Darkiano
Parco en palabras
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Tranquilos, no va de religión la cosa.
Resulta que me entero hoy por casualidad que la mujer de un compañero de trabajo (la empresa tiene chóferes propios y autónomos trabajando para ella) ha llamado al jefe de mi empresa para preguntarle cuánto gana exactamente su marido.
El jefe le ha dicho que eso depende, que cada mes puede tener pequeñas variaciones dependiendo del número de días trabajados al mes (dietas), cargas y descargas adicionales por grupajes de mercancías y otros extras.
Tras insistirle la mujer en que le diera la cifra mínima y máxima, el jefe le dijo que eso en realidad debería preguntárselo a su marido, y de ahí no se bajó.
Resulta que no es la primera vez que ocurre esto en la empresa, y que de hecho una buena parte de los que entran a trabajar nuevos, tienen esposa que se preocupa de sus ganancias.
El hecho es que, según me han comentado, lo que les preocupa es que el marido se quede con una parte del dinero sin que ella lo sepa.
Esta último caso ha sido más sonado en la empresa porque al parecer el marido, que ganaba mínimo 2300 y máximo 2500, cuando ganaba 2500 por trabajar más y hacer más cargas, se quedaba con 200 ese mes para sus caprichos y gastos. Y tras descubrirlo su señora, montar todo un escándalo allí mismo en la base, mientras el marido sacaba sus pertrechos del camión y los metía en el coche de él, que la mujer usa todo el mes y con el que va a recogerlo, para ir a descansar un par de días a casa.
Cuando trabajaba en la construcción, muchos de mis empleados cobraban en metálico a los quince primeros días y el resto al firmar la nómina.
Sus esposas llevaban un control estricto de lo que ganaban, y ellos les entregaban la totalidad de lo ganado. De ahí la mujer le daba cuarenta o cincuenta euros para los gastos de él de la semana y el resto del dinero no lo volvía a ver.
Soy consciente de que hay mucho calzonazos por ahí, pero hostias, soy incapaz de comprender cómo hay hombres que son literalmente esclavos de sus parejas. La mujer se queda en casa y recibe absolutamente todo el dinero que el hombre gana.
Veo compañeros que ganando lo mismo que yo, ven reducidos sus gastos a cincuenta euros a la semana, comprando tabaco de liar y no pudiendo ni pedirse un bocadillo caliente en un bar si les apetece.
No sé si esto es exclusivo de Andalucía, si vosotros habéis escuchado o incluso vivido en carne propia algo así, o si es que yo he conocido a las excepciones por pura mala suerte.
Pero el hecho es que me resulta imposible pensar en pasar yo por semejante aro.
Es decir, trabajo todo el mes fuera de casa, ganó 2500 euros y se los doy a mi pareja para que ella lo administre como si fueran de su propiedad exclusiva, y ahora yo paso el mes viviendo como un pordiosero viviendo de su caridad.
O estoy muy desconectado de la humanidad, o algo raro pasa, porque es que preferiría estar muerto a vivir así.
Y eso es todo. La reflexión de cómo se puede llegar al extremo de que tu pareja llame a tu jefe para asegurarse de que todo el dinero que él gana va a las manos de ella.
Es que ni hijos tienen. Pero aún así...
Espero que estos casos sean algo puntual porque como ésto sea algo habitual, una vez más vuelvo a quedarme ojiplatico ante ciertas situaciones en las que se meten algunos.
Resulta que me entero hoy por casualidad que la mujer de un compañero de trabajo (la empresa tiene chóferes propios y autónomos trabajando para ella) ha llamado al jefe de mi empresa para preguntarle cuánto gana exactamente su marido.
El jefe le ha dicho que eso depende, que cada mes puede tener pequeñas variaciones dependiendo del número de días trabajados al mes (dietas), cargas y descargas adicionales por grupajes de mercancías y otros extras.
Tras insistirle la mujer en que le diera la cifra mínima y máxima, el jefe le dijo que eso en realidad debería preguntárselo a su marido, y de ahí no se bajó.
Resulta que no es la primera vez que ocurre esto en la empresa, y que de hecho una buena parte de los que entran a trabajar nuevos, tienen esposa que se preocupa de sus ganancias.
El hecho es que, según me han comentado, lo que les preocupa es que el marido se quede con una parte del dinero sin que ella lo sepa.
Esta último caso ha sido más sonado en la empresa porque al parecer el marido, que ganaba mínimo 2300 y máximo 2500, cuando ganaba 2500 por trabajar más y hacer más cargas, se quedaba con 200 ese mes para sus caprichos y gastos. Y tras descubrirlo su señora, montar todo un escándalo allí mismo en la base, mientras el marido sacaba sus pertrechos del camión y los metía en el coche de él, que la mujer usa todo el mes y con el que va a recogerlo, para ir a descansar un par de días a casa.
Cuando trabajaba en la construcción, muchos de mis empleados cobraban en metálico a los quince primeros días y el resto al firmar la nómina.
Sus esposas llevaban un control estricto de lo que ganaban, y ellos les entregaban la totalidad de lo ganado. De ahí la mujer le daba cuarenta o cincuenta euros para los gastos de él de la semana y el resto del dinero no lo volvía a ver.
Soy consciente de que hay mucho calzonazos por ahí, pero hostias, soy incapaz de comprender cómo hay hombres que son literalmente esclavos de sus parejas. La mujer se queda en casa y recibe absolutamente todo el dinero que el hombre gana.
Veo compañeros que ganando lo mismo que yo, ven reducidos sus gastos a cincuenta euros a la semana, comprando tabaco de liar y no pudiendo ni pedirse un bocadillo caliente en un bar si les apetece.
No sé si esto es exclusivo de Andalucía, si vosotros habéis escuchado o incluso vivido en carne propia algo así, o si es que yo he conocido a las excepciones por pura mala suerte.
Pero el hecho es que me resulta imposible pensar en pasar yo por semejante aro.
Es decir, trabajo todo el mes fuera de casa, ganó 2500 euros y se los doy a mi pareja para que ella lo administre como si fueran de su propiedad exclusiva, y ahora yo paso el mes viviendo como un pordiosero viviendo de su caridad.
O estoy muy desconectado de la humanidad, o algo raro pasa, porque es que preferiría estar muerto a vivir así.
Y eso es todo. La reflexión de cómo se puede llegar al extremo de que tu pareja llame a tu jefe para asegurarse de que todo el dinero que él gana va a las manos de ella.
Es que ni hijos tienen. Pero aún así...
Espero que estos casos sean algo puntual porque como ésto sea algo habitual, una vez más vuelvo a quedarme ojiplatico ante ciertas situaciones en las que se meten algunos.