atento, movido por el afán de halagar u homenajear a la mujer, a la que de esta manera idealiza.

En los años 70 hubo unas reacciones muy violentas contra la galantería por parte de las feministas. El afán de igualdad entre los sexos las condujo a abjurar de unos códigos masculinos de conducta que presentaban a la mujer como algo más frágil, inferior. Además se trataba de erradicar cualquier comportamiento hipócrita en las relaciones entre los sexos, en aras de establecer una mayor franqueza. Se estableció la idea de que la Verdad es necesaria en las relaciones entre los individuos y los sexos, sin darnos a lo mejor cuenta de la dificultad que entraña la verdad en las relaciones humanas, ni de la insociabilidad a la que nos expone. Cuando en una pareja las cosas se trivializan y se acaba lanzando "las verdades" a la cara del otro, todo puede acabar en una carnicería, salvo entre gentes extremadamente civilizadas capaces de asumirlas.

Julia Kristeva considera que "existe cierto espacio de juego, de falsedad, de regalo, de buenos modales, de palabras amables en las que primero no creemos pero que, al repetirse, muestran de repente al otro bajo su verdadero aspecto... Dicho de otra manera, si empiezo por ser amable y galante de manera festiva, puedo dejarme atrapar por el juego y transformar esa actitud aparentemente falsa de forma que constituya una auténtica respuesta al otro. Puede haber un encadenamiento y se puede llegar a un respeto mutuo".

Kristeva piensa que estamos en una sociedad donde la galantería no tiene visos de retornar. Se trata de una sociedad "neutra, zafia, en la que cada cual se encierra dentro de sí mismo" Sin embargo considera que el miedo a la galantería también puede estar retrocediendo "y que si alguien me hiciera un homenaje, aun siendo falso, no me produciría ninguna vejación. Creo que las reacciones de las feministas provenían de una noción de sí mismas extremadamente devaluada, a partir de la cual sentían como un insulto el juego galante. Si por el contrario una mujer se siente los suficientemente segura de sí misma, dueña de sí y convencida del minipoder que posee dentro de su propio campo, puede prestarse al juego e incluso responder". "No se trata necesariamente de volver a los juegos -no desagradables, por lo demás- de dejarse acercar la silla o traer el abrigo, sino de encontrar otras formas de atención".

Aquí, tal y como hacía Bergson al hablar de la cortesía, habría que distinguir entre una galantería de las maneras, otra del espíritu, y una tercera del corazón.

Veo al nuevo Quijote cabalgar por los páramos desolados de la España zafia arremetiendo otra vez contra los nuevos molinos que levanta día a día la ola de vulgaridad que nos asola...

bah, es que hacía mucho que no posteaba un hilo
 
Yo por eso quiero mudarme a Basora donde la galantería se reduce a no violarla en grupo y preparar algo más íntimo.
 
La galanteria solo si se la merece,a tomar por culo,que se les sube.....y no hay quien las baje de la parra.
 
El hecho de que esa galantería sea tan escasa hoy en día hace que se aprecie más cada pequeño gesto. No, no es que te vaYan abriendo la puerta por donde vas como si no tuvieras brazos, ni que si te apetece un caramelo te lo depositen entre los dientes semimasticado. La simple acción de tener en cuenta la opinión del otro, escuchar además de oir, y el respeto, es algo tan exiguo hoy en día, que cuando te topas de bruces con alguien así, no puedes por menos que asombrarte y admirarlo :121 Y ya no digamos si es con sexuales intenciones. Cautiva bastante.
 
LORD MIERDA rebuznó:
No es que la galantería sea escasa, es que tus opiniones no le interesan ni al tato.

Pudiera ser, pero algunos lo disimulan la mar de bien. Entonces el ladrillo de lo que opino de tus opiniones me lo ahorro.
 
Mujeres que suspiran porque "ya no quedan caballeros como los de antes" y acaban emparejadas con maltratadores en acto o en potencia. No se merecen la galantería.

Nada nuevo bajo el sol.
 
Tu opinión de zorra sin personalidad "avatar del cabezas soy del grupito" no vale nada. Baneadla.
 
Candela! rebuznó:
El hecho de que esa galantería sea tan escasa hoy en día hace que se aprecie más cada pequeño gesto. No, no es que te vallan abriendo la puerta por donde vas como si no tuvieras brazos, ni que si te apetece un caramelo te lo depositen entre los dientes semimasticado. La simple acción de tener en cuenta la opinión del otro, escuchar además de oir, y el respeto, es algo tan exiguo hoy en día, que cuando te topas de bruces con alguien así, no puedes por menos que asombrarte y admirarlo :121 Y ya no digamos si es con sexuales intenciones. Cautiva bastante.

te voy
 
Candela! rebuznó:
No, no es que te vallan abriendo la puerta por donde vas

Presente de Indicativo

vallo
vallas / vallás
valla
vallamos
valláis / vallan
vallan

vallar:

(Del lat. vallāre).

1. tr. Cercar o cerrar un sitio con vallado.


No entiendo nada... si te vallan, ¿para qué abren la puerta? No sirve de nada, porque si te han vallado, no puedes pasar.
 
El galanteo es un juego con cierta carga de erotismo, eso es innegable. Una manera refinada, sofisticada, delicada de ofrecerte y sondear el campo, pero también de mostrar sólo tu deferencia para con la mujer. Tan delicada que el hecho de que no vaya a más no significa fracaso. El premio consiste en ser correspondido, en que sean aceptadas tus muestras de amabilidad. Contribuye a que las relaciones entre hombres y mujeres sean fluidas, delicadas, gratas.

Pero para ser galante al hombre tienen que gustarle las mujeres. Y para prestarse al juego galante, a la mujer le tienen que gustar de verdad los hombres.

El galanteo es propio de hombres hacia mujeres. Lo propio de la mujer es la coquetería, que es lo que en parte incita al galanteo.
 
La verdad es que yo mismo soy a veces galante y a veces grosero. Conjugo ambas maneras en función de con quién esté. Creo que cierta galantería hacia las mujeres, sin caer en la afectación, en el baboseo, en la exageración, es buena, sobre todo porque todas estas cosas son las que lubrican -entiéndaseme bien, que os veo venir :lol:- las relaciones entre las personas, es una manera de demostrar buenas intenciones.

Sin embargo, en no pocas ocasiones cosas tales como abrirle la puerta a una chica o ayudarles a ponerse el abrigo han servido, para mi sorpresa e incredulidad, para llevarme un gesto feo, impertinente y fuera de lugar. Yo no sé si es que hacer eso es de ser un machista o qué, pero vamos, el cómo entienden algunas los gestos destinados a hacer de las cosas algo más agradable me parece propio de idiotas.

La igualdad mal entendida entre hombre y mujer provoca que todos nos desprendamos de la educación, de las formas y de las maneras galantes y esto se convierta en una pelea de salvajes. Perdidas las formas, perdida la capacidad de entender estos gestos en su sentido correcto, las relaciones se tornan ásperas, agresivas y finalizan, de manera casi invariable, en el grito, el insulto y en el desprecio.
 
Mi galantería es estrictamente bisexual, completamente francesa. Le abro la puerta a la mujer y al hombre, ¿Exactamente por qué voy a perder las formas con los hombres? ¿Les voy a pegar portazos en la cara? En Francia, donde las formas tienen más importancia que en España, para bien y para mal, se sostiene la puerta a hombres y mujeres, se ayuda a la gente a colarse en el metro con toda la educación del mundo, se sonríe y se dice "merci beacoup" sin importar demasiado el sexo del otro.

Los otros comportamientos, tener detalles, comprar flores, pagar la cuenta, son meramente procesos de seducción. Solamente James Bond puede permitirse hacer eso con todas las mujeres, el resto del mundo tiene que elegir una que le valga la pena la molestia. Y muchas de ellas no quieren que paguemos las cuentas. Mucho mejor, eso que nos ahorramos.


cuellopavo, que se dejará un bigote como el de Clark Gable
 
La galantería es un invento de los burgueses para favorecer que feos, degenerados mentales, infraseres sin personalidad y curas abstemios puedan comerse algo algún día.

No creo en la galantería, pues tendría que regirme por unas normas impuestas en cuanto a la empatía y el trato personal humano. Ser galante apesta, como apesta leer un poema de Becquer o escuchar una canción de Andy lucas, ambas partes iguales.

No respeto a los galantes, no me gustan, no me caen bien, intentan ocultar su verdadero yo. Son hipócritas, viles, marionetas que deambulan sin rumbo. Las mujeres no quieren personas galantes, al menos las jóvenes, quieren sentirse protegidas, no abrumadas por un cúmulo de sentimientos mal expresados con los cuales intentar alegrar la vida humana.

La galantería es una mierda.

Acepto el respeto, no la galantería. He dicho.
 
ElcielodeHubeqa rebuznó:
No respeto a los galantes, no me gustan, no me caen bien, intentan ocultar su verdadero yo. Son hipócritas....

Qué sería del mundo sin ese refinamiento que consiste en disimular y poner traje a nuestros más puros sentimientos, en envolverlos en una burbuja de celofán más o menos transparente, que los mantenga a buen recaudo de agresiones externas y que a la vez impida que su natural fuerza efusiva se desborde incomodando o hiriendo a quienes nos rodean.

Me cae mal -y sé bien por qué- el dueño de la confitería que hay en frente de mi casa. Pero en vez de hacerle un corte de mangas cada mañana cuando me lo encuentro, que es lo que me apetece, me limito a darle unos buenos días correctos pero nada efusivos, a los que se ve obligado a responder aunque sea con la misma frialdad. Así, cuando necesito con urgencia algo de su establecimiento entro a comprarlo sin ningún reparo y con la tranquilidad de saber que no le he dado motivos para que me envenene. La hipocresía contribuye a que nuestra vida cotidiana no sea una jungla.

Me encanta, en cambio, la chica que vende los periódicos, pero me abstengo no ya de abrazarla, besarla y cogerle el culo, como algunas veces sueño, entre otras razones porque el novio anda siempre por allí merodeando, y porque tampoco estoy muy seguro de que la afectuosidad con que ella me corresponde diera para tanto. Así que los buenos días se los doy con mucha más efusión que al confitero, pero tratando de disimular, al menos en parte -no es malo dejar un guiño a modo de anzuelo-, mis verdaderos deseos. Otra pequeña dosis de hipocresía que me permite ir cada día con tranquilidad y con mis fantasías a comprarle el periódico, sin el temor de que el novio de la chica me rompa los dientes a la salida del gimnasio, o de que ella me retire para siempre su sonrisa generosa.

La hipocresía bien administrada se llama cortesía, y para no tener que andar todo el día tirando del freno de nuestros verdaderos sentimientos, las sociedades cultas han inventado una serie de formalismos y de formulismos que nos permiten tratar con los demás sin herir los sentimientos de nadie, y sin exponer los nuestros haciéndolos vulnerables. Obra a modo de barrera o establece distancias que te impiden agredir y ser agredido.

La franqueza absoluta no es aconsejable ni siquiera en las relaciones más íntimas, donde quizá con más razón hay que disimular, y con mayor esmero, el rechazo que sentimos hacia los defectos del otro, los cuales conocemos gracias a su entrega confiada.
 
De acuerdo con ElcielodeHubeqa...la galantería y la coquetería a mí me suenan un poco a concepto trasnochado. Algo así como llevar combinación con puntillas (mi abuela decía que era algo imprescindible en una mujer de bien). Conozco a mucha gente muy educada, agradable, que escucha, que abren la puerta y dejan pasar, etc. etc. Pero no, yo no los llamaría galantes. Lo cierto es que la gente grosera, son los menos. A veces las reacciones de las personas con las que nos cruzamos son sólo reflejos de las nuestras propias.
 
climbatize rebuznó:
te voy a poner a cuatro patas y a follarte tan fuerte que te vas a desmayar.

Así no... así no... si de verdad queréis llegar algún día a mojar el churro, tratad a las mujeres en público (cuando estáis con vuestros colegas y amigos) de la misma manera que las tratáis cuando estáis a solas con ellas (si es que lo estáis).

Esto vendría a decir que nos tratéis igual en el foro que por privado. Que esa es la verdadera galantería. Porque es un poco triste que en pos de integraros en el vulgo con ese tipo de frases, camufleis vuestras aptitudes.
 
El requisito esencial para un ejercicio natural y grato para ambas partes de la galantería es que se trate de un acto con cierta reciprocidad.

Tan importante resulta ser capaz de administrarla con medida como saber ser objeto de ella de un modo natural.

Si la galantería me produce muchas veces pereza y me quedo en la frontera de la mera corrección se debe en buena medida a que compruebo con desagrado como demasiadas mujeres resultan incapaces de desenvolverse en ese juego social. Muchas la interpretan como paso inmediatamente anterior a al asalto sexual y otras tantas se encaraman a ella considerando que se les está rindiendo pleitesía, y no es eso.
 
Cuellodepavo rebuznó:
Qué sería del mundo sin ese refinamiento que consiste en disimular y poner traje a nuestros más puros sentimientos, en envolverlos en una burbuja de celofán más o menos transparente, que los mantenga a buen recaudo de agresiones externas y que a la vez impida que su natural fuerza efusiva se desborde incomodando o hiriendo a quienes nos rodean.

Algo más justo.

Cuellodepavo rebuznó:
Me cae mal -y sé bien por qué- el dueño de la confitería que hay en frente de mi casa. Pero en vez de hacerle un corte de mangas cada mañana cuando me lo encuentro, que es lo que me apetece, me limito a darle unos buenos días correctos pero nada efusivos, a los que se ve obligado a responder aunque sea con la misma frialdad. Así, cuando necesito con urgencia algo de su establecimiento entro a comprarlo sin ningún reparo y con la tranquilidad de saber que no le he dado motivos para que me envenene. La hipocresía contribuye a que nuestra vida cotidiana no sea una jungla.

Ante eso no puedo decir nada. Es simplemente una verdad.

Lo cual no quita que esté en desacuerdo con ella, y me parezca un obvio acto de manipulación, en post de atentar contra la verdad y moral humana. Si quiere proclamar la mentira y la vileza por encima de todo está en todo su derecho, pero no diga que el mundo es algo más bonito con ella.

El mundo es la misma mierda con vileza que sin ella, sólo que sin ella se sabe porqué es una mierda.

Cuellodepavo rebuznó:
Me encanta, en cambio, la chica que vende los periódicos, pero me abstengo no ya de abrazarla, besarla y cogerle el culo, como algunas veces sueño, entre otras razones porque el novio anda siempre por allí merodeando, y porque tampoco estoy muy seguro de que la afectuosidad con que ella me corresponde diera para tanto. Así que los buenos días se los doy con mucha más efusión que al confitero, pero tratando de disimular, al menos en parte -no es malo dejar un guiño a modo de anzuelo-, mis verdaderos deseos. Otra pequeña dosis de hipocresía que me permite ir cada día con tranquilidad y con mis fantasías a comprarle el periódico, sin el temor de que el novio de la chica me rompa los dientes a la salida del gimnasio, o de que ella me retire para siempre su sonrisa generosa.

Y que lo único que conlleva es que vd siga imaginándose una situación que hasta la fecha no ha ocurrido. Es decir, una paja sin tocarse siquiera. Todo esto de la hipocresía da para un hilo hermoso, pero acabaría enmarañado por forochat, así que no seré yo el que proponga un hilo al respecto.

Eso sí, esa pequeña dosis de hipocresía sólo hace al humano más humano, alejándolo de toda grandiosidad. Yo soy grande, quién podría estar a mi altura decía aquel.

Cuellodepavo rebuznó:
La hipocresía bien administrada se llama cortesía, y para no tener que andar todo el día tirando del freno de nuestros verdaderos sentimientos, las sociedades cultas han inventado una serie de formalismos y de formulismos que nos permiten tratar con los demás sin herir los sentimientos de nadie, y sin exponer los nuestros haciéndolos vulnerables. Obra a modo de barrera o establece distancias que te impiden agredir y ser agredido.

La hipocresía bien administrada se llama cortesía bien administrada, que seguramente te proporcione algunos beneficios, pero en ningún caso se puede denominar cortesía. La cortesía no existe, aunque haya a veces se confunda con la hipocresía bien administrada.

Aprovecharse de los demás me parece bien, odio la hipocresía, pero aprovecharse de una forma clara y avergonzante, no simulando acciones y hechos con cuyos actos no comulga.

Cuellodepavo rebuznó:
La franqueza absoluta no es aconsejable ni siquiera en las relaciones más íntimas, donde quizá con más razón hay que disimular, y con mayor esmero, el rechazo que sentimos hacia los defectos del otro, los cuales conocemos gracias a su entrega confiada.

Abogo por la franqueza absoluta. Te puede llevar a lugares donde siendo falso no llegarías, cierto, lugares en los cuales no te sientas como quisieras, pero tu ego siempre sigue sin encontrar escollos que superar. La franqueza hace al hombre grande, verdadero, puro, lo enfatiza más que cualquier otra acción. Me gusta la verdad, aunque sólo sirva para hacer daño a alguien. Me fascina la palabra directa, el término más agresivo posible entre las decenas de eufemismos para una misma palabra, porque puedo decir lo que siento, y si siento lo que soy, soy yo. No quiero ser otro, no quiero que otros sean yo.

Pero en definitiva, le doy la razón en casi todo. Con la hipocresía, la vileza y la mentira se llega más lejos.
 
Algo así como llevar combinación con puntillas (mi abuela decía que era algo imprescindible en una mujer de bien)...

Esto me ha recordado una de las cosas de mi madre, y me voy a permitir el exceso de contarlo.

Era una expresión, casi coletilla, de mi madre cuando alguien la piropeaba. decía: "tan galante...", con una expresión entre irónica y lejana, muy teatral. Era la reacción de una mujer inteligente, culta y muy distante que elegía siempre a qué juegos quería jugar y que medía mucho las distancias que acortaba o extendía. Y pienso que, tal vez, es algo ilustrativo de una clase de mujeres, la subversión del juego desde la provocación de otro juego, la alteración de los papeles tradicionales desde la risa y la ruptura de los chiclés. Algo así


Aportaré la etimología de la palabra hipocresía: viene del griego upo-krités (ipsilon-pi-omicron-kappa-ro-
iota-eta-sigma) y también significa, según mi diccionario: adivino, profeta; intérprete, actor, comediante; hipócrita (como última acepción)

Entonces ante todo el hipócrita es un comediante.

krités es el juez, el árbitro. El upo-krités es el que habla y juzga falsamente, el mentiroso, el embaucador.

Yo me llevo de culo con mis vecinos. Aún así, les saludo. ¿Soy por ello hipócrita? No. ¿Sería hipócrita si les dijese además que me caen bien? Depende de las circunstancias.

Hay quien niega que la cortesía sea una virtud, o que en el mejor de los casos sea sólo la "virtud de las apariencias", y por tanto la más superficial de las virtudes, "una vitud pequeñita". Sin embargo, a pesar de las apariencias, puede que sea la primera de las virtudes, o la que está en el origen de todas las demás (así es como afronta el tema André Comte Sponville, uno de los más destacados filósofos franceses de la actualidad).

No me parece tan importante la cortesía en los adultos -un sinvergúenza cortés es aún más malvado, porque a su maldad añade el cinismo- como en los niños.

A los niños no se les enseña a ser buenos, cuando son recién nacidos o muy pequeños, mediante un tratado de moral -reconocía Kant que "es trabajo vano hablar de moral a los niños"-, sino adiestrándolos -sé que esta palabra hará que a algunos le salgan sarpullidos- en las buenas maneras. Las buenas maneras -la cortesía- preceden a la virtud y conducen a ella.

Nadie nace virtuoso, hay que convertirse en virtuoso. Según Aristóteles "haciendo las cosas que es preciso aprender para poder hacerlas es como las aprendemos". "Practicando las acciones justas nos convertimos en justos, ejercitando las acciones moderadas nos convertimos en moderados, y practicando las acciones valientes nos hacemos valientes". Pero ¿cómo hacerlas sin haberlas aprendido?: "Por hábito", nos dice el filósofo. Y para crear esos hábitos que el niño no adopta por instinto hay que recurrir, según Kant, a la disciplina (otra palabra que a muchos sonará hoy a rancio).

Habituándonos a las maneras de la virtud podemos llegar a ser virtuosos. Según La Buyére "la cortesía, si no es ella misma una virtud, al menos otorga sus apariencias, y muestra al hombre por fuera cómo debería ser por dentro". Por eso es insuficiente en el adulto y necesaria en el niño. Decir "gracias" es hacer como si de verdad uno estuviese agradecido; decir "por favor" es como si se respetara al otro... La cortesía muestra la moral y nos conduce a ella. Nos volvemos morales por educación. No por el bien, sino por la forma; por respeto no de los valores, sino de los usos. Se trata, en definitiva, de adoptar las "maneras del bien", no para contentarse con ellas, sino para acceder mediante ellas a lo que imitan.

Abro hilo sobre la hipocresía en el cultureta?
 
Yo creo que el uso de la galantería,procede,siempre y cuando no haya al mas mínimo atisbo de obtener réditos sexuales de ella y sin que resulte empalagoso su empleo.Cosa bien distinta es tirar de ella,para pillar cacho con incierto resultado.Yo suelo emplear algo parecido a la galantería,con la mujeres mayores de 60 si son acreedoras de ello y en pequeñas pero oportunas dosis.Por lo tanto no me parece una muestra de hipocresía ni mucho menos.Con las de mi edad ni se me pasa por la cabeza semejante cosa.
 
Cuellodepavo rebuznó:
Aportaré la etimología de la palabra hipocresía: viene del griego upo-krités (ipsilon-pi-omicron-kappa-ro-
iota-eta-sigma) y también significa, según mi diccionario: adivino, profeta; intérprete, actor, comediante; hipócrita (como última acepción)

Entonces ante todo el hipócrita es un comediante.

krités es el juez, el árbitro. El upo-krités es el que habla y juzga falsamente, el mentiroso, el embaucador.

Me parece bien colocar la etimología de la palabra, para así poder reseñar un hecho que se da en el mundo moderno, y en idiomas como el castellano:

1) Jamás nos ceñimos a una definición concreta, pues somos así. Llamemoslo incentivo evolutivo, anarquismo o tocapelotismo extremo, pero muy pocas veces actuamos/respondemos en base a una definición unívoca. Por así decirlo, nos encanta tomar palabras y aplicarlas a otros ámbitos para los que no fueron creadas. Esto como simple reseña, pues sería meternos en otro tema distinto, aunque esta acción de tomar algo y usarlo para otros fines también me parece un acto hipócrita.

2) El castellano, como lengua, me parece una lengua muy rica en sinónimos, pero una de sus lagunas es el poder utilizar palabras totalmente descontextuadas para un mismo fin. Digamos que palabras tan utilizadas por mí como cabrón, hijoputa, lol, cachondo, etcétera, se convierten en una espiral de contextos que muchas veces me cuesta diferenciar.

Cuellodepavo rebuznó:
Yo me llevo de culo con mis vecinos. Aún así, les saludo. ¿Soy por ello hipócrita?

Sí, lo es. Si nos atenemos a la definición etimológica, vd está haciendo de comediante, de actor, engañando a sus vecinos, y haciéndoles creer que vd les tiene algún tipo de respeto o empatía.

Cuellodepavo rebuznó:
¿Sería hipócrita si les dijese además que me caen bien?

Sería aún más hipócrita. No sé si existe alguna palabra que enfatice más este tipo de actos que hipócrita, pero si la hay, desde luego, sería eso. Ojo, yo o estoy a favor de ello, pero si vd tiene un ubjetivo y lo consigue, aunque sea engañando, mis felicitaciones, pues una máscara bien creada vale más que 100 olvidos.

Cuellodepavo rebuznó:
Hay quien niega que la cortesía sea una virtud, o que en el mejor de los casos sea sólo la "virtud de las apariencias", y por tanto la más superficial de las virtudes, "una vitud pequeñita". Sin embargo, a pesar de las apariencias, puede que sea la primera de las virtudes, o la que está en el origen de todas las demás (así es como afronta el tema André Comte Sponville, uno de los más destacados filósofos franceses de la actualidad).

Aquí sería entrar en lo que nos parece a cada uno como virtud. Si nos atenemos a Aristóteles, diremos que toda virtud conlleva actos positivos, no así utilizado para actos hipócritas. Si nos fijamos en Platón, la virtud es una cualidad innata del ser humano, y como buen innatismo que nos produce esta cualidad, el objetivo no importa, porque esa virtud es consumada y pura. Sin embargo, si nos fijamos en Nietzsche, éste nos dirá que las virtudes no existen, son simples mecanismos del pueblo profano para poder indentificarse. Si atendemos a los escritos de Lord Byron, la virtud es poesía, y como poesía, necesita ir ligada a la belleza. Wittgenstein nos hablaría de isomorfismos para transformar esas estructuras en una que simplificase correctamente la virtud, mientras que Bukowski andaría tomando una copa de su mejor Jack para acabar diciéndonos que las virtudes son una mierda.

Con esto sólo quería decir que cada uno tiene su interpretación. Si le interesa la mía, coincidio plenamente con Aristóteles. Una virtud es una cualidad enfatizada de una manera mayor y hecha para una tarea que requiera de ella, una tarea positiva. No así el fin, el cual sería entrar en valoraciones.

En cuanto a su posterior comentaria con citas y aforismos de distintos filósofos, no voy a comentar nada, pues puedo estar en desacuerdo o no con ellos, pero no puedo negar que sea mentira.

Cuellodepavo rebuznó:
Abro hilo sobre la hipocresía en el cultureta?

¿Sobre la hipocresía o la virtud? porque nos estamos alejando del tema, aunque por mí, cualquiera de los dos me parece interesante, o los dos unidos. La virtud en función de la hipocresía. Eso sí, en el cultureta acabaremos hablando de la constante de Planck, cúmulos y estratos y de como un burro podría volar en el vacío :lol:
 
ElcielodeHubeqa rebuznó:

Bueno, paso de ir al cultureta y sigo por aquí aunque se desvíe del tema –si tal que lo muevan-


Para mí la hipocresía es otra cosa, se da en otro nivel de profundidad. La hipocresía se esconde en el engaño, la educación es un simple lubricante social. A mí a veces me sorprende el efecto benéfico que tiene una sonrisa, o una palabra amable. Me sorprende porque no entiendo que me haga sentir bien algo tan epidérmico, tan superficial. Pero sí, algunas veces una sonrisa es capaz de levantarte el día. Y esa sonrisa no quiere nada de ti, no te necesita, no sabe nada de tu vida, puede ser una sonrisa anónima, generosa y gratuita, es una simple caricia de humanidad. La sociabilidad es una red de intercambios efímeros y provisionales que puede iluminar u oscurecer a partir del discreto centelleo de sus chispazos.

Ya que por fuerza nos toca ser actores, yo elijo la careta sonriente, y desconfío de aquel que afirma su sinceridad en el trato brusco con los otros. Me prevengo contra las posibles antipatías, porque hay gente que tiene capacidad de odiarte sin apenas conocerte, y es algo que me sorprende, pero con la mayoría de la gente, me molesta de igual forma la frialdad que los papagayos que se te cuelgan del cuello a poco que les dirijas la palabra. A éstos ya hay que tratarlos con mayor recato ¡oiga señor! ¿Por quién me ha tomado? ¡Sólo intentaba ser amable!

La hipocresía ya se mide de otra forma, como se ha dicho ya, es cuando la ocultación esconde algún interés o alguna cobardía de mayor importancia. Si odias a alguien, pues mejor mira hacia otro lado. Si piensas una cosa, quizá no deberías decir la contraria, qué pesadez querer gustarle a todo el mundo, qué horror ser un siervo de todas las miradas, qué castigo tener que estar posando todo el santo día. En realidad el hipócrita no hace mal a nadie, arrastra consigo su pesadumbre y su derrota.

Lucas 16:15, "Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación".
 
Arriba Pie